Back to top
Música

Gonzalo Rubalcaba lamenta que el régimen cubano divida a los artistas

'Nos ha faltado ver el problema como ciudadanos independientes', dice el músico.

Madrid
El pianista y compositor cubano Gonzalo Rubalcaba.
El pianista y compositor cubano Gonzalo Rubalcaba. Gonzalo Rubalcaba/Facebook

El pianista y compositor cubano Gonzalo Rubalcaba lamentó que los artistas de la Isla estén divididos por culpa del régimen de La Habana entre sus defensores y sus críticos.

"Me habría gustado que algunos entendieran la música como la manera de superar esa brecha política, pero no ha sido así. Las razones son muy diversas y no quiero enumerarlas ahora, pero algunas son más honestas que otras. Nos ha faltado ver el problema como ciudadanos independientes a la hora de analizarlo o discutir sobre él", dijo al diario español ABC.

"Es necesario que podamos decir lo que queramos sobre la realidad que vivimos y, sobre todo, sobre cómo queremos vivir. Si nos comprometemos con un régimen o una idea política para pensar, nos equivocamos. Los ciudadanos deben vigilar siempre la gestión de su Gobierno y decir en libertad lo que funciona y lo que no, independientemente de que seas rojo o azul. Debe haber espíritu crítico, sin ataduras", señaló.

"El hecho de que algunos no quieran ver la realidad nos divide y nos hace daño a todos. Eso es algo que todavía ocurre mucho en Cuba", agregó.

Gonzalo Rubalcaba habló con ABC sobre su relación con el fallecido trompetista estadounidense Dizzy Gillespie y la negativa del Gobierno de Cuba para que se fuera de gira con Gillespie, como contó el pasado agosto en una entrevista en DIARIO DE CUBA.

"Me lo ocultaron. No me contaron absolutamente nada, que era lo que habría correspondido al tratarse de mi vida y de mi futuro. El Estado castrista se tomó la libertad de responder por mí, sin consultarme, y le dijeron que no podía porque estaba estudiando. Es que no quiero que este percance se tome como algo excepcional por tratarse de mí, porque ha sido la forma habitual de actuar del Gobierno cubano", dijo Rubalcaba a ABC.

Rubalcaba dijo que conoció a Gillespie en La Habana en 1984, cuando el trompetista fue invitado a un festival y le pidió tocar juntos en un concierto. Fue "un auténtico espaldarazo internacional, porque yo estaba empezando y con él venía un equipo de cámaras para grabar sus conciertos. Caer dentro de ese documental tuvo una repercusión tremenda, porque me metió en un mercado con el que yo ni siquiera había soñado. Fue un antes y un después en mi carrera".

Antes del concierto, Rubalcaba y Gillespie quedaron para almorzar en un hotel de La Habana. En 1984 los cubanos tenían prohibida la entrada a los hoteles. El músico señaló que "cuando llegué, efectivamente, me pararon en la entrada y me preguntaron qué hacía yo allí. No les importó que les dijera que había quedado con Dizzy Gillespie y me prohibieron la entrada, pero justo pasó por allí un conocido que trabajaba en el hotel e intercedió por mí, así que subí corriendo a su habitación. Sabía que una conversación relajada con él de una hora equivalía a años de estudio con libros y discos… y al final estuve dos horas".

Rubalcaba recuerda que en Cuba los músicos de antes "corrían riesgos para conseguir los discos" de Gillespie porque "estaban prohibidos en la Isla. También los de Charlie ParkerBille Evans Thelonious Monk. Así que, tenías que pellizcarte para creerte que estaba allí en persona, tocando en vivo a pocos metros de ti. Fue una escuela para mí. Durante los días que estuvo en Cuba, simplemente me sentaba a su lado sin hablar. Solo le escuchaba y observaba".

Gonzalo Rubalcaba dijo que en Cuba todavía sigue siendo difícil encontrar un buen piano. "En 2017 toqué en el Gran Teatro de La Habana, que supuestamente posee el mejor piano de la ciudad, y tenía unos problemas tremendos. La razón es que, en Cuba, cada cierto tiempo, el Estado asigna un presupuesto para comprar instrumentos nuevos y manda a comprarlos a alguien que, muchas veces, ni siquiera es músico. Va a la fábrica de Alemania y se trae varios pianos Steinway de más de 200.000 dólares, que a los tres años ya están en unas condiciones pésimas porque no invierten en su mantenimiento. No tienen esa cultura".

Más información

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.