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Música

Meme Solís: 'Antes de 1959, La Habana era un lugar donde todos querían estar'

El pianista y cantautor cubano habla con DIARIO DE CUBA de los años de apogeo en su carrera, la creación del cuarteto Los Meme y su salida del país.

Madrid
El músico Meme Solís, en entrevista con DIARIO DE CUBA. DDC TV
Meme Solís.
Meme Solís.

"Pude tener en mis manos un poco de lo que fue La Habana de antes de 1959, una capital en donde todo el mundo quería estar. No había ciudad en el mundo que tuviera la vida nocturna agitada de La Habana. Ahí vi los mejores cabarets, con los mejores shows, había mucho glamour, todo siempre estaba lleno. La Habana era un hervidero. Cuando llegué me quedé fascinado, yo he viajado mucho, y eso solo me pasó con La Habana", dice el músico cubano Meme Solís, en entrevista con DIARIO DE CUBA.

José Manuel Solís Fernández es el nombre completo del fundador del cuarteto Los Meme, icónico en los años 60. Solís, "un flaco que tocaba bien el piano", llegó a la cima de su carrera en Cuba, donde trabajó con artistas como Farah María, Rosita Fornés, Las D’Aida y Elena Burke, con cuya hija todavía trabaja.

Solís empezó a tocar piano con seis años en Santa Clara, una ciudad en la que años después empezó a sonar su nombre, por su talento. Aún siendo muy joven, acompañó a Olga Guillot en el piano, en la inauguración de un teatro en Santa Clara.  "Ese fue el impulso para que me decidiera a ser artista. Nunca pensé en dedicarme al arte profesionalmente, tocaba bien el piano, pero no creía que fuera para tanto", dice Solís, quien actualmente reside en Nueva York.

Un año antes de la llegada al poder de Fidel Castro, Solís llegó a La Habana, y su habilidad con el piano le fue abriendo las puertas del mundo más exquisito de la cultura cubana de la época. En 1960 crea el cuarto Los Meme, por la insistencia de Moraima Secada, quien se había quedado fuera del popular grupo Las D’Aida.

"La popularidad de Los Meme tocó cima en 1964, cuando compuse la canción 'Otro amanecer' y ya entra Farah María. Con ella, junto a Miguel Ángel Piña y Héctor Téllez, triunfamos de una manera exponencial. Creo que la clave fue el amor que le teníamos al cuarteto".

"Recuerdo que estuvimos en el show de Josephine Baker, que abría Bola de Nieve, ellos eran muy amigos desde París. La gente quería ver a Josephine y nosotros íbamos delante de ella, pero aun así no nos dejaban marchar, querían oírnos más".

Los éxitos se acumulaban para Solís, quien asegura no haberse dado cuenta de la popularidad que tenían. En 1962, el pianista fundó en Radio Progreso, junto a Elena Burke y el compositor y cantante Luis García, el programa A solas contigo. Durante los ocho años en que Meme Solís actuó en ese espacio, se estrenaron obras de Pablo Milanés, Marta Valdés, Ela O’Farrill, Piloto y Vera, y otros compositores cubanos de varias generaciones.

El final de la carrera de Solís en Cuba, aun cuando era adorado por el público cubano de la época, vino precipitado por su falta de interés en formar parte del nuevo sistema político.

"No podían permitir que uno de los artistas más reconocidos de la época no estuviera integrado al sistema. Me sacaron del mundo de la cultura y no me dejaron salir de Cuba por 17 años. No estuve preso como muchos dicen, pero sí fueron años dolorosos, de los que salieron muchas composiciones. Las canciones que han tenido más éxito son las de dolor", cuenta Solís.

El compositor logró salir hacia España por la presión que ejerció su familia en este país, que llegó incluso a oídos del entonces presidente español Felipe González. En una visita a Cuba, González llevó una lista de ex presos políticos, cuyas salidas quería solicitar, en la que incluyó a Solís. Así fue como se acabaron esos años de aislamiento para el compositor.

Sobre si le gustaría volver a presentarse en Cuba, Solís dice que sería un sueño volver a Tropicana, a la Ciudad Deportiva, pero solo si no sigue el Gobierno que está en el poder. Solís, quien acaba de regresar de un concierto en Miami, dice que trabaja para presentarse en España el próximo marzo.

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1 comentario

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Ah, pero esa Habana no era suficiente. Había que "revolucionarlo" todo, desechar todo lo que se había logrado como si fuera inservible, y cambiarlo por...MIERDA. Gracias , Fidel (y ayudantes).