En horas de la tarde de este lunes murió en La Habana la poeta y ensayista Fina García Marruz, según comunicaron a DIARIO DE CUBA familiares suyos.
Josefina García-Marruz Badía, conocida artísticamente como Fina García Marruz, murió a los 99 años. En su extensa carrera literaria recibió el Premio Nacional de Literatura en 1990, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2007 y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2011.
García Marruz era la última sobreviviente del legendario grupo literario Orígenes, nucleado alrededor de la revista del mismo nombre y de la figura de José Lezama Lima, y al cual perteneció también su esposo, el poeta y ensayista Cintio Vitier. Ella fue la única escritora en ese grupo literario.
"La realidad, a través de su mirada, cobra un significado misterioso: la realidad es ella y a la vez otra cosa que desconocemos: la intimidad y la lejanía, la inmanencia y la trascendencia, convirtiéndose en una misteriosa encarnación", ha escrito de su poesía el estudioso Jorge Luis Arcos.
García Marruz, con poemas antologados y memorables, es una de los grandes autores de la poesía cubana de todos los tiempos. Las miradas perdidas (1951), Visitaciones (1970) y Habana del centro (1997), constituyen sus tres libros principales de poesía, según Milena Rodríguez Gutiérrez, estudiosa y antologadora de su obra.
Su trabajo ensayístico, con volúmenes dedicados a Quevedo, Martí, el grupo Orígenes y la poesía, contiene páginas de gran intensidad y de aproximaciones sumamente sutiles a los temas tratados. Y, junto a su esposo, publicó varias antologías de la literatura cubana de los primeros siglos.
Católica, escribió magníficos textos sobre otros autores católicos: Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, los grandes místicos españoles...
Su apoyo al régimen castrista la llevó a poner su firma —junto a la de su esposo— al pie del "Mensaje desde La Habana para amigos que están lejos", carta pública con la que un grupo de escritores y artistas oficialistas apoyaron los fusilamientos de tres jóvenes cubanos en 2003, en la hasta hoy última aplicación de la pena de muerte en Cuba.
Fina García Marruz pertenece a un familia de escritores y artistas entre los que se cuentan sus hijos músicos, Sergio Vitier y José María Vitier; su cuñado, el poeta Eliseo Diego, casado con Bella García Marruz; los hijos de este último matrimonio y descendientes más jóvenes.
En La Habana la sobreviven la familia de su hijo José María Vitier y su sobrina Josefina "Fefe" Diego.
Además de infame hala levas de la Revolución y de los Castro, chivata de comité. Ya eso es lo último.
La filosofía Marxista se cansaba de afirmar que el arte era un arma política (palabras más o menos) de donde, cualquier artista, escritor, intelectual y otros, que se pliegue, abrace, acepte o comparta cualquier manifestación de izquierda; así sea, o haya sido hasta Premio Nobel, como el gran amigo de castro, Garcia Márquez; para mi no vale un comino, es, o fue una persona deleznable a pesar de sus luces, las que les permite, o permitieron estar bien conscientes de la patraña que defendieron, o defienden. Esa es mi convicción inamovible.
El fallo, por decirlo de forma piadosa, de tantos intelectuales cubanos enaltece a los excepcionales que no se prostituyeron ni se entregaron al castrismo, como Lezama, Baquero y Lydia Cabrera. La García Marruz era libre de escoger, pero debió ser una cosa o la otra, no tratar de ser ambas, lo cual ni funciona ni es respetable--y mientras más se pretende ser espiritual y sensible, menos margen hay para hacer lo contradictorio. Me imagino lo que pensaría de ella la gran Dulce María Loynaz, que luce enorme, gigantesca, inmensa en comparación con la Fina.
Fina García Marruz, una poetisa excepcional, vivió en un mundo cubano de intelectuales dominado por los hombres. Su talento, no obstante, se impuso y su obra descolló tanto o más que la de sus contemporáneos en Orígenes, "uno de los grupos literarios más importantes de nuestra lengua", con Eliseo, Gastón Baquero o Gaztelu; estuvo a la altura de Lezama y del propio Cintio. Con el 59 definió su postura, a pesar de su micromundo y su catolicismo. No supo andar en la política ni asir la complejidad de las últimas décadas, y cometió errores graves que manchan su ética. Nos queda su poesía.
Bastante superior a su marido pero a Lezama ni a la chancleta ninguno de ellos. Orígenes fue, básicamente, Lezama y su corte de imitadores sin esperanza.
OK. En poesía la prefiero a ella --y a Eliseo también-- a Lezama. Cuestión de gustos, señor Proscopito Arrechabaleta.
Con los gustos no me meto, Sra Ana J. Faya, no me refiero a ellos sino a la objetiva contribución literaria de estos personajes. Lezama creó un universo poético de originalidad, profundidad y calidad jamás igualada en Cuba antes ni después y que incluye toda su obra, también la prosa. Lo del matrimonio Vitier-Marruz son migajas en comparación, no están ni en el mismo plano de existencia.
OK, OK, OK... Lo mío es cuestión de gustos, señor. Menos mal que usted no se mete con eso, porque si no...¿qué me esperaba?
Tenga un buen fin de semana.
El problema es que se puede ser intelectual sin ser ni sabio ni buena persona. Los intelectuales cubanos le sirvieron de poco o nada a Cuba, y me refiero a los formados antes del desastre, porque los que vinieron después, ni hablar. Un ejemplo clásico del intelectual pervertido y absurdamente sobrevalorado fue Jean-Paul Sartre, un hombrecillo repugnante que llegó hasta la vileza de ser ferviente maoísta, y fue uno de los que se babeaba por el "Che" Guevara. Pero, Sartre no era cubano, y ésta sí.
Muere uno de los escasos poetas fuertes de habla hispana de los últimos sesenta años. Lástima que su fanatismo político enturbiara su ética y su inteligencia, maltratara cierta zona de sus últimos poemas. Descanse en paz. Mis condolencias a José María, nietos y sobrina. La última origenista también fue una ensayista excepcional en el ámbito iberoamericano.
Y eso que era catolica como el atorrante del vaticano si llega a no creer la muy sumisa echa palante hasta su madre que sociedad más hipócrita y corrupta es el sistema nazi cubano , vamos ver que dice el manganzon de machi sobre esta hp.
Una vieja HP menos. Espero que la compañerita Fina se haya llevado una copia de la cartica apoyando el fusilamiento de tres negros inocentes para enseñarla a San Pedro como ticket de entrada.
En el averno tendrá tiempo de sobra para escribir.
Oye y mira que dicen que en cuba había hambre antes del 59,aquella generación por lo bajito se van con 90 años o más.Muchos de mi generación no llegan ni a 60.
Si esta vieja firmó la carta para fusilar esos muchachos por convivencia o miedo solo le pido al diablo que la ponga en un lugar caliente y oscuro a vivir como lo que fue una traidora a su pueblo que no EPD.
El régimen castrista envileció a varias generaciones de cubanos, entre ellas la de Fina García Marruz. Firmar una carta para dar luz verde al asesinato de tres jóvenes por el solo hecho de querer irse del país, ya de por sí es un crímen.
Por muy importante e insigne que pueda ser su obra, siempre se verâ manchada con su firma en aquella infame carta.
Con la gente formada antes de 1959, no es cuestión de que "cambiaran" radicalmente de un día al otro, sino de que se destaparan o salieran del closet. Si resultaron ser mala gente, es porque siempre lo fueron, pero no tuvieron luz verde para mostrarlo abiertamente hasta que la "revolución" se la dió.
Como esta nota necrológica hace justicia a la figura intelectual de la finada, sólo restaría mencionar que no perdieron ella y su esposo oportunidad alguna de prestigiar la revolución con la suya propia. Cintio Vitier ganó el premio nacional del centenario de Martí en 1953 y como antes su padre --un respetable profesor de filosofía-- fue mimado del aparato cultural durante la República, de hecho nos ha dejado libros absolutamente imprescindibles, como su estudio de Juan Francisco Manzano --negro liberto, dulcero ambulante y poeta extraordinario-- sin embargo Vitier era un hombre devorado por la frustración y el acoso de sus propios colegas, dadas sus intrigas. En el ponzoñoso universo revolucionario de agresiones y rencores recíprocos, probablemente transfirió a su esposa su veneno social. Así que confirmar una sentencia de muerte contra tres infelices que sólo eran imputables del intento de salida ilegal por la fuerza, es absolutamente coherente con sus trayectorias política y moral.
Total. Ella y el marido eran muy catolicones, martianos, origenistas y de cuanto hay, pero toda la poesía en el mundo no los limpia de la mierda castrista con la que se embarraron por décadas, incluyendo sus firmas a esa infame carta del 2003 apoyando la represión de la Primavera Negra y las ejecuciones sumarias de tres pobres diablos de color por el "crimen" de intentar escaparse de la finca del Mayoral Fidel. El problema de la mierda es que apesta igual por muy fino que sea su portador.
... yo creo que el pecado más grave fue que ayudaron a la Piedra en Jefe a secuestrar totalmente a Pepe Ginebra ...
Ayudaron a "legitimar" o "validar" el Mal, lo cual hace de su catolicismo y otras "virtudes" una farsa. No eran ni remotamente ignorantes ni brutos, ni se habían formado bajo el castrismo. No me importa el talento que tuvieran, como no me importa el de Alicia Alonso, por ejemplo (aunque esa era mucho más escasa intelectualmente que ellos). Mala gente.
“Los pueblos como las bestias, no son bellos cuando, bien trajeados y rollizos, sirven de cabalgadura al amo burlón, sino cuando de un vuelco altivo desensillan al amo”
Según leí la viejita era chiva,una menos.
Tuvo el tino de morirse un 27 ...
Ya no quedan intelectuales en Cuba ... todos muertos o fuera de la isla ...
¡ QEPD !