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Obituario

Muere a los 80 años Charlie Watts, el baterista de los Rolling Stones

La banda británica confirma el fallecimiento de Watts en un comunicado.

Londres
Charlie Watts, baterista de los Rolling Stones.
Charlie Watts, baterista de los Rolling Stones. AP

El baterista de la legendaria banda de rock británica The Rolling Stones, Charlie Watts, falleció este martes en un hospital de Londres, según anunció un portavoz a través de un comunicado compartido por la agrupación musical en las redes sociales.

Charlie Watts, fallecido a los 80 años, fue el miembro más reservado de los Rolling Stones, grupo con el que compartió más de medio siglo de carrera musical en la que llegó a ser reconocido como uno de los grandes baterías de la historia, con una técnica musical tan depurada como austera.

En el mes de marzo de 2016 participó en el histórico concierto que ofreció la banda británica en La Habana, al que acudió más de un millón de personas, según datos de la organización.

"En 2016 conversé muy brevemente con Mick Jagger en el aeropuerto de La Habana. Mick estaba flanqueado por sus socios Keith y Charlie y prometió que morirían encima de un escenario", escribió el periodista cubano Michel Hernández en sus redes sociales.

Hernández también destacó la actuación de Watts en el concierto de la Ciudad Deportiva, y dijo que estuvo muy entusiasmado con realizar la actuación en Cuba, pues era un conocedor de la música de la Isla.

Nacido el 2 de junio de 1941, era el mayor de los Stones y pasaba por ser el más sereno de una banda conocida por los excesos de algunos de sus miembros, informó la agencia EFE.

Cuentan los relatos biográficos que tuvo una infancia y juventud sencillas, como miembro de una familia trabajadora que vivía en una casa prefabricada del barrio londinense de Wembley. Su primer tambor, de hecho, lo fabricó él mismo después de arrancarle el mástil a su banjo, imitando el proceder de los negros americanos que practicaban la música "skiffle" y se construían sus instrumentos con objetos cotidianos.

A los 14 años consiguió su primera batería real, que fue un regalo de su familia, y así fue profesionalizándose de manera progresiva, primero en un estilo más cercano al jazz, junto a bandas de este género con las que tocaba, mientras trabajaba como diseñador gráfico.

Su salto definitivo al rock and roll lo dio cuando en 1963 se convirtió en miembro de The Rolling Stones, que había nacido un año antes, como sustituto de Tony Chapman.

"La diferencia entre tocar jazz en clubes y tocar rock and roll con los Rolling Stones era el volumen", dijo en una entrevista con The New Yorker, y así de fácil unió su talento a Brian Jones, Ian Stewart, Mick Jagger y Keith Richards, la formación de entonces.

En realidad, nunca abandonó su pasión por el primer género musical que practicó y a lo largo de su vida fueron varias las aventuras musicales que en esta línea organizó junto a otros músicos, como el grupo Rocket 88.

Como miembro de los Stones, no solo se ocupó de la percusión, sino que como diseñador gráfico se ocupó también de crear elementos relacionados con el grupo, como varias portadas (o la contraportada viñeteada de "Between the Buttons") e ideó los escenarios de muchas de sus giras.

A pesar de encarnar un tipo de músico alejado de la típica iconografía roquera, con un perfil tranquilo y familiar, siempre pulcro en el vestir, Watts vivió uno de sus episodios más amargos en los años 80 por su adicción a la bebida primero, para después pasar a las anfetaminas y la heroína.

Relató después que fue el amor de su esposa, Shirley Ann Shepherd, y el temor a perderla a ella y a su hija Seraphine lo que le hizo recapacitar y desintoxicarse.

Compaginarlo con las giras de "Sus Satánicas Majestades" no era fácil, así que durante las mismas comenzó a recluirse en la habitación de hotel de turno para garabatear.

Su actitud probablemente también tuviese que ver con el hecho de que, durante sus más de cinco décadas con los Stones, viviese golpes como la muerte del exlíder del grupo Brian Jones.

Por otro lado, parece que su carácter aparentemente apacible ocultaba un temperamento bien controlado. Cuenta Keith Richards en su autobiografía "Life" que durante una madrugada de 1984 en Amsterdam, un Mick Jagger en estado ebrio armó jaleo preguntando por "su baterista".

Según su relato, Watts tuvo la paciencia de ducharse y vestirse con su habitual acicalamiento para encontrarse con aquel, pegarle un puñetazo y responderle algo así como "yo no soy tu baterista; tú eres mi cantante".

La vida del músico se vio amenazada en otros dos momentos cruciales, cuando en 2004 hubo de ser tratado de un cáncer de garganta (entonces sí salvó su presencia en la gira de "A Bigger Bang" tras someterse a radioterapia) y cuando solo un año después sufrió un accidente automovilístico en Niza, por el que se fracturó el brazo y varias costillas.

Este pasado 5 de agosto volvió a requerir atención hospitalaria, cuando se informó a los medios que había sido intervenido de urgencia, si bien no trascendió a qué tipo de intervención había sido sometido, quedándose descolgado del "tour" que el grupo debía iniciar en EEUU.

No es un hecho baladí, pues a menudo se le ha señalado que el reservado hombre de las baquetas es en realidad el factótum del hoy cuarteto. Como una vez dijo el propio Richards "no existirían los Rolling Stones sin Charlie Watts".

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