Las redes sociales se conmueven con un video que se ha hecho viral por estos días. En él la protagonista es quien fuera la primera bailarina del Ballet de Nueva York en 1967, la española Marta Cinta, que padecía Alzheimer y falleció durante el primer confinamiento.
El vídeo muestra a la artista bailando espontáneamente "El lago de los cisnes" al escuchar esa composición. La iniciativa ha partido de una asociación que promueve el uso terapéutico de la música en personas con Alzheimer y otras demencias, "Música para despertar", cuyo fundador y director es el psicólogo granadino Pepe Olmedo.
Olmedo ha explicado a EFE que grabó hace más de un año a esta artista cuando se hallaba en la residencia Muro de Alcoi (Alicante), y en estos días ha colgado su reacción para recordarla varios meses después de su muerte.
Marta González Saldaña, conocida como Marta Cinta, que hizo su formación artística en Estados Unidos e América Latina y llegó a ser primera bailarina del Ballet de Nueva York en los años sesenta.
En apenas unos días, más de ocho millones de personas han visto el vídeo en redes sociales como TikTok, Instagram, YouTube, Facebook o Twitter, donde celebridades como los actores Antonio Banderas han compartido la emoción y el poder de la música.
"Una bailarina siempre será una bailarina. Emoción a flor de piel, al escuchar, sentir y volar junto con 'El lago de los cisnes'", señala la publicación de la asociación, cuyo responsable ha indicado que este es un ejemplo de lo que tratan en los cursos de formación que desarrollan con residencias y sus familiares.
"Promovemos que usen la música de forma terapéutica, basada en la psicología, en personas con Alzheimer y otras demencias", ha explicado Olmedo, que invita a que los familiares vuelvan a acercar a sus allegados las canciones que pudieron acompañar su vida.
"Nos encontramos con Marta González, conocimos su historia y probamos con ella las herramientas de 'Música para Despertar' (...) En el vídeo podemos ver cómo reacciona ante una de las canciones más importantes de su vida. Estaba cabizbaja y, ya al empezar los primeros acordes, conecta con la obra y se emociona", ha explicado.
En Cuba la llamaban Rosamunda, allí vivió unos años y ejerció como profesora de Ballet.
Lo maravilloso y enigmático es el cerebro; toda nuestra vida está ahí, pero como cosecuencia de una terrible enfermedad nuestros recuerdos se pierden. De todas formas la experiencia es alentadora, como escribió García Márquez en 100 Años de Soledad: „Todas las cosa tienen vida propia, lo que hay es que despertarle el ánima“
Es un bellísimo video. Emocionante ver a esa artista afectada de Alzheimer cómo reacciona a la música que la hizo actuar en la Compañía de Ballet de New York. Bellísimo.