Toda mi vida soñé con los caballos.
Ser un caballo.
Astas de viento.
Ancas de viento.
El vigor de los jóvenes potros.
Ahora que voy a morir
déjame ver los caballos otra vez.
Cuando la lengua se deshace
sin palabras ni tierra que pronunciar.
Cuando la espuma deja a mis pies
un cerco efímero
Y todo es borrado por las aguas
barrido por la niebla
déjame ver los caballos otra vez.
Una carrera.
Otra carrera.
Ninguna carrera.
Cuando el manzano es la memoria del manzano
su cáscara.
Déjame ver los caballos otra vez.
Puro vigor.
Puro deseo animal.
El macho monta a la hembra.
Muerde el pelaje.
Dobla las patas.
La penetra.
Escucho el relincho.
Tiemblo más que la hierba húmeda.
Vencida.
Despojada del hábito de ser humanos
déjame ver los caballos otra vez.
Damaris Calderón Campos nació en La Habana, en 1967. Entre sus libros de poesía publicados: Duro de roer (Las Dos Fridas, Santiago de Chile, 1999), Sílabas. Ecce Homo (Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 2000) y Parloteo de Sombra (Vigía, Matanzas, 2004) y Los amores del mal (El Billar de Lucrecia, México, 2006).