La crisis de combustible aumenta su alcance al transcender el área del transporte y la economía y adentrarse en zonas como la educación o el arte. Esta semana se ha sabido del anuncio de cuatro universidades que deciden suspender sus clases presenciales debido a la escases de transporte.
Tambien se ha conocido esta semana que la cancelación del concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional, planeado para la Sala Covarrubias el domingo 23 a las 11:00AM, habría sido "por falta de combustible".
"Desafortunadamente les tengo que dar la noticia a las personas que querían nuestro concierto", escribió el sábado en Facebook el pianista Rodrigo García Ameneiro, "justo en este momento de la noche me entero que está CANCELADO por la crisis de combustible que vive el país".
La Orquesta Sinfónica Nacional no tendría insumos suficientes para la infraestructura mínima que garantizaría la ejecución del concierto. Lo alarmante es que, hasta última hora, el evento se estuvo promoviendo extensamente por los medios oficiales: la directora de la orquesta Daiana García, participó incluso en el programa de Oni Acosta donde promovió el concierto en una larga entrevista de 15 minutos. Las emisoras de radio del país también se habían hecho eco: "La Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba presentará sinfonía y concierto de los creadores franceses Camille Saint-Saëns y Maurice Ravel, conducida por la directora adjunta de la agrupación Daiana García y que tendrá como invitado al joven y premiado pianista Rodrigo García Ameneiro"…
No es plausible que se trate de algún contratiempo político o subjetivo de ninguna clase porque, en primer lugar ¿quién censura a Ravel?; y en segundo lugar, Daiana García es una artista cercana a la oficialidad, firmante de aquella vergonzosa carta donde dizque intelectuales y artistas declaraban su complicidad con el régimen. No es descabellado pensar que hasta última hora se estuvo tratando de conseguir la gasolina y no se pudo.
Hace dos semanas el ministro de Energía y Minas, en una comparecencia en el Canal Caribe, anunció la crisis de combustible inminente. Lo hizo mediante la retórica triunfalista y rocambolesca a la que nos tiene acostumbrado el discurso oficial. Pero los oyentes entrenados pudimos descifrar que se avecina un gran desabastecimiento sin solución inmediata. Durante abril los carros han colmado las gasolineras en colas que han durado días. Oficialmente, el consumo de gasolina se restringió a 40 litros por vehículo. Pero, en la práctica, una normativa no escrita dicta que solo pueden llenarse los depósitos de gasolina del vehículo. Es decir: no se permite al cliente llevar pomos o tanques extras. Si el auto admite 40 litros de gasolina, se la sirven. Pero, si es una moto a la que solo le caben tres litros, el cliente no podrá cargar de ninguna manera con los 37 restantes, que supuestamente "le tocan".
Se espera que la crisis dispare los precios de los productos, ya afectados por la inflación. Dueños de bares, incluso, fueron llamados a colaborar con el Estado, para que no subieran los precios y mantuvieran la necesaria fiesta. Inéditamente, se acaba de suspender también el desfile del Primero de Mayo.
Primera vez que oigo hablar de un piano con motor de gasolina. O será petrolero?😀