La censura ganó la batalla y la serie de Netflix La primera tentación de Cristo, que no podrá emitirse en Brasil tras la orden del magistrado de Rio de Janeiro, Benedicto Abicair, quien dio la razón a las organizaciones católicas que denunciaron a la plataforma por "incitar a la blasfemia" tras retratar a Jesucristo como una persona homosexual.
En su decisión, el juez Abicair argumentó: "Me parece más adecuado y benéfico, no sólo para la comunidad cristiana, sino para la sociedad brasileña, mayoritariamente cristiana, hasta que se juzgue el mérito (...) recurrir a la cautela para calmar los ánimos, por lo que concedo la decisión preliminar en la forma requerida", indicó EFE.
El magistrado aceptó así la petición del Centro Don Bosco Fé y Cultura, un grupo católico ultra que en su página web cita como uno de sus propósitos formar "soldados de Cristo por medio de la vida espiritual e intelectual para actuar en la cultura, defendiendo la fe verdadera".
La decisión de retirar el programa de la plataforma de streaming, que en un principio fue negada por la Justicia, es provisional y se puede recurrir.
El estreno de la serie levantó muchas molestias en grupos brasileños durante las fechas navideñas, hasta el punto de que el hijo de Jair Bolsonaro la calificó de "basura", mientras que una campaña en la plataforma Change.org todavía activa acumula más de 2,3 millones de peticiones para que se prohiba.
Desde la organización que denunció la serie ante el juez afirmaron que el programa supone "un daño al honor de millones de católicos", concretamente a un 86% de la población, razón de peso para que el juez Abicair prohibiera la emisión del programa.
El revuelo y la movilización en este caso superó con creces las campaña iniciadas contra otros hechos, como los abusos sexuales de representantes de la Iglesia Católica.
El que La primera tentación de Cristo se haya censurado en Brasil pone al país en una situación similar a la de regímenes como los de Cuba, Eritrea, Arabia Saudí, China, Corea del Norte o Irán, países que forman parte de las diez naciones donde se ejerce más censura, según el último informe del Comité para la Protección de los Periodistas.
El tema de la censura se está convirtiendo en un asunto habitual en Brasil. En septiembre pasado, el alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, antiguo sacerdote, exigió en reiteradas ocasiones la retirada de un cómic de los estantes de la feria del libro porque, según él, contenía contenido no apto para menores.
El libro, titulado Vengadores, la cruzada de los niños, de Marvel, mostraba a dos hombres que se besaban. Desde el momento en que Crivella denunció pública y judicialmente los hechos, las existencias del cómic se agotaron. Un juzgado local le dio la razón al alcalde y el Tribunal Supremo tuvo que intervenir para determinar que es ilegal prohibir publicaciones con contenido LGTB.
La primera tentación de Cristo, programa de Porta dos Fundos es un especial de Navidad que se realiza cada año. La edición de 2018, en la que los apóstoles y Jesús se emborrachaban locamente en la Última Cena, ganó hace poco el Premio Emmy como Mejor comedia internacional.
La edición de este año desató la ira de grupos conservadores, porque insinúa que Jesús tuvo una experiencia homosexual con un amigo que conoció durante su retiro en el desierto.
Además del polémico Jesucristo gay, Dios aparece retratado como un galán que se burla de José y que trata de seducir a María continuamente. Además de estos especiales de Navidad, el grupo, muy popular en Brasil, realiza breves cortos humorísticos disponibles en YouTube, que acumulan millones de visualizaciones.
El 24 de diciembre pasado, un grupo de cinco hombres atacó con cócteles molotov la sede de la productora en Rio de Janeiro, provocando graves daños materiales en la fachada del edificio.
La Policía logró identificar a uno de los autores, Eduardo Fauzi, un hombre con varios antecedentes penales y que estaba afiliado al Partido Social Liberal (PSL), la formación a la que pertenecía hasta hace poco el presidente Jair Bolsonaro.
El sospechoso, que confirmó a través de un video ser uno de los responsables, huyó a Rusia poco después de que fuera identificado, y ahora está en la lista roja de la INTERPOL.
Antes de que la Policía identificara a Fauzi, otro grupo reivindicó el ataque a través de las redes sociales, el autodenominado Comando de Insurgencia Popular Nacionalista de la Familia Integrista Brasileña. Tres hombres encapuchados y con la voz distorsionada reivindicaron el ataque "para ajusticiar los anhelos de todo el pueblo brasileño contra la actitud blasfema y antipatriótica" de los "militantes marxistas" de Porta dos Fundos.
Los cómicos recibieron muestras de solidaridad de otros artistas y de entidades que pidieron que el ataque fuera tratado como un acto terrorista. Bolsonaro y el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sérgio Moro, no se pronunciaron sobre el episodio. En algunas calles de Río han surgido pintadas con el lema "Fauzi héroe".
Era de esperar... y saldrán otros "Fauzis héroes" del PSL. Por algo Bolsonaro logró el apoyo primero y se desmarcó después. Lo interesante es que huyó a Rusia...se hará ortodoxo junto a Putin?