El irlandés, la nueva película del célebre director Martin Scorsese, está provocando sorpresa en los espectadores, que se enfrentan a la imagen rejuvenecida de rostros tan conocidos del cine como los de los actores Robert De Niro, Joe Pesci y Al Pacino.
El fenómeno cinematográfico del año, en el que Scorsese regresa al cine de mafiosos, ha abierto una puerta al futuro de los efectos visuales, el maquillaje y la interpretación. Su "misterio" descansa en la técnica del rejuvenecimiento digital o de-aging.
Scorsese utiliza actores septuagenarios a los que el equipo de efectos visuales de Industrial Light & Magic ha quitado años digitalmente, de acuerdo con la edad que deben tener en cada momento del relato. El resultado ha recibido elogios generalizados de un público que quizá hasta ahora no había sido consciente de lo mucho que se viene utilizando esta técnica en el cine, reconoció el diario español El País.
"Te sorprendería saber cuánto existía ya en el mundo de la realidad aumentada en el cine", confesó Beau Janzen, profesor en Gnomon, una de las mejores escuelas de efectos visuales en Hollywood. "Lo hemos estado haciendo por décadas", desde cambiar cuerpos hasta añadir pisos de edificios.
Janzen ha trabajado en producciones donde se han hecho "arreglos de belleza porque el maquillaje no era suficiente para las expectativas de las actrices"; o mover los ojos de un actor porque no estaba mirando en la dirección correcta; o mezclar frases de distintas tomas y que parezca que el actor las dice seguidas. "Todas las películas actuales y la mayoría de las series tienen algo de efectos", aseguró.
El de-aging se ha usado en películas como la saga Piratas del caribe, X-Men: la decisión final, Capitana Marvel y TRON: Legacy. Pero El irlandés es la primera gran película de corte clásico que usa esta tecnología, pues aporta un nuevo nivel de trascendencia a una tecnología hasta ahora asociada al puro espectáculo visual.
"Es una herramienta de Marvel en una película de Scorsese", resumió Janzen.
Los profesionales de los efectos especiales están tan asombrados como el público en general con el resultado. "En de-aging no he visto nada parecido", dijo Janzen, cuyos créditos incluyen Stranger Things, Westworld y The Walking Dead.
"Me impresionó por la cantidad de planos en los que aparece y por la resolución. Netflix hace todo en 4K, que es el doble de alta resolución". Una minoría verá la película en el cine, pero los millones que la vean en sus televisores de alta resolución también van a poder apreciar hasta los poros de una piel creada por ordenador.
Se suma "la complejidad de las secuencias y una interpretación muy delicada", además de un especial escrutinio del público que no tienen las películas de superhéroes. El reto era formidable y, en general, los críticos se han quedado sin palabras.
En una entrevista en la revista Sight & Sound, Scorsese advirtió que en el fondo no está haciendo nada que no se haya hecho toda la vida. "En el cine existe la convención del uso del maquillaje. En las películas antiguas, el público acepta que el pelo está teñido y que el bigote es falso. Te dejas llevar por el engaño", recordó.
Scorsese citó películas en las que hay un maquillaje protésico importante, como en El hombre elefante (1980) o Pequeño gran hombre (1970). A pesar de que el maquillaje prácticamente oculta la cara de John Hurt y de Dustin Hoffmann, todo el mundo reconoce que son grandes interpretaciones. El de-aging es "eso en otro nivel. Y creo que, a largo plazo, puede acabar siendo superior", dijo.
"Si lo piensas, es algo que ya se hace en la portada de Cosmopolitan", advirtió Janzen. "Es el mismo nivel de control de la imagen, pero en las películas. El público solo habla de los efectos especiales que se ven. No se dan cuenta de cuánto hay que no se ve. Se ha hecho durante décadas. El irlandés es la culminación".