La actriz cubana Neisy Alpizar tiene en su mirada la nostalgia de quien ha dejado algo muy valioso atrás. Atiende a DIARIO DE CUBA desde su casa en Orlando, EEUU, donde vive hace un año.
"Llevaba mucho tiempo evitando salir del país, no quería, pero hay decisiones que hay que tomar y hay momentos en los no se puede más", dice la actriz, conocida por sus actuaciones en Tundra, Quiero hacer una película y Fenómenos naturales.
Alpizar tomó la decisión de irse de Cuba en un momento en el que muchos amigos emigraron sin despedirse y otros estaban encarcelados o silenciados por sus opiniones políticas.
"El año antes de venir trabajé un montón, pero se puso bien difícil la situación. Me dolió mucho la partida de muchos amigos cercanos que no me dijeron nada, imagino que por el dolor que implica dejarlo todo atrás".
La emigración ha marcado a varias generaciones de cubanos, que se han ido de la Isla con la incertidumbre de lo que les espera en el destino, pero con la certeza de que será mejor que lo que vivirán en Cuba.
Alpizar también tomó el camino de la emigración, en su caso para hacer el cine que sueña, con "dignidad y sin miedos". La actriz quiere contar historias, no solo encima de los escenarios, sino también desde la dirección.
"Emigré para poder hacer el cine que quiero. Desde que salí de Cuba he estado viviendo cosas muy fuertes, las que viven muchos cubanos que emigran. He estado escribiendo mucho. Veo situaciones dolorosas, pero también con mucho sarcasmo y un lado gracioso", cuenta la actriz sobre el período de adaptación propio de los que emigran.
¿Quién soy? ¿Dónde estoy? Son algunas de las preguntas trascendentales que se hace constantemente Alpizar.
"Hay un choque cultural grande, he tenido que aprender muchas cosas; no ha sido aburrido para nada, pero sí muy fuerte y doloroso, no solo por haber dejado parte de mi gente y carrera en Cuba, sino por la incertidumbre y las preguntas que te haces sobre cuál es tu lugar y qué representas".
Antes de salir de Cuba, Neisy Alpizar hizo comedia con el teatro El Portazo, en Matanzas. Allí aprendió mucho de sí misma y de los demás. "Entendí que yo no era la única que estaba pasando por un mal momento".
La actriz recuerda con especial cariño al actor cubano Daniel Triana, con quien compartió escenario en el teatro El Portazo.
"Aprendí mucho de Triana, menor que yo, pero con una valentía tremenda. Él me ayudó a salir de mi tristeza y hacer algo por los demás con la comedia", dice Alpizar, quien define al público matancero como una fuente de apoyo, fidelidad y crítica constructiva.
A los artistas cubanos que quieran seguir creciendo dentro y fuera de la Isla, Alpizar les aconseja que trabajen con personas de su generación. Para la actriz, se aprende en un entorno de libertad creativa.
Alpizar, quien se define a sí misma como "una mujer de muchos miedos, pero con la valentía de enfrentarlos", dice que no dejará de crear, y que sus vivencias estarán plasmadas en sus futuras producciones.
