La cantante cubana Daymé Arocena anunció esta semana la presentación de Al-Kemi, su primer álbum en cinco años, un LP que produjo el puertorriqueño Eduardo Cabra, conocido por su nombre artístico, Visitante, cuando era miembro del dúo Calle13.
Arocena hizo además un adelanto de su nueva producción, que saldrá a la venta el 23 de febrero de 2024, y presentó el video clip del sencillo "American Boy", parte del disco.
Según dijo durante el lanzamiento, se trata esta de una canción que escribió hace una década, pero que pensó que "era demasiado pop" para lanzarla en ese momento, citó la revista especializada Rolling Stone.
"De manera indirecta, la industria de la música me había demostrado que no era bienvenida en ese mundo", comentó, en referencia a la música pop. "No hay una mujer negra como yo que disfrute del tipo de éxito que normalmente se reserva para Rosalía o Karol G", agregó.
"La imagen de géneros musicales como la salsa o la bachata se ha distorsionado dolorosamente a lo largo de los años. Se supone que debes clonarte y fusionarte para ocultar tu lado negro o indígena. Me dijeron que no encajaba en ese mundo, pero voy a demostrarles que están equivocados", anticipó.
Arocena grabó el nuevo disco en Puerto Rico, adonde viajó para convivir en la propia casa de Cabra durante cinco meses de trabajo.
"No tenía la menor idea de que él conocía mi música", comentó la cubana acerca de su productor. "Eduardo ha estado en la industria por largo tiempo, y viene de un mundo que es más global y comercial que el mío".
"Era el candidato ideal para este proyecto, pero al principio no sabía si entendería las complejidades sociales, psicológicas y personales del mensaje que quería expresar", agregó.
Cabra describió a Arocena como "una de las músicas más talentosas" con las que ha trabajado, y agregó que hacer música con ella era "una alegría".
"Ella sabía exactamente el tipo de fusión que buscaba: un cruce entre sus raíces afrocubanas, que claramente son fuertes en este álbum, con la vena más contemporánea de sintetizadores analógicos, samples y un poco de electrónica", explicó Cabra.
"Queríamos que ambos mundos se comunicaran, que fueran respetuosos e irrespetuosos con los colores ancestrales", subrayó.