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Historia

'Chiquita', la cubana que enamoró a EEUU con apenas 66 cm de altura

Espiridiona Cenda del Castillo fue recibida en 1901 por el presidente William McKinley en la Casa Blanca.

Madrid
La liliputiense cubana Chiquita junto a un jarrón y encima de una silla.
La liliputiense cubana Chiquita junto a un jarrón y encima de una silla.

Alize Espiridiona Cenda del Castillo llegó a medir apenas 66 cm de altura, unas 26 pulgadas, pero su tamaño no impidió que la cubana conocida como Chiquita triunfara como artista y bailarina en Estados Unidos y otros países hace más de un siglo. La vida de Chiquita, su nombre artístico, inspiró un libro al escritor Antonio Orlando Rodríguez, que le valió el Premio Alfaguara en 2008.

Aunque la historia de Espiridiona fue novelada por Rodríguez en el libro Chiquita, el escritor cuenta que se inspiró en parte de la vida real de la actriz. "Esta liliputiense cubana llegó a EEUU en 1896, decidida a triunfar como bailarina y cantante, alcanzó una celebridad tal que el presidente William McKinley la recibió en la Casa Blanca en 1901. Pero yo soy un novelista, no un historiador, así que he recreado su vida a mi manera, con total libertad", dijo Rodríguez al periódico colombiano El Tiempo.

Los archivos del diario estadounidense The New York Times conservan una noticia sobre el debut de Espiridona en Nueva York el 24 de julio de 1896. "Se dice que es licenciada universitaria. Puede jugar, cantar y bailar; es la damita más elegante que se pueda imaginar, y mide solo 60 centímetros de altura. Chiquita debutó ayer en Nueva York en uno de los salones del Hotel Metropolitan. Es una dama cubana, recién llegada a este país. Es muy pequeña para sus años, y estos no duda en contarlos, aunque ha cumplido los 26".

El diario neoyorquino describió a Chiquita como "un patrón de muñeca que de repente había cobrado vida", recreó sus trajes y los aplausos de los invitados ante "la habilidad de la 'señorita' en el baile y el canto".

"Chiquita nació cerca de Matanzas, Cuba, y es la mayor de cinco hermanos, tres varones y dos niñas. Todos los demás son de tamaño normal. Chiquita tiene un hermano y un primo que se ocupan de sus intereses aquí (EEUU). Se dice que no aparecerá fuera de los salones privados, pero es posible que el público tenga la oportunidad de verla", reseñó.

Chiquita nació el 15 de diciembre de 1869 en una familia de clase media que la mantenía en una burbuja. Desde niña recibió clases de canto y era una aficionada a coleccionar abanicos exóticos. Su fama en EEUU creció de la mano del teatro de variedades, reseñó el medio oficialista Cubasí.

"La vedette se catapulta hasta llegar al estrellato en teatros al estilo del Temple de Detroit, La Ópera de Kirksville, en Missouri, y el neoyorquino Palace Theatre (El Palacio), al mismo tiempo que se convierte en la gran atracción en la Exposición Panamericana llevada a cabo en 1901 en la ciudad de Búfalo, y se va de gira a Europa, donde en 1905 se atraganta de multitudes en Londres al lado del gigante ruso Giant Machnow, con quien aparece en varias fotos de archivo", agregó la citada fuente.

Las fotos del Chiquita junto al gigante ruso y otras están disponibles en la página del escritor cubano Antonio Orlando Rodríguez.

"El átomo cubano"

La historiadora y escritora Margaret S. Creighton contó parte de la vida de Chiquita en su libro The Electrifying Fall of Rainbow City: Spectacle and Assassination at the 1901 World's Fair (La electrificante caída de Rainbow City: espectáculo y asesinato en la Feria Mundial de 1901). En el capítulo "El átomo cubano", Creighton contó cómo Espiridona llegó a convertirse en la "muñeca cubana".

"En Nueva York, en 1895, Frank Bostock se hizo cargo de su contrato. Él le pagó 80 dólares por mes por sus actuaciones (y se quedó con su dinero) y ganó, por una cuenta, 1.000 dólares por semana. Para 1900, se había convertido en una de las principales atracciones de Bostock y realizó giras por Estados Unidos y Europa. Como tantas otras personas pequeñas en el mundo del espectáculo en ese momento, conoció a jefes de Estado y de la realeza", escribe Creighton.

Según la citada escritora, las "rarezas" humanas se habían exhibido durante generaciones, pero alcanzaron su punto máximo en EEUU a principios del siglo XX, con la llegada de espectáculos como el de P. T. Barnum y con circos y ferias itinerantes. Los individuos con cuerpos extraordinarios eran fascinantes para una cultura obsesionada con clasificar, medir y establecer estándares y normas.

"El público de Búfalo (estado de Nueva York) tomó a la muñeca cubana con entusiasmo. Disfrutaron de su canto y baile, su acento 'pintoresco' y sus historias sobre el encuentro con monarcas como la reina Victoria. Chiquita no solo vendió muchas entradas, sino que, el 10 de julio, el director general William Buchanan la bautizó como 'la mascota de la Exposición Panamericana'. Parecía un título apropiado", afirma Creighton en su libro.

"El 'átomo cubano' era un símbolo perfecto de lo que EEUU buscaba en sus relaciones con América Latina, y con la nación isleña en particular. Durante y después de la guerra con España, la prensa popular estadounidense había imaginado a Cuba como una hija encantadora del Tío Sam, ansiosa por su ayuda y supervisión protectora. Chiquita, que exhibía 'el encanto de modales tan característico de su raza' y que podía 'sentarse con facilidad y comodidad en la mano de cualquier adulto', parecía la encarnación perfecta de este pensamiento”, agregó.

"Chiquita hizo su parte a la perfección. Se pronunció sobre la lucha de Cuba por la liberación y se le otorgó una autoridad especial para hacerlo. Ya en 1896, la prensa anunció que había nacido en una familia establecida en la provincia cubana de Matanzas y que los españoles habían incendiado la casa de su familia y las plantaciones de azúcar y la habían puesto en fuga. Con dos de sus hermanos en el ejército de Cuba libre, ella era ‘un poco rebelde cada centímetro de sus 26 pulgadas y odia todo lo español con el odio de una leal hija de Cuba’", escribió Creighton.

El 13 de febrero de 1901, Chiquita fue recibida por el presidente estadounidense William McKinley. "Quiero agradecerle por todo lo que ha hecho por mi gente", dijo a la cubana. "McKinley, encantado por su discurso, desabrochó un clavel rosa de su solapa y lo prendió a su vestido", historia Creighton.

Sin embargo, Chiquita no era tan frágil como su tamaño podría sugerir, afirmó un periodista de la época. "No quería que la trataran como un juguete en ningún entorno. Quizás nada ilustra tan bien su disgusto por ser considerada diferente a otras personas como el hecho de que se oponga a una silla alta en la mesa a pesar de que su barbilla pequeña llega solo al borde de su plato, pero sufre las consiguientes molestias para ella misma a causa de su orgullo... Quiere que se entienda que no es una muñeca", apunta Creighton.

Chiquita se casó en 1901 con un joven de 17 años llamado Tony Woeckener. Tuvieron un bebé de apenas dos libras que murió siendo niño.

Según diversas fuentes, Chiquita murió el 11 de diciembre de 1945 en EEUU.

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1 comentario

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Muy buena historia que yo desconocía, sigan poniendo estos hechos históricos