El Instituto Cubano del Libro (ICL) organizó el martes un homenaje para el escritor Pedro Juan Gutiérrez en la Biblioteca Nacional José Martí (BNJM), después de que su obra fuera censurada en la Isla durante décadas por el crudo retrato que Gutiérrez ha logrado de la sociedad cubana.
Ahora, un reporte del periódico oficial Trabajadores reconoce que el autor "ha recreado por décadas una ciudad, La Habana, y un país, Cuba, complejos, pletóricos de contrastes, ricos en historias y personajes singulares. Para algunos la suya es una visión escabrosamente realista, pero es mucho más. Estamos hablando de uno de los más prolíficos y multifacéticos escritores cubanos".
La galería El reino de este mundo de la BNJM acogió el tradicional espacio El autor y su obra, que organiza el ICL. Allí se realizó un homenaje al también periodista y pintor cubano a través de un panel moderado por el crítico y periodista Fernando Rodríguez Sosa, e integrado por los intelectuales Rafael Acosta de Arriba, Jorge Fornet y Francisco López Sacha.
Para el ICL, "Trilogía sucia de La Habana (1998) marcó la carrera de Pedro Juan Gutiérrez al darlo a conocer como un excelente narrador, en cuya poética la sexualidad adquiere una dimensión antropológica y literaria".
Este libro, editado inicialmente por la española Anagrama, ha sido traducido a 22 idiomas y distribuido en más de cien países. Cuando salió en España, en Cuba "se formó una barahúnda tan grande que pensé que me iba a llevar mucho más tiempo que se publicara", afirmó Gutiérrez en una entrevista a propósito de la publicación del libro en Cuba en 2019.
La Trilogía escandalizó en aquel entonces a la cúpula cubana por la sórdida imagen que proyectaba de los estratos más desfavorecidos de su sociedad, los más golpeados por las necesidades del "Período especial", aquellos años 90 en que la Isla tocó fondo tras la retirada de los subsidios soviéticos.
Acosta recordó que el sexo, la racialidad, el mestizaje y la pobreza son temas recurrentes en la obra de Gutiérrez. El director de la revista de la BNJM habló del erotismo en la narrativa del escritor, un aspecto de la vida que este defiende "con desenfado, singularidad y maestría".
Por su parte, Fornet, crítico literario y ensayista, dialogó sobre el protagonismo de Centro Habana en la creación de Pedro Juan Gutiérrez. Fornet lo describió como un "autor raro dentro de la literatura cubana, como singular y único".
El escritor y profesor Francisco López Sacha, a quien estará dedicada la edición 32 de la Feria Internacional del Libro de La Habana, habló sobre la realidad que se percibe en cada libro de Gutiérrez. Sacha calificó de brutal la manera de contar del autor y elogió su capacidad de reflejar el mundo habanero, muchas veces cruel, con las propias palabras y códigos del entorno. "En esa particularidad radica la trascendencia" del homenajeado, según Sacha.
Osmany Echevarría Velázquez, director de la Editorial Arte y Literatura, entregó a Gutiérrez el reconocimiento Dulce María Loynaz por la obra de toda la vida. Dicha distinción es otorgada por el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Pinar del Río, el Centro Cultural Hermanos Loynaz, y por Ediciones Loynaz.
Según el ICL, Gutiérrez agradeció el agasajo y la oportunidad de intercambiar con los colegas y el público presentes. "No he hecho nada extraordinario, me he divertido, he dedicado mi vida a la búsqueda, a la exploración, y no puedo estar más que agradecido", concluyó Gutiérrez.
En las imágenes publicadas por el ICL, se ve a Omar Valiño participando también en el homenaje. Quien ahora se desempeña como director de la BNJM fue un cercano colaborador de Iroel Sánchez en el programa televisivo La pupila asombrada. Sánchez, fallecido en mayo, acumuló un largo historial de represión y censura hacia otros intelectuales de la Isla.
