Con los años —escribe frente al mar Carlos Pintado—,
acabamos adueñándonos de muchas cosas.
Aún cuando no lo hayamos querido
ni nos esforzáramos en buscarlas,
terminamos dentro de una casa
llena de cosas que nos pertenecen.
Vitrinas,
aparadores,
libreros,
cómodas
y mesas de noche
acumulan
un recóndito desorden
que puede revelar
con lujo de detalles
quiénes en verdad hemos sido.
La noche, como una sábana violeta,
ya ha empezado a caer sobre la playa.
Es entonces que Carlos Pintado
se quita la arena de la frente
y decide marcharse.
Antes, escribe una última línea:
John Cheever dejó ir el último tren de agosto.
Mañana hará todo lo posible
por hacer que el resto del poema
coincida en algún punto con ese verso.
Camilo Venegas nació en el Paradero de Camarones, en 1967. Sus últimos libros publicados son Pequeño inventario de cosas que nunca existieron (1998), Itinerario (2003) y Afuera (2007).
Otros poemas suyos: Los Venegas, Dolores en la espalda, La voz del guerrero y Algunos paisajes de Bolivia.