El transformista cubano Juan Vicente Garabito Sánchez o Juanvi, como le llamaban sus amigos, falleció en Zulueta, Villa Clara, a los 98 años este sábado.
La noticia fue dada a conocer en Facebook por el usuario Yoel Hernández Rivas, quien llamó a Garbito Sánchez "padrino".
"En nombre de nuestra familia que siempre fue la tuya, no te decimos adiós, pues tu recuerdo siempre vivirá en nosotros", escribió Hernández Rivas.
"Hoy el pueblo zulueteño llora tu pérdida, pero te llevará siempre en el corazón", añadió el usuario.
Garabito Sánchez fue transformista por más de seis décadas, según contó en una entrevista a On Cuba en 2018, cuando tenía 93 años, pero seguía subiendo al escenario. El nombre artístico que asumió en 1958, cuando hizo su debut en un espectáculo organizado por la Sociedad de Color, fue Doris del Mar.
Aquella primera actuación fue un éxito total, a pesar de que casi al final se le cayó la peluca —hecha "de un material parecido a soga", según describió a On Cuba— y desde entonces, cada vez que había un espectáculo lo invitaban.
Tras la llegada de Fidel Castro al poder, Garabito Sánchez tuvo la suerte de no ser enviado a las tristemente célebres Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), en las que el régimen recluyó y obligó a trabajar a homosexuales, religiosos y hippies.
"A mí no me afectaron, pero sí a un amigo mío homosexual, mucho más joven. Se lo llevaron a la UMAP sin más ni más. A mi aquello me conmovió mucho, me subió la presión. Tenía miedo, mucho miedo de que también me pasara a mí", contó. Sin embargo, no fue tan afortunado como para evadir la censura en el campo artístico.
"Un día alguien de la Dirección de Cultura de Remedios me dijo que no podía hacer más eso, que hiciera otra cosa, como Carlos Ruiz de la Tejera, pero a mí los cómicos nunca me han gustado. Pasó un poco de tiempo y volví y me mantuve en mi personaje contra viento y marea, no me importaron las advertencias", relató.
El artista siempre se presentó en su zona. "Por ejemplo, en los centrales azucareros hacían fiestas de fin de zafra y me invitaban", explicó.
"Sé que en otros lugares fue duro, se vio mal y hasta se reprimió, pero doy gracias una vez más a Dios que tuve la suerte de poder seguir haciendo mi arte", añadió.
Garabito Sánchez también salió en más de 25 carrozas; la última vez fue en el 2007, cuando ya tenía 82 años. "La gente se asombraba de mi postura, de cómo permanecía estático sobre la carroza, en equilibrio. Porque los personajes de las carrozas en las parrandas deben permanecer estáticos, no como ahora que veo gente saludando al pasar. Las carrozas aquí son muy bellas, representan leyendas".
Este artista del transformismo nunca se sintió censurado ni rechazado por su familia, que siempre lo respetó. Como era taquillero en el cine, en el pueblo todos lo conocían y todos lo respetaban. En ese mismo cine recibió un homenaje en 2017, meses después de actuar en El Mejunje, en Santa Clara, donde el público lo ovacionó.
