"Pues si le ponen 'Rosita' lo veré más lógico que 'Karl Marx'", escribió el humorista Ulises Toirac en Facebook ante la creciente demanda de los cubanos en las redes sociales para rebautizar el teatro de La Habana que lleva el nombre del teórico del marxismo con el de la vedette cubana Rosita Fornés, fallecida la pasada semana en Miami.
"En primer lugar es más cubano; en segundo lugar, hizo más por la cultura cubana; en tercer lugar, ya allí CASI no se hacen reuniones; y en cuarto lugar, quiero ver cómo coño era la firma de Rosa Fornés", ironizó, en referencia a la rúbrica de Karl Marx reproducida sobre la fachada del coliseo de la Avenida 1ra del municipio Playa.
Con Toirac coincidió el cineasta Jorge Dalton: "Suena mucho mejor en todos los sentidos. Muy de acuerdo contigo pero 'los compañeros' que ya no se reúnen ahí pero se reúnen en otro lado no creo que le cambien el nombre, ya sea hasta por capricho. Yo lo que creo es que a ese teatro jamás se le debió cambiar el nombre de Charles Chaplin. Eso fue un sacrilegio".
La actriz Luisa María Jiménez indicó: "Me encantaría ese cambio. Tiene mucho sentido y lógica".
Otra propuesta similar a la que apoya Toirac fue lanzada el sábado último por el periodista cubano Julio Acanda, quien a través de su muro de Facebook pidió renombrar el Teatro Nacional como Teatro Nacional de Cuba "Rosita Fornés".
"Esa es mi propuesta para perpetuar su nombre y que de alguna manera siga en la cartelera de los espectáculos del futuro. Algo similar al Gran Teatro de La Habana 'Alicia Alonso'" señaló Acanda, en referencia al cambio de nombre del otro gran teatro de La Habana, en homenaje a la bailarina cubana.
"Las salas Avellaneda y Covarrubias del Teatro Nacional fueron escenarios donde la Fornés brilló en memorables funciones. Aún se recuerda allí su exitosa temporada de Confesiones en el Barrio Chino", fundamentó el periodista.
En la propia publicación de Acanda, muchos expresaron su apoyo, pero otros se decantaron por rebautizar el Karl Marx.
"El actual Carlos Marx puede perfectamente pasar a llamarse 'Rosita Fornes', este en el mayor teatro de variedades de Cuba y como tal representa mejor la obra y la vida, el legado cultural, de nuestra vedette", apuntó el museógrafo René Gutiérrez Maidata.
Varios cubanos recordaron que el Karl Marx, que nació como Teatro Blanquita y fuera renombrado Charles Chaplin, volvió a cambiar de nombre cuando en 1975 sirvió de sede del primer congreso del Partido Comunista de Cuba, época a partir de la que se convirtió en uno de los principales escenarios políticos de La Habana.
Las iniciativas de homenaje y recordación abundan desde que la Fornés falleciera en Miami el pasado 10 de junio, a los 97 años. Sus restos llegaron a la Isla y serán homenajeados este martes en el Teatro Martí, en una ceremonia en la que los cubanos podrán darle un último adiós.
rosita fornes puede llamarse tambien un parque, a carlito su teatro
Y Carlitos Marx un meadero público.
Sería adecuada la iniciativa. A mi juicio el nombre de Carlos Marx lo dejaría mejor para llamar a un vertedero de basura.
En primer lugar es que Rosita Fornés nos trajo arte y alegrías, en cambio el otro miserias y tristeza.