Andy Herrera, el dueño de la panadería BreadMan Miami en Hialeah, encendió Instagram la semana pasada cuando publicó una foto de su nueva creación. Se trata de una especie de tiramisú cubano, pero en vez de pequeños bizcochos, este cake redondo de tres capas con merengue batido viene armado con 100 croquetas crujientes bien doradas.
Según relata al Miami Herald, un día en una fiesta cubana, una croqueta se salió de la bandeja y cayó en un pastel helado que estaba cerca. Cuando Herrera agarró la croqueta manchada, estaba untada con una cubierta azucarada y blanca. La miró con cierta sospecha, pero se la comió de todos modos.
Ese fue el día en que nació el cake de croquetas.
"Me comí la croqueta y me sorprendió bastante", dijo Herrera. "Es esa combinación de dulce y salado lo que atrae".
Herrera había vendido hasta hoy más de 40 de estos cakes, a 56 dólares cada uno, en sus dos panaderías BreadMan Miami.
Este cake de croquetas es muchas cosas: un adorno para la mesa, algo para iniciar una conversación, un fenómeno, una abominación. Literalmente, es un plato latino de fiesta completo que viene en un paquete compacto.
La idea, explicó Herrera, es que quites las croquetas durante la fiesta y luego cortes el cake.
El cake que está debajo es más que una novedad. Debajo de las croquetas de jamón (muchas más de lo que Herrera imaginó que harían falta para cubrirlo), hay un pastel de mantequilla de tres capas con relleno de vainilla y Nutella, cubierto con una dulce y sedosa cubierta batida.
Algo así no debería funcionar. No puede funcionar. Sin embargo, de alguna manera, funciona.
"Cuando tienes este negocio, ya nada te sorprende. Necesitábamos algo nuevo", declaró Herrera al Miami Herald.
Herrera es el tipo de persona que sumerge las papas fritas en su batido de chocolate. En BreadMan Miami le da un giro similar a los bocados tradicionales, con un giro irónico que va con las raíces cubanas de sus padres y su crianza en Hialeah.
Otras chucherías aquí son Frankenstein similares. Los pastelitos están rellenos de Nutella. Nombró una combinación de flan-arroz con leche el Alabao (como en "¡Alabado sea el Señor!"). Y la crema catalana con una base de pastel y una corteza quemada simplemente se llama Ñoooo.
Para un cubano, para un latino, defiende el diario miamense, el cake de croquetas era inevitable.