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Narrativa

Club de padres de rubias y otras sinalectas

'La persona lee a Nietszche mientras come mariquitas de plátano. La mariquita desajusta en Nietszche y viceversa...'

San Juan

 

Club de padres de rubias

El club de padres de rubias no tiene más razón que juntarlos, aunque no sea en persona, aunque sea una idea en un solo padre de rubia, ya los une: padres de niñas rubias, adultas rubias y viejas rubias

 

 

Pasó una algazara de perros por el callejón que, al ser tan hermoso, la palabra algazara se separó del grupo, quedó sola en el silencio del callejón, de sí liberada.

 

 

La persona tiene una válvula en la cabeza, suena como un silbato de tren interior cuando se le ocurre una idea. Cada vez que piensa, el tren para y se bajan sensaciones que le increpan con bocas ya derritiéndose en la nada de los pensamientos.

 

 

La persona va a darle like a algo, pero a quien la escribe se le vira café encima, y en la distracción de las manos para limpiarse, el like cae en manos del algo. Desesperado algo, nos das, nos enredas en tus humos efímeros, aplaudes la ligereza de las manifestaciones.

 

 

Domesticó una hormiga y nadie le aplaudió, por ser pequeña e intricado mostrar pruebas del proceso, luego ese momento pudo escapar. En cambio, meter la cabeza en la boca de un león o hacer a un elefante girar sobre su cuerpo son acciones que empujan por definirse y, una vez existen, solo queda asistir a su entierro.

 

 

La persona lee a Nietszche mientras come mariquitas de plátano. La mariquita desajusta en Nietszche y viceversa, creándose una tensión entre los dos conceptos, demostrando ser tan incompatibles que los gritos de Nietszche se calman, que el crimen del cuchillo al plátano queda olvidado.

 

 

Hay otro ejemplo con algo lindísimo, uno que completa el arquetipo del padre de trigueña colado en club de padres de rubias. Padre de trigueña, deja que cada cual te busque en su ejemplo lindísimo, quédate inmóvil un momento, no escapes aún de bocas de perros cuidadores del club, no atravieses el portón todavía.

 


Javier Marimón nació en Matanzas, en 1975. Ha publicado los cuadernos Formas de llamar desde Los Pinos (1999), El gatico Vasia (cómo engañé al Súbito) (2001), Himnos urbanos (2002). Estos textos pertenecen a un libro en escritura: Sinalectas.

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