La artista Tania Bruguera explicó en una declaración publicada este sábado en su perfil de Facebook por qué decidió no participar en la XIII Bienal de La Habana.
"Antes de dar mis razones quiero aclarar que admiro el trabajo de los curadores de la Bienal de La Habana y no considero ninguna de mis razones su responsabilidad sino la de las políticas culturales del Ministerio de Cultura. Soy una artista formada por la Bienal de La Habana y quizás por eso lo que sucede me duele más", inicia su misiva.
La artivista no entiende "la incoherencia de suspender la Bienal en 2017 para ceder sus recursos a la reconstrucción del huracán Irma […] y ahora, en 2019, cuando hace unos meses un tornado devastó en La Habana varias de las zonas más pobres y obreras de la ciudad, el Ministerio de Cultura (MINCULT) ha decidido que es más importante gastar una buena parte de su presupuesto en promocionar y usar a La Bienal de La Habana para limpiar su imagen internacional ante la campaña contra el Decreto 349".
Bruguera cuestiona la "transparencia institucional" del MINCULT. "Al preguntar de forma abierta por Twitter al viceministro de Cultura [Fernando Rojas] por el presupuesto de esta edición la respuesta fue una sarta de acusaciones personales sin, por supuesto, responder a la pregunta".
"Cuando le expliqué que eso era una práctica establecida internacionalmente su respuesta fue el silencio. Ese silencio continúa aún, cuando para el Ministerio de Cultura el apoyo material y promocional al proyecto de un artista se decide no basado en su calidad artística sino en su lealtad al Gobierno y en el uso que puedan hacer de ese artista para mejorar la imagen internacional del país", añade.
Para la artista, "el objetivo de esta Bienal no es promocionar a los artistas cubanos (eso le tocará a cada uno, según sus posibilidades) sino que todos vayan entendiendo que el Decreto 349 será aplicado solo sobre quienes sean independientes y hagan preguntas incómodas".
Bruguera no asiste al evento de las artes plásticas, según explica, "porque no pudiera estar en una fiesta compartiendo sus impresiones sobre los méritos artísticos de una obra de la XIII Bienal de La Habana mientras sabe que los estudiantes de medicina congoleses están siendo reprimidos, abusados y encarados a punta de pistola por la policía cubana en las mismas calles que caminamos para ir a ver una exposición y nadie está haciendo nada para evitar o solidarizarse con esto".
"No pudiera tomarme un selfie entre amigos mientras sé que, en ese mismo momento, hay artistas presos y constantemente acosados porque son incómodos y no entran en la narrativa oficial de La Bienal creada por el MINCULT. No puedo seguir justificando con el eufemismo oficialista 'mala obra' cuando en realidad se quiere decir 'no me meto en eso porque me va a traer problemas'. No puedo ser cómplice, porque ya se sabe con pruebas irrefutables que la Seguridad del Estado da órdenes al MINCULT", escribe.
Luis Manuel Otero Alcántara, por ejemplo, fue detenido el viernes por realizar una perfomance incómoda frente a su vivienda en el barrio habanero de San Isidro. El sábado continuaba "desaparecido". Según denunciaron amigos y otros activistas, la policía política dijo que ya había sido liberado, pero lo cierto es que ninguno de sus allegados sabía del paradero del joven.
A Bruguera le "es incomprensible la doble moral de quienes apoyan las protestas en el Whitney Museum (por tener a un miembro de su consejo que es éticamente inaceptable) o en el Guggenheim (para que no acepte dinero éticamente inaceptable) pero en Cuba justifican actitudes éticamente inaceptables y con tremenda alegría".
"Ya nadie es inocente, el que está ciego es porque se sacó sus propios ojos para no ver. ¿A quién le importan las injusticias que existen en Cuba? No a los que visitan la Bienal. Cuba no es su problema, ellos están de paso y han cambiado por fiesta y buen sol su poder para presionar al Gobierno cubano para que saque de la cárcel a Luis Manuel Otero Alcántara, a los raperos Pupi y Maykel Osorbo y que dejen de hostigar a Amaury Pacheco, su esposa Iris Ruiz y a sus hijos", señala.
"La injusticia no puede ser un rumor que circula entre mojitos y la solidaridad en lugares como Cuba no son un pretty slogan. Cuba no es Venecia, ni es Kassel, Cuba es un país que reprime la libertad de expresión (sobre todo cuando no hay Bienal)", critica Bruguera.
"[…] Mi lucha para lograr la libertad de expresión en Cuba, mi defensa de los derechos culturales, lograr el fin del odio político entre cubanos y defender el derecho a manifestarse en las calles no se circunscribe a un evento sino a una misión de vida", asegura.
"Esta es la bienal donde ya nadie es inocente, esta es la bienal donde cada uno debe actuar según su conciencia. Mi conciencia no me deja ser parte del espectacular proceso de whitewashing (blanqueo) en el que ha convertido el MINCULT a la Bienal de La Habana", finaliza la artista.