"Gracias por mi primera portada en la revista, es un orgullo haber compartido con ustedes este momento tan especial en mi vida", agradeció la actriz cubana Ana de Armas luego de que la revista Vogue España le dedicara su más reciente cubierta.
"Gracias por el cariño, la ilusión y las ganas de tenerme. Gracias por venir hasta Los Ángeles y no darse por vencidos cuando mi agenda parecía imposible de descifrar", escribió en su perfil en Instagram.
De Armas, que reconoció estar en confinamiento en su hogar en Los Ángeles debido al coronavirus, apreció el gesto de Vogue España de ofrecer gratis este nuevo número a los lectores.
"Hoy, que las agendas no importan, y estamos todos en casa y las horas pasan más lentas, y el aislamiento es nuestro deber y salvación, gracias también por hacer llegar a todos este número de forma gratuita online", manifestó.
El reportaje de Vogue España, donde la actriz exhibe modelos y joyas de marcas célebres, considera que la intérprete ha reinventado el "concepto de chica Bond" y se introdujo "en la piel de Marilyn Monroe", en referencia a dos de los proyectos cinematográficos en los que actuó recientemente y que deben ver la luz este año.
De Armas estuvo tres días en Madrid, junto a un equipo de cien personas, para grabar el spot publicitario de la campaña de primavera de El Corte Inglés.
"Me hace mucha gracia, porque hace diez años El Corte Inglés era básicamente mi pasatiempo favorito. Me tiraba horas allí, aunque no acabara comprando nada. Es muy surrealista ser yo quien ponga cara a su imagen", confesó la actriz, evocando el periodo en que vivió en la capital española.
De Armas contó que su único hogar en los últimos meses han sido una maleta y su perro Elvis, un bichón maltés que desde hace diez años la acompaña allí donde puede.
"En un viaje que hice a Londres, tuve que dejarlo en Cuba por la cuarentena. Al volver a Nueva Orleans, me perdieron el equipaje y me vi en una ciudad extraña, sin ninguna de las dos cosas que me recuerdan un poco a tener una casa. Tardé cuatro días en recuperarlo, pero cuando llegó, ya había decidido que me tenía que replantear mi vida", confesó.
Vogue España recapituló su carrera en los últimos tiempos: tras terminar el rodaje de un drama biográfico sobre Sergio Vieira de Mello, un funcionario de Naciones Unidas asesinado en Irak en 2003, se enfrascó en el de La Red Avispa en Cuba, junto a Penélope Cruz y Edgar Ramírez.
Posteriormente, viajó a Nueva Orleans para la adaptación de la novela Deep Water, de Patricia Highsmith, junto a Ben Affleck; y, antes de confirmarse como la Marilyn Monroe de Andrew Dominik, en Blonde, inspirada en la novela de Joyce Carol Oates, terminó en Londres su incursión como primera chica Bond de nacionalidad cubana en No Time to Die, la quinta y última entrega del actor Daniel Craig como el agente 007.
"Al principio, me hacía ilusión vivir cada semana en un rincón del mundo, pero no te voy a mentir: me toca recalibrar", aseguró la actriz.
"Después de una infancia en Cuba opuesta a todo eso, los primeros años en Madrid fueron un impacto que no sé si supe afrontar muy bien. Yo acababa de cumplir la mayoría de edad y no conocía a nadie aquí, pero tuve suerte de que mis compañeros de trabajo se convirtieran en mi familia", recordó.
Ana Celia de Armas Caso nació hace 31 años en La Habana, aunque, por motivos laborales de su padre, Ramón, la familia se mudó a la pequeña ciudad de Santa Cruz del Norte al poco de nacer. "Mi padre trabajaba en la Asamblea del Poder Popular y mi madre en recursos humanos del Ministerio de Educación, pero estuvieron muy presentes. Esos fueron los años más felices de mi vida, supongo que por eso vuelvo a La Habana siempre que las cosas se ponen un poco feas", relató.
Hasta los 14 años iba de su casa a la playa descalza y su mayor preocupación era conseguir el papel de Emma Bunton cuando se reunía con sus amigas para imitar a las Spice Girls. "Ellas eran de lo poco que llegó a Cuba de la cultura popular que brotaba en Occidente. Aunque empecé a entender las letras hace apenas dos años", dijo.
Con apenas 15 años, matriculó en actuación. De Armas se plantó junto a su madre en la Escuela Nacional de Teatro el día que se celebraban las audiciones y fue seleccionada entre más de 500 niños, tras diez horas de espera. Pasó cuatro años matriculada y, en su segundo año de carrera, en 2006, el director cántabro Manuel Gutiérrez Aragón la contrató para su debut profesional en Una rosa de Francia, junto a Jorge Perugorría.
"Fue Jorge quien se acordó de mí, meses después de coincidir con el actor en un cumpleaños. La escuela era muy estricta y tuve que abandonar ese curso para poder filmar la película, aunque me dejaron volver para acabar el título. Yo ya empezaba a descubrir que había más mundo del que había creído hasta entonces".
"Aparte de Una rosa de Francia, solo había hecho otras dos películas, Madrigal y El Edén perdido. Cogí lo poco que tenía y me vine con ese dinero a Madrid, pero no calculé bien lo que valían aquí mis ahorros. Unos cuantos sofás caritativos fueron mi salvación", señaló.
La serie española El internado, emitida entre 2007 y 2010, hizo que su rostro se hiciera tan reconocible que enamoró al público de la ficción. Luego apareció en la teleserie Hispania. "Me lo vendieron como el trabajo de mi vida y volví a Madrid para hacerlo, pero me decepcionó muchísimo. Acabé sintiéndome culpable por aceptarlo, pensando que era un retroceso en mi carrera. Entonces me di cuenta de que El internado había influido mucho en cómo me percibían los directores de cine, y la única manera de cambiarlo era con un salto radical".
Sería un salto al cine, en 2014, como protagonista del drama adolescente Por un puñado de besos, de David Menkes, quien ya la había dirigido en Mentiras y gordas (2009). "Estaba tan desesperada porque los directores y productores me vieran por fin, que decidí teñirme el pelo de fucsia para el papel, pero apenas recibí ofertas hasta un año después, cuando hice Manos de piedra con Jonathan Jakubowicz."
"La única manera de conseguir las oportunidades que esperaba era dejar de esperar, y salir a buscarlas yo", comentó acerca de la decisión de salir a probar suerte a Hollywood.
En cuatro meses, pasó de no saber decir una frase en inglés a sonar bilingüe, conseguir un apartamento decente en Los Ángeles y firmar su contrato para Toc, toc (Eli Roth, 2015), sacudiéndose la fama que había logrado en España. "No era la primera decisión de ese tipo que me tocaba tomar, pero fue mucho más duro de lo que esperaba. Ahora no pienso dar nada por sentado, voy a luchar cada día por acercarme a mi sueño".
"He luchado por salir del estereotipo de latina con carácter todo lo que he podido y más, pero el cine está lleno de clichés y no puedes bajar la guardia. Lo cual no significa que no haga de cubana, como ocurre en No Time to Die. Y que mi personaje, Marta Cabrera, sea guapa, elegante, y camine enjoyada y en tacones. Esa es la fantasía del mundo de James Bond. Pero, gracias al guion de Cary Fukunaga y a los diálogos de Phoebe Waller-Bridge, mi personaje no está ahí para complementar la historia de Bond", aseguró.
Con Marilyn Monroe, los conflictos internos fueron similares. "El director, Andrew Dominik, llevaba diez años intentando adaptar Blonde, de Joyce Carol Oates. Había barajado a varias actrices pero por algún motivo, el proyecto nunca salió adelante. Cuando vio Toc, toc, consiguió mi contacto y me mandó el guion. Poco después hice el proceso de pruebas, y a las pocas semanas me dijeron que era para mí".
"Lo primero que pensé al leer el texto es que era una película de terror, una historia oscura y muy triste que no casaba con lo que yo conocía de ella. Por eso creo que será una cinta difícil de asimilar, y que va a ser violento ver lo que tuvo que pasar hasta su muerte. Después, estuve un año trabajando su acento, viendo su filmografía una y otra vez y, no te voy a mentir, acabé obsesionada con ella".
Cuando volvió a Nueva Orleans para terminar de rodar Deep Water, el propio Ben Affleck se quedó observándola después de la primera toma y le dijo: "Te fuiste siendo una actriz, y acabo de hacer una escena junto a alguien completamente distinto. Eres otra persona, y eso para un actor es casi un milagro".
"Tengo ganas de leer un libro, de terminar de amueblar la casa que compré hace poco en Cuba, escaparme dos semanas a algún sitio perdido. No tengo un solo día libre en el calendario durante los próximos meses, y me da miedo que eso me queme y me acabe cansando", advirtió.
A cintura pura ha llegado a la meta.Definición; "Jinetera" de "Alto vuelo".
felicidades Anita!