"Hoy no vengo a hacerles reír. Mi nombre es Víctor Alfonso, soy el creador y director de las series de dibujos animados Dany y el Club de los Berracos, y Yesapín García. Tengo cáncer…" El pasado 7 de septiembre el realizador cienfueguero Víctor Alfonso dio a conocer en las redes sociales su batalla contra el cáncer.
A pesar del desalentador panorama en la producción de dibujos animados en la Isla, Alfonso se las ha ingeniado para sacar adelante sus proyectos. En su filmografía hay una joyita del 2012 titulada Lavando calzoncillos de la que no tuvimos tiempo para hablar.
En estos momentos Alfonso lucha por su vida, la película que realmente importa.
¿Cómo llegas a tomar la decisión de hacer público tu padecimiento?
No acostumbro a alimentar mis redes, soy un pésimo administrador. Disfruto visitar Facebook de vez en cuando y compartir memes, pero no mucho más.
Mi rostro está escondido detrás de mis personajes, siempre he sido así. Pero la noticia que me dieron fue un punto de giro y tenía que hacer algo o tenía que hacer algo. Necesitaba que el caso se diera a conocer a ver qué sucede conmigo.
¿Qué ha sucedido después de tu post en las redes sociales?
Por suerte todo está caminando y está teniendo alcance sin tener que pasarme madrugadas enteras compartiéndolo. Hemos logrado que personas de todos lados se pongan en función de ayudar y algunos trámites ya se están moviendo.
Los tiempos de Covid-19 son difíciles porque hay políticas excepcionales. Mi esposa y yo pensamos que estábamos encerrados y que no íbamos a poder lograr nada, pero gracias al apoyo de la gente y gracias a todos los santos y a la fuerza del Universo no nos hemos quedado desamparados.
¿Cómo ha sido la reacción online? ¿Y en Cuba? ¿Qué esperas que suceda?
La respuesta ha sido inmediata y no me lo imaginaba.
Bueno, como te dije he recibido apoyo por todos lados, amistades desde el círculo infantil hasta compañeros de trabajo. Personas a las que solo conocía de renombre me han apadrinado y me están apoyando con lo que se pueda resolver.
Siento que las distancias, las diferencias y la desconexión ha quedado en un segundo plano. Se crearon múltiples grupos de WhatsApp, me he reencontrado con muchas personas. Las comunidades se han unido en el exilio, en el sector del cine, del periodismo independiente. Nombres desconocidos y otros conocidos que hacía tiempo no escuchaba reaparecen. Es un tema sensible que ha llegado a muchas personas.
Pensé que mi caso iba a demorar meses en resolverse. He tenido tanto apoyo que me siento comprometido para siempre con todas las personas, no solo las que me brindaron su ayuda, sino todos los seres que se encuentran en pena. Me dan deseos de hacer lo que sea por cada ser humano en este planeta. Pero solo soy un realizador de dibujos animados que solo puedo enfocarme en solucionar mi problema.
¿Por qué dices que te sientes comprometido? Háblame de ese sentimiento que te asalta.
Servir, siento una gran necesidad de servir. Hoy soy yo el que necesita ayuda, mañana puede ser otro. Si todo sale bien, si salgo victorioso de esta lucha contra el cáncer, siempre voy a estar dispuesto a ayudar a todo el que lo necesite desde mi modesto aporte.
Las enfermedades son un tema que nos toca a todos. Todos tenemos un primo, una tía, alguien enfermo. Los casos así hacen que las personas se unan y entreguen todo lo que esté a su alcance para resolver la situación en la medida de lo posible.
Mi caso se ha hecho visible por mi trabajo, pero hay que ayudar a todo el que necesite visibilidad. Hay muchos casos en Cuba que no salen a la luz y que en otras instituciones y latitudes podrían encontrárseles una solución. Y no solo hablo de Cuba, hay gente que necesita ayuda en cualquier lugar del mundo.
Hay mucha gente que ha leído tu post y no sabe exactamente que estás buscando más allá de viajar a EEUU para tratarte. ¿Necesitas dinero para el pasaje, la estancia, los trámites? ¿Tienes algún centro médico en mente?
Sería en Miami y ya he comenzado a entrar en conversaciones con varias personas. Se me han abierto varias opciones, pero quiero reservármelas. Cuando tenga todo en la mano lo daré a conocer para que la gente no esté sin saber cómo va evolucionando mi caso.
Te comparto que, para empezar, necesito un diagnóstico más preciso porque en Cuba no lo he tenido. A partir de ahí es que se puede planificar el tipo de tratamiento que llevo. Hay varios ensayos clínicos que se están desarrollando en territorio norteamericano. Leí que La Universidad de Miami acaba de recibir 126 millones de dólares de donación para estudios oncológicos. Si hay presupuesto para la investigación, no hay límites…
¿A qué se debe que en Cuba no hayas tenido un diagnóstico preciso?
Aquí no tienen los marcadores tumorales para conocer el tipo de tumor específico. Se sabe que es condrosarcoma, pero nada más. Sin saber de qué tipo se trata no pueden hacer mucho más de lo que me han hecho. Tampoco cuentan con los recursos para un tratamiento efectivo. Ya hay varios ensayos clínicos en territorio norteamericano en fases avanzadas, pero en Cuba no se investiga al respecto.
¿Estás con algún tratamiento?
No. Me mandaron para la casa.
¿Pero te enviaron porque finalizó tu tratamiento o por otra razón?
Se debe a que no tienen tratamiento para mí. No pueden hacer más nada.
¿Cómo llevas el toque de queda?
Bueno, hace mucho calor ahora en Cuba y si no tienes clima en la casa las computadoras se rompen. La noche es el mejor horario así que aprovecho para trabajar en Yesapin.
Estamos escribiendo y grabando voces de la tercera temporada. En la escritura estoy colaborando con la guionista Lisandra López Fabe, así a cuatro manos sacamos los guiones mas rápido.
Esta temporada tendrá 12 capítulos y todo ocurre en Cuba. Es la precuela de Yesapin. Una vez escritos los guiones procedemos a grabar las voces, las edito, monto una pista de diálogos y al escucharla me voy imaginando los escenarios. Hago un storyboard y luego paso a un equipo de animación de Santa Clara. Trabajamos por internet.
Me atrae tu forma de construir la imagen desde los diálogos. ¿Qué libertades te brinda esa manera de trabajar?
Los actores le aportan muchas cosas que no puedo predecir. Si hago el storyboard antes les estoy limitando.
La verdad es lo que se graba, es lo que va a quedar, y sobre eso desarrollamos las demás etapas. Y me encanta hacerlo así, siempre pienso el casting en función del personaje. Incluso los diseños de los personajes nuevos aún no están hechos esperando a encontrarles la voz.
Últimamente Yesapin me ha dado la oportunidad de trabajar con actores y actrices maravillosos.
¿Cómo haces para imaginar los guiones desde La Habana cuando la historia transcurre en Miami?
Los capítulos de Yesapin que hemos realizado son un trabajo en conjunto con Yasmany Concepción que es el productor y también amigo mío. El me pone el pie forzado. Me cuenta cómo se vive, en qué piensan mayormente los cubanos de Miami, etc. También nos fuimos por lo minimal, Yesapin todo el tiempo está en un cuartico con su perrito y eso ayuda más. Hemos ido paso a paso complejizando y desarrollando mejor ese universo, pero sin mandarnos a correr.
¿Cómo es el flujo de trabajo teniendo en cuenta la mala y costosa conexión a internet que existe en la Isla?
Antes de existir internet en el teléfono tenía que ser a golpe de WiFi. Yo terminaba entregando el capítulo el mismo domingo que se estrenaba, par de horas antes. Tenia que ir corriendo a la salita que está en 17 y A, que tenía mejor conexión, para enviar el capítulo porque en los parques te robaban la cuenta.
Ahora con el Covid aprendimos a trabajar desde la casa, pero por el teléfono no se cuentan las horas sino los megas, y está aún más caro. Porque son muchos los archivos que hay que enviar y recibir todo el tiempo. En la WiFi yo podía enviar archivos gigantes que no importaba, lo que te esta consumiendo ahora no es el tiempo, sino los datos.
¿Qué tipo de gestiones tienes pensadas para hoy?
De 7:00AM a 5:00PM tienes para salir a hacer gestiones, pero a las 4:00PM ya todo está cerrado. A mi esposa y a mí se nos pasan las horas aquí en la casa haciendo cosas y no nos damos cuenta que ya todo cerró y no podemos buscar nada. Comida es básicamente lo que salimos a buscar y también coordinar otras cositas.
En La Habana no hay transporte.
Me he tropezado con personas en los semáforos que me dicen que llevan horas caminando bajo el sol. Mi carriola eléctrica le llama la atención a mucha gente. Cuando paso de largo escucho comentarios de personas diciendo: "Eso es lo que me hace falta a mí"…
Hay que salir temprano a ver qué se encuentra, lo que haya nos sirve. La Habana está pelá. Ni frutas ni verduras ni viandas ni ajo ni cebolla.
Para resolver, es mucha la pata que hay que echar. Las personas están incomunicadas entre municipios por este problema y ahora con el toque de queda solo se puede comprar en las tiendas de tu municipio. Pero para comprar verduras es más flexible la cosa. Yo voy al mercado de 19 y B, luego paso por los de 17 y G, y 17 y K y aún así esos mercados están desabastecidos. El fin de semana cuando pase por el de 17 y G, aparte de que había que hacer una larga cola lo cual es peligroso por el Covid, cuando entro los productos parecen comida para animales, de la más baja calidad. Lo último del saco. Todo encogido y pasado de tiempo.
¿Has encontrado algún producto fuera de los limites impuestos que se te haya negado comprar?
Mi esposa y yo evitamos esas broncas que se forman para comprar en las tiendas en CUC. Estas dos semanas decidimos estar en casa e ir tirando con las carnes que nos quedan por acá. Recientemente salí y pude comprar un pargo en el mercado negro. Y el vendedor me dijo que comprara los otros que le quedaban que se van a acabar pronto. Ya que los pescadores dejarán de pescar porque no les convienen las nuevas medidas de pesca.
¿Cómo piensan hacer el pargo? ¿Lo filetean?
Podríamos prepararlo con limón, pero no hay. Nos queda aceite por suerte, o por "acaparadores". Me dejaste pensando. Realmente no he pensado en eso, está tieso en el congelador.
¿De cuántas libras es?
Costó 6.00 CUC. Tiene dos libras y media.
¿Qué haces para desconectar? ¿Cómo escapas de la realidad y de lo que estás viviendo en estos momentos?
Bueno, qué te puedo decir, nada es para siempre. Un árbol crece, da frutos y muere. Y puede venir un ciclón y arrancarlo de raíz. En eso no se piensa tanto, solo se asume. Lo que uno no puede es cruzarse de brazos. Yo tengo una enfermedad, y si cojo un vuelo hay posibilidad de encontrar una solución. Solo eso.
Lamentable lo de su enfermedad, ojalá encuentre remedio pronto. Y qué triste que ni un puñetero limón haya para echarle a un pescado. Esos intelectuales de izquierda que dicen que en Cuba se vive bien deberían de mudarse allá de forma permanente pero con las mismas "facilidades" que tienen los cubanos de a pie.
Un creador cuenta siempre con el aprecio y el apoyo de su público.
Mis mejores deseos de que pueda resolver su situación de enfermedad en EE.UU. La solidaridad con él a través de las redes sociales es un ejemplo de que somos un sólo pueblo. ¡Pa' lante, cubano triunfador!
Cuánta pena. En medio de la desgracia mundial, se suma la desgracias nacional cubana y la desgracia personal de la enfermedad. Mis mayores deseos de que sus gestiones tengan éxito y que pueda tener el tratamiento correcto.