El relato institucional del arte cubano ha muerto. Durante las primeras décadas del régimen, al entenderse la cultura como "arma de la revolución", el discurso de la "utopía" dominó el metarrelato de los artistas que se sumaron al proceso revolucionario. Todo comenzó a cambiar a partir de la década de los 80, y hoy la crítica y el arte independiente desmontan la semántica oficial.
Así quedó expresado en la presentación de los libros El fin del gran relato y Pan fresco, ambos de 2019. La presentación se realizó en la tarde-noche del sábado en la galería Novo Artista del barrio habanero de Párraga. Fue la conclusión del taller "Afectar el afecto; ficcionar el documento", auspiciado por el independiente Instituto de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR.)
Pan fresco, editado por Almenara, es un compendio de textos críticos sobre el arte cubano hecho a cuatro manos por el curador Henry Eric Hernández y Clemens Greiner. Incluye ensayos de artistas y críticos cubanos residentes en la Isla y fuera de ella, como Mailyn Machado, Héctor Antón, Orlando Hernández y Anamely Ramos.
El fin del gran relato aborda obras cuestionadoras de la realidad nacional, de artistas visuales como Carlos Garaicoa, Luis Manuel Otero Alcántara, Ezequiel Suárez, Isabel Cristina Gutiérrez y Laura Pérez Insua, José Ángel Toirac, Los Carpinteros, Celia & Yunior, Yornel Martínez y Reynier Leyva Novo. Entre los ensayistas participantes están Suset Sánchez, María A. Cabrera Arús y Carlos Alberto Aguilera.
Como complemento a la presentación de Hernández, el crítico de arte y colaborador de DIARIO DE CUBA Jorge Peré Sersa disertó sobre varios de los textos de El fin del gran relato, al cual calificó de necesario y paradigmático.
Señaló el valor cuestionador del libro, que —apuntó— "debe ser estudiado por las nuevas generaciones de artistas y críticos de arte".
"Su impronta solo podrá ser valorada en toda su magnitud en las próximas décadas", consideró.
En la velada también se exhibió el audiovisual El fin del gran relato, en el cual varios artistas presentes en el libro hablan sobre sus obras y el montaje y exhibición en el contexto del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos.
A los interesados, al final del evento se les copió en formato digital las obras presentadas.