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Obituario

Fallece en La Habana el director teatral Nelson Dorr

A lo largo de su carrera dirigió más de cien títulos, correspondientes a una variedad de géneros y formatos, entre ellos el monólogo, la ópera y el teatro musical.

La Habana
El director teatral cubano Nelson Dorr.
El director teatral cubano Nelson Dorr. Cubaescena

El director teatral cubano Nelson Dorr, Premio Nacional de Teatro 2011, falleció hoy en La Habana a los 84 años, informó en su perfil de Facebook el escritor Jorge Luis Betancourt. La noticia fue confirmada por una nota de prensa del Consejo Nacional de Artes Escénicas.

Sobre él escribió la también dramaturga Esther Suárez Durán: "es uno de los creadores de más intensa y diversa actividad en la escena cubana. Asombra y emociona la dimensión de su ingente desempeño a lo largo de tantos años".

Dorr nació en La Habana en 1939 y se graduó de la Escuela de San Alejandro, con la determinación de dedicarse al teatro en general y al musical en particular. Su primera puesta en escena, en 1961, fue la obra Las pericas, escrita por su hermano Nicolás Dorr y representada por la compañía de Teatro Universitario.

En dicho conjunto, Nelson Dorr había empezado como actor, con el personaje de El Subastador, en La peste viene de Melos, un texto del dramaturgo argentino Osvaldo Dragún.

Al inicio de la década de los 60, de gran desarrollo para su carrera, creo el Conjunto Teatral Los Trece, de vida efímera, y en 1961 se estableció como uno de los pilares del recién fundado Conjunto Dramático Nacional, en el cual laboró como asistente del director argentino Néstor Raimondi.

El dueto entre Dorr y Raimondi, que intervino en las obras La madre y Vassa Yelieznova, lo llevó a compartir con buena parte de los más grandes talentos de ese momento.

También desarrolló actividades teatrales en diferentes centros de todo el país, en los que montó escenas de La ramera respetuosa, del escritor y filósofo francés Jean-Paul Sartre, y realizó la puesta en escena de la farsa francesa La jaula, entre otras obras escritas por su hermano.

Desde su debut como director, Dorr consolidó una carrera en la que se estableció como uno de los nombres imprescindibles del teatro cubano. Dirigió más de cien títulos, correspondientes a una variedad de géneros y formatos, entre ellos el monólogo, la ópera y el teatro musical.

Dorr llevó a escena obra de los cubanos Virgilio Piñera, Abelardo Estorino y Alberto Pedro Torriente, además de los internacionales Bertold Brecht, Aimé Césaire, William Shakespeare y una larga lista de dramaturgos universales.

Entre sus espectáculos más recordados vale mencionar Tosca (Luigi Illica, Giuseppe Giacosa y Giacomo Puccini, 1965), La tragedia del Rey Cristóbal (Aimé Césaire, 1966) y La verdadera historia de Pedro Navaja (Pablo Cabrera y Rubén Blades, 1992 y 2006). Otras de sus puestas fueron El pagador de promesas, Madame Butterfly, La fierecilla domada y La corte del faraón.

Dorr también fue guionista de cine y crítico de ballet, además de impartir cursos y talleres en varios países, como España, Italia, Rusia y Libia.

"No creo que en su teatro destaque precisamente la arista experimental, aunque la búsqueda artística y el riesgo hayan sido compañeros imprescindibles en el viaje; pero, sin dudas, estamos ante un creador de tal grado de inquietud y audacia que no ha dudado en aventurarse en campos de registros y exigencias bien diversas, ampliando cada vez más los propios horizontes de su obra", escribió Suárez Durán.

"Su disposición a realizar proyectos de gran complejidad —sin contar, incluso, con la infraestructura necesaria— como han sido los musicales Madame Butterfly, en 2003, y Pedro Navaja, en 2006, habla de la proverbial determinación, autoridad y enorme energía que caracterizan a esta gran figura de la escena cuyas dotes resultarían inestimables en la reorganización del teatro musical cubano y la preparación del talento necesario para ello", concluyó.

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