Los muertos de la familia
tienen la mala costumbre
de conversar a la lumbre
del ser que los domicilia.
No distinguen la vigilia
del sueño. No van a dar
a la recóndita mar
que vislumbrara Manrique.
Regresan a dar palique:
somos su único hogar.
Orlando González Esteva nació en Palma Soriano en 1952. Fondo de Cultura Económica ha publicado una antología de sus textos: ¿Qué edad cumple la luz esta mañana? (México, 2008). Su libro más reciente es Las voces de los muertos (Ediciones de la Isla de Siltolá, Sevilla, 2016). Este poema pertenece a ese libro.
Otros poemas suyos: La casa de mi infancia no está fuera, La flor del esqueleto y Uno se cansa de morir...