Yimit Ramírez, el director del filme censurado por las autoridades cubanas Quiero hacer una película, aclaró este domingo en un mensaje publicado en su perfil de Facebook que su obra no trata del héroe independentista José Martí.
"Quiero hacer una película no va de Martí, va de una historia de amor entre dos jóvenes aparentemente muy diferentes y aparentemente muy raros que superan sus diferencias y se aman. Tony (el personaje) no soporta a Martí, a Neysi (la personaje) le gusta mucho. Ellos no están de acuerdo en algunas cosas y sobrepasan eso y encuentran amor detrás de la cerca", explicó Ramírez.
"¡Qué bella sería Cuba! ¡Qué bello sería un contexto en el que todos podamos decir y reaccionar espontáneamente, sin simulaciones y simulaciones de simulaciones y comecomeesnorkels (sic)! ¿Por qué razón Martí les tiene que gustar obligatoriamente a todos?, ¿por qué el tocororo, la palma, el escudo, el himno? ¿Por qué tanta irrealidad, rigidez, inocencia?", se interrogó el cineasta.
En el filme, en un diálogo, los dos protagonistas discuten sobre Martí y uno de ellos lo califica de "mojón" y "maricón".
Al respecto, en su mensaje en Facebook, Ramírez explicó la relación cercana y la admiración que tiene por José Martí: una figura que descubrió fuera de "los libros de la escuela, muros y noticieros", "en las cartas en que Máximo Gómez y Antonio Maceo lo criticaban y tildaban de 'afeminado'", "un Martí persona que cagaba y gustaba del hachís".
"Cuando decidí dejar la escena en la película, sentía que atacarlo era, dadas las circunstancias, el mejor cariño. La pedrada necesaria para bajarlo del pedestal y traerlo al barrio, a la gente, al amigo sincero. Y eso está pasando ahora mismo con todo este movimiento. Martí tiene que estar gozando", agregó.
"Todo este suceso ha generado debates muy interesantes y necesarios, es otra película que está sucediendo en tiempo real escrita y actuada por todos nosotros. Es muy saludable cuestionarnos el nacionalismo, y todo lo sembrado e impuesto, lo que sobreviva esa revisión, bienvenido sea, lo que no, pues que siga su camino y ya está" concluyó Ramírez.
Por el polémico parlamento del filme en el que los protagonistas hablan de Martí, la película fue censurada por el oficial Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y excluida del programa de la 17 Muestra Joven que se realizará en La Habana del 3 al 8 de abril.
Viejos comisarios culturales se enfrentaron a jóvenes realizadores el pasado jueves en la sede del ICAIC a causa de este filme.
Esta semana el ICAIC confirmó oficialmente la censura del filme por "irrespeto" a los símbolos patrios y consideró que "un insulto a Martí, sea el que sea y en el contexto que sea, es un asunto que no solo concierne al ICAIC, sino a toda nuestra sociedad y a todos los que en el mundo comparten sus valores. No es algo que pueda admitirse simplemente como expresión de la libertad de creación".
El diario oficial Granma, incluso, llegó a hacer una analogía del contenido de la película con los sucesos del 11 de marzo de 1949 cuando "un grupo de marines de la Armada norteamericana culminó una jornada de asueto en el puerto de La Habana en el Parque Central. Borrachos, dos de ellos treparon a la estatua de José Martí, uno orinó en lo alto; abajo sus compinches aplaudieron".
El diario del Partido Comunista dijo que "injuriar a Martí resulta inadmisible. Ofenderlo en obra y palabra es insulto sentido por la inmensa mayoría de los cubanos".
Yimit Ramírez no ha sido el único en abordar de forma diferente la figura del Apóstol. El reconocido y veterano director Fernando Pérez, en El ojo del canario, dibujó un héroe atípico y no tuvo reparos en mostrar a un joven José Martí masturbándose.