El cantante y compositor cubano Amaury Gutiérrez, parece ser una extensión de su guitarra. El artista, quien lleva escribiendo canciones desde los 17 años, habla con DIARIO DE CUBA sobre su participación en la canción "Libertad y amén", y sobre sus más de 40 años de carrera.
"Me sentí muy honrado de participar en el proyecto "Libertad y amén". Loren fue el que me llamó, él escribió la canción junto al Insurrecto. Me mandaron la música y me encantó la canción. Para mí, la música es lo primero que tiene que gustarte, tiene que ser bonita y tener calidad literaria. Me sentí muy halagado porque ellos me dieron una parte de la canción que tenía mucho que ver con mi estilo y forma de cantar", dice el artista.
Gutiérrez se fue, para no volver, de Cuba el 14 de febrero de 1993. La decisión no fue fácil, dice, pero sí necesaria. El cantante ya había viajado a México en los 90 con la banda Afrocuba que lo acogió por recomendación de Arturo Sandoval. "Allí me hicieron una propuesta para quedarme a trabajar, pero los pies me temblaron. Era la segunda vez que viajaba, yo era un guajiro, venía de Santa Clara y pensé 'yo no puedo hacer esto. Yo me quedo en esta ciudad tan grande con este cielo tan gris y me muero de tristeza'. Esa oportunidad se le escapó y regresó a Cuba para seguir haciendo su música. No fue así para el director de Afrocuba, quien se quedó en México durante ese viaje.
Finalmente, la banda se desintegró y una segunda oportunidad llegó al camino de Gutiérrez. "Me llamaron para cantar salsa en México. Lo pensé mucho y decidí irme cantando lo que fuera. Cuando respondí que no era salsero, me dijeron '¿pero tú no eres cubano?'". Esta ves sí que no regresó a la Isla.
Amaury Gutiérrez siempre ha ido "de frente" con su opinión del Gobierno cubano, asegura, y dio declaraciones al respecto desde el lanzamiento de su primer disco. Por la libertad de expresión, cuenta, pagó un precio en la Embajada de Cuba en México, donde ponían su música en el tono de la contestadora, pero no lo trataron bien cuando intentó regularizar su estatus.
"Me parece humillante que tenga que pedir permiso para entrar a mi país. Yo nunca fui de los artistas que iba a la embajada a cantar. A mi mamá la pude sacar, pero ella no quiere vivir fuera de Cuba", afirma Gutiérrez.
Los primeros años en México fueron duros para el cantante, quien no logró "conectar" con su creación ya que la salsa no era lo suyo. Su carrera tuvo un vuelco positivo cuando empezó a tocar con David Torrens y Pancho Céspedes en pequeños centros nocturnos. "Artistas famosos iban a vernos a nosotros, y a partir de ahí cada uno firmó con una disquera y todo fluyó", recuerda.
Sobre la metodología que sigue para crear canciones, Gutiérrez dice que no sigue un patrón inamovible, y anda siempre con su móvil preparado a la espera de la musa.
"La inspiración llega donde sea, a veces, hasta soñando viene la canción con orquesta y todo, es una cosa bien loca. Lo que pasa que cuando te despiertas se te olvidó todo. Especialmente cuando uno se va poniendo viejo", dice Gutiérrez.
El cantante y compositor, quien ha trabajado con artistas como Willy Chirino, Feliciano, Luis Enrique, Luis Fonsi, el Puma y Alejandro Fernández, es "fanático a la música Country" aunque escucha de todo. "En Cuba estudié guitarra española, pero me aficioné a la guitarra de cuerda de metal. Jaime Camil me regaló una y me empezó a gustar eso", cuenta Gutiérrez, quien confiesa querer colaborar con Luis Miguel y Marc Anthony en el futuro.
Por el momento, Gutiérrez vive con su familia en Miami. Desde allí envía un mensaje de optimismo y esperanza en tiempos difíciles por la pandemia de Covid-19: "Vamos a salir de esto. Todo va a regresar mejorado y 'por encima del nivel', como decimos los cubanos", concluye el artista, por supuesto, guitarra en mano.