El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) lanzó este sábado la Red de Cementerios Patrimoniales de Cuba con la que pretende salvaguardar la riqueza cultural de los camposantos, informó la oficial Agencia Cubana de Noticias.
La red estará integrada en un primer momento por la Necrópolis de Colón y el Cementerio Chino, ambos de La Habana; los cienfuegueros Tomás Acea y Reina; Santa Ifigenia y Remanganagua, en Santiago de Cuba, y el Columbia o Americano, de la Isla de la Juventud.
Sonia Virgen Pérez Mojena, presidenta del CNPC, dijo que la iniciativa permitirá la protección de esos espacios que contienen ricos valores vinculados al patrimonio material e inmaterial de Cuba.
La funcionaria recordó que con esos sitios funerarios interactúan estudiantes, visitantes e investigadores para ampliar sus conocimientos.
"Los cementerios son lugares didácticos e interpretativos de múltiples materias que se interrelacionan y enriquecen la identidad nacional", añadió.
Según la presidenta del CNPC, el mecanismo unirá a colaboradores en función de una mejor gestión del patrimonio cultural en los camposantos que lo integran y de otros que en lo adelante se sumarán.
Algunos de los cementerios son construcciones civiles y ostentan la categoría de Monumento Nacional, pero se requiere de acciones y estrategias concretas para su gestión, conservación y control, admitió la funcionaria.
"La Red es una iniciativa pertinente que fortalecerá el intercambio técnico y profesional entre los diferentes perfiles del patrimonio funerario y permitirá el reconocimiento de los cementerios como áreas de interés cultural. Sus colecciones se deberán poner en valor y ser del conocimiento público", puntualizó.
En el correcto funcionamiento del mecanismo también intervendrán las direcciones de Servicios Comunales y Necrológicos de todos los territorios involucrados, en manos del estado y que han sido incapaces de acabar con el expolio de tumbas, el saqueo de huesos y la destrucción de no pocas sepulturas.
En 2018, el Gobierno reconoció la situación caótica de los cementerios cubanos. Féretros desarmados por la podredumbre de los materiales con que se elaboran, huesos y vestimentas de los muertos desperdigados, pequeños nichos en los que se mezclan los restos, son la visión de la "normalidad" de cementerios cubanos como el de Colón, en La Habana, sobre todo cuando se realizan las exhumaciones. En numerosas ocasiones, además, se han realizado denuncias sobre los robos y profanaciones que ocurren en los camposantos. El tema ha llegado a la prensa oficial.
"Tarde llegaste, Marquez.." Los robos en el cementerio de Colón datan de mucho, muchísimo antes del reconocimiento del régimen sobre estos hechos o de la creación ahora de esta nueva instancia burocrática. Jarrones, esculturas, y cualquier cantidad de objetos de valor han sido saqueados durante décadas. No me imagino qué es lo que se pudiera salvar ahora.