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Poesía

Epístola a los sodomitas

'Entonces partimos. Sodoma// no es Ítaca. De ella se sale/ sin mirar atrás.'

Hollywood

 

Mi padre me sacó de Sodoma
a la primera luz: "¡Dame a tus hombres!"

Las puertas de Sodoma se abren
a los magos, los ángeles se entregan

a la chusma. Ellos bebieron
del agua de Sodoma en el torrente

y se fueron de rumba.
El sudor de Sodoma

es el vino del carnaval. Un bólido
de hielo cambió de rumbo

por amor a Sodoma.
Entonces partimos. Sodoma

no es Ítaca. De ella se sale
sin mirar atrás.

Es una suerte escapar a tiempo,
como el que allana una tumba.

En la comparsa el grito de la gente
pedía las cabezas de los magos.

Las cabezas rogadas. Esos aros que
entraron por el fuego y se extinguieron.

Las cabezas trocadas a las puertas,
cabezas por entregas. Entonces

nos fugamos. La salvación consiste
en tomar el mismo camino dos veces.

Espantar la mula para que vuele
como un ángel. La salvación consiste

en ser espantado. El miedo es lo nuevo.
Los que quedaron atrás, los que

miraron, fueron mirados.
Los sodomitas miran dos veces.

 


Néstor Díaz de Villegas nació en Cumanayagua, en 1956. Sus últimos libros de poemas publicados son Che en Miami (Aduana Vieja, Valencia, 2012) y Palavras à tribo/Palabras a la tribu (Lumme Editor, Sao Paulo, 2014), al cual pertenece este poema.

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