La cantante Malena Burke, cuyo apellido evoca a su madre, Elena Burke,"la Señora Sentimiento", duerme de día y encuentra en las madrugadas el momento de aprenderse canciones y trabajar. "Mi mamá siempre me decía 'tienes que cantar como si estuvieras en la sala de tu casa, que la gente no sienta la distancia. Debes ser agradable sin llegar a ser plástica'. Yo la observaba mucho, una vez un periodista me preguntó que por qué no la aplaudía, y es porque me quedaba lela, impresionada con sus presentaciones", recuerda en entrevista con DIARIO DE CUBA.
Malena Burke tiene un nosequé que embauca a quien habla con ella, pero la artista cuenta que no siempre fue así de extrovertida. "Mi casa siempre fue como un centro cultural, no me interesaba mucho ser artista, era muy tímida, como después lo fue mi hija Lena, también cantante. Mi casa en 17, el Vedado, fue la cuna de muchos artistas como César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Frank Domínguez, Meme Solís, Marta Valdés, que se reunían y ahí empezaba la descarga".
Aunque estudió violín y guitarra varios años, fue el canto lo que se convirtió en el día a día de Malena Burke desde los años 80. "Estando en mi casa sentada, esperando por el servicio social, la directora artística Marta Denis me invitó a cantar en el 50 aniversario del Cabaret Parisien del Hotel Nacional, y ahí me gané mis primeros 138 pesos. Nunca más he dejado de cantar", cuenta.
La segunda de las Burke, que mantuvieron el mismo apellido por la prensa, estuvo viajando con Tropicana cinco años, recorriendo el mundo. "Tropicana fue una escuela y ahí encontré un poco mi sello personal", cuenta la artista, quien dice que su timbre de voz y gestos se parecen mucho a los de su madre, "cosa que no pasa con Lena, mi hija".
Malena Burke se fue de Cuba el 8 de febrero de 1993, y aunque su nuevo hogar, Venezuela, la acogió con bondades, tuvo que forjar su carrera desde cero. "Nadie conocía a Malena. Me quedé con Martín Rojas, un guitarrista espectacular que trabajó por mucho tiempo con Omara Portuondo. Nos quedamos en Venezuela cantando por todo el país, hasta que decidí venir a Miami".
"Aquí he podido desarrollar una carrera sin creerme que soy la mejor ni la más mala, yo voy a mí siempre, yo canto. El exilio no me conocía, la gente iba a mis presentaciones para ver qué hacía la hija de Elena, y ahí fui haciendo mi público, al que le debo haber podido vivir siempre de mi música".
Elena y Malena Burke, madre e hija, compartieron escenario, al igual que años después lo haría Malena con su hija Lena Burke. Pero las relaciones de estas artistas entre sí no han sido las mismas, aunque compartan apellido y pasión por la música.
"Mi mamá era muy dura y recta, no se podía jugar en un ensayo, pero se trabajaba muy bonito con ella. Parecía una maestra en una escuela. Lena, mi hija, se creé que es mi mamá", dice entre risas. "Yo soy más suave, de chancleticas, bata de casa y mucha televisión".
"En el escenario la gente piensa que yo soy más dura porque, como soy creyente, siento que no soy yo la que me subo al escenario y tengo a Santa Bárbara de un lado y a la Caridad del Cobre en el otro. Así no soy yo en mi vida normal".
Hacer una buena segunda voz, la seriedad en el trabajo y tener una imagen impecable, son aspectos que Malena Burke aprendió de su madre, "la Señora Sentimiento". "Siempre fue muy presumida, bien vestida y combinada, no salía a la calle con el pelo desarreglado, y yo lo aprendí de ella. No salgo ni a comprar un pomo de leche desarreglada".
Malena Burke canta el último sábado de cada mes en el Real Café. El próximo 17 de diciembre estará haciéndole un homenaje a su santo, San Lázaro y, para despedir el año, tiene una presentación con su hija, Lena, en Renaissance banquet hall . "La fiesta y las croquetas están garantizadas".
Para Malena Burke, quien intenta, a través de su música, mantener viva a las grandes voces de Cuba, "el arte da felicidad a las personas de cualquier edad. No importa si es un reguetón o un bolero, es la música, la palabra, y eso nos llena a todos".
Si tiene su público, pues que lo tenga. Sacarle provecho a ser "hija de" es algo bastante común y aceptado, aunque el resultado suele ser inferior al original. Mientras viva de su propio trabajo, o sea, de como canta ella, tiene todo derecho a hacerlo. No estamos hablando de vivir puramente del cuento, como ha hecho toda una vida Aleida Guevara, por ejemplo, que es absolutamente nula o peor.
Malona Burke debiera ser su nombre artístico porque lo que canta es pura basura.
Cualquier canción de ella puede servir de laxante.
Jamas cantara como la madre y eso de Señora Sentimiento se lo endoso el publico como hoy dia Bad Bunny tiene el suyo y nadie se muere por eso,ademas fue una de las grandes contraltos de Cuba increible por su temperatura y las mas grandes:Freddy,Elena,Leonora,Martha ( Las Capelas ) ,Doris de La torre.
Aparte de esta señora, eso del "feeling" y de "Señora Sentimiento," igual que ser "trovador," siempre me ha sonado y me suena cursi. O sea, no doren tanto la píldora--canten y ya.
''yo voy a mi'' esa señora con sus 60 y tantos y esa chusmeria infantil...