En medio de los reclamos de cambios y el movimiento por la libertad de creación que se ha generado en Cuba a raíz de los sucesos del 27 de noviembre, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, anunció una "gran celebración" por los 60 años de las "Palabras a los intelectuales" de Fidel Castro.
"Concebimos este aniversario como una gran celebración, como una verdadera fiesta de la cultura cubana. Y en esta ocasión, queremos que esa fiesta, que todos los intelectuales cubanos vamos a celebrar, sea en primer lugar una fiesta de los jóvenes", dijo en un discurso el miércoles recogido por la revista oficial La Jiribilla.
Según Alonso, desde que el difunto dictador pronunciara aquella frase: "dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada", se inició el diálogo, "que sigue vivo, un diálogo que continúa siendo necesario y que constituye una divisa fundamental de la política cultural de la Revolución".
"(…) Son las más jóvenes generaciones de escritores y artistas cubanos, los depositarios de esa herencia ejemplar; nos corresponde a nosotros mantener viva esa llama, la llama de la participación, del diálogo franco, honesto, transparente (…)", pero entre quienes están "interesados en vigorizar y fortalecer" la particular visión del régimen de la cultura cubana.
En palabras de Alonso, aquel discurso de Castro "dejó plasmada una fórmula que mantiene plena actualidad: 'la Revolución solo debe renunciar a aquellos que sean incorregiblemente contrarrevolucionarios, que sean incorregiblemente reaccionarios'".
Dijo que "bajo esa dialéctica se ha gestado el diálogo y se han construido los consensos" y "se fundó la política cultural, abierta, inteligente, flexible, de la Revolución".
Atribuyó a esa política, "que no ha estado exenta de errores", en palabras del ministro, "el vigor que mantienen nuestras tradiciones, la amplitud y calidad de nuestra enseñanza artística, el nivel profesional de nuestras compañías danzarias, la extendida y creciente avidez por el teatro, la solidez en la formación y el virtuosismo de nuestros músicos, la diversidad y pujanza de nuestras artes visuales, el prestigio del cine cubano, la masividad de nuestro público lector".
Alonso presentó un "gran plan de acciones culturales" en instituciones y espacios diversos de todas las provincias del país como "una oportunidad para dialogar de muchas maneras".
Ese programa incluye numerosas actividades como exposiciones, publicación y reedición de libros, proyecciones cinematográficas, todas alrededor de Fidel Castro y su concebida política cultural.
Alpidio Alonso, en el centro de la polémica tras los episodios de violencia que protagonizó el pasado 27 de enero frente al MINCULT, reiteró el discurso que durante los últimos meses se ha venido utilizando en los medios oficiales en una feroz campaña para desacreditar y criminalizar a periodistas, artistas independientes y otras voces disidentes.
Se quejó de supuestos "intentos de recolonización", así como de "los esfuerzos y los recursos millonarios", que, según el régimen, "se emplean para utilizar la cultura con fines subversivos contra la revolución".
"Fracasarán. Para enfrentarlos contamos con el talento creador y el compromiso de nuestros intelectuales y artistas y con la savia nutricia de nuestra cultura enraizada en el pueblo", dijo.
Seria muy útil que nuestros millenials visualicen esas "palabras a los intelectuales" sin edición ni trucaje.
Fidel llegó al salón de reuniones donde ya esperaban todos los artistas, en su uniforme de campaña, se quitó el cinto con la pistola con mucha calma y teatralidad, como acomodándose y lo depositó sobre el escritorio, en un gesto muy "casual" con el cañón del arma dirigido hacia la audiencia.
Sólo entonces se sentó y empezó a hablar.
Como alguien dijo: una imagen vale por mil palabras.
// Y "la revolución" es una agenda semisecreta de ellos, en la que ponen, quitan y cambian lo que les parece cuando les parece //
Pero bueno, *es de ellos*, no se le debía prestar atención.
¿No sabe este esbirro de la cultura que la celebre frase de Fidel Castro en la Biblioteca Nacional en 1961 fue una copia (adaptada) de la frase de Benito Mussolini “Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado”?
Castro lo que hizo fue cubanizarla: “Dentro de la revolución (léase Estado) todo, contra la revolución, nada, ningún derecho”.
Dice Alpidio que es una conmemoración que "todos los intelectuales vamos a celebrar". Me entero ahora que Alpidio es intelectual. Cosas del socialismo criollo.
Según Granma, el día anterior hubo una reunión de cuatro gatos intelectuales con El Designado, Alpidio y el gordito Primer Ministro en el Palacio de la Revolución. Se dice ahí que se reúnen todos los meses, pero no se dice qué se discute, qué se aprueba ni qué repercusión tiene. Cosas del socialismo criollo.
El ministro Alonso Grau no es lo peor que hemos visto al frente de la cultura nacional, ya que el señor Pavón Tamayo lo superó antes con creces, no porque sean ambos hombres de escasa cultura, sino porque éste padecía hidrocefalia, una cruel enfermedad neurológica que suele impactar en la conducta mental. Hombre sin obra conocida, fue elegido por ser miembro de las Fuerzas Armadas.
El núcleo duro de su teoría afirmaba que la cultura debía ser ejercida por aficionados, gratuitamente y con la ausencia de homosexuales y lesbianas. Esta política "cultural" realmente fascista fue tristemente célebre, conocida como pavonato y fatal incluso para algunos intelectuales orgánicos que vieron sus obras prohibidas y enviados a freir croquetas. Aunque al fin lograron defenestrarlo.
Aquella gestión ministerial fue bendecida como "dentro de la revolución" para luego ser satanizada por el propio poder. Ello nos alerta que los términos "dentro" o "fuera" son pura demagogia política en Cuba
"...sea en primer lugar una fiesta de los jóvenes..."... porque la juventud bla, bla, bl ,b y los jove..bla, bl, b...
El propio Alpidio prepara una oda en décimas de pie forzado para conmemorar el luctuoso 60 aniversario... Cuando la abyección se mezcla con la mediocridad, surgen estos esperpentos serviles...
Los postulados de Fidel en la llamada "palabras a los intelectuales" son simplemente fascistas, pero precisamente por eso el régimen las necesita como comodín para reprimir al librepensante, al contestador; es su Espada de Damocles. Tienes que ser como yo lo digo y lo quiero, de lo contrario te elimino.