Quienes hayan pasado cerca del habanero teatro Mella el sábado 18 de octubre, se habrán percatado de que algo importante sucedería allí, a pesar de la falta de anuncios: gente de todas las edades intentando comprar una entrada aunque fuese a sobreprecio, o apurados porque tenían entradas y no querían perder su puesto en el teatro. Muchos estábamos allí sin conocer el título de la obra, pero algo sí sabíamos: se trataba de la función única de un espectáculo de Laura de la Uz.
Suficiente para acudir al Mella en masa.
¿Quién no recuerda a la protagonista adolescente de la serie juvenil Blanco y negro, no? Su personaje me encantaba, pero cuando supe luego, por una entrevista, que en el momento de interpretarlo, Laura ya tenía más de 20 años, la actriz se me volvió memorable.
He perseguido filmes con el único objetivo de disfrutarla: Hello, Hemingway, con la que debutó por todo lo alto, en 1990, alzándose con el Premio Coral a la Mejor Actriz, y que no vi entonces, sino mucho después; Madagascar, magistral y dirigida, como la anterior, por Fernando Pérez; El cuerno de la abundancia... La más reciente, La película de Ana, que le valió su segundo Coral en el Festival de Cine de 2012. Algunos cuestionaron entonces el premio otorgado al guión del filme, pero todos coinciden en que el desempeño de Laura lo merecía. Muchos nos preguntábamos que habría sido del filme sin su actuación, y la hemos rebautizado como La película de Laura.
En la función del Mella descubrí dos cosas. La primera es que solo soy una de las muchísimas admiradoras y admiradores de Laura de la Uz. La segunda, que su talento va mucho más allá de la actuación y el canto (que ya había exhibido en la obra Delirio habanero, que también le valió los premios Caricato Francisco Covarrubias, La Avellaneda y el Florencio Escudero de la UNEAC, en el Festival de Teatro de Camagüey.
Reality show es el título de este espectáculo no solo protagonizado, sino también escrito y dirigido por Laura de la Uz. Raúl Martín, director de Teatro de la Luna, realizó la dirección escénica. Laura se interpreta a sí misma, y por tanto en el elenco se incluyen su madre y su hija Amaranta, y nos muestra a la actriz de carne y hueso, una cubana más, con sus sueños, y sus vicisitudes (la llegada del fumigador en el momento menos oportuno, la odisea de conseguir cemento para alguna reparación).
Mientras ella intenta montar un espectáculo para homenajear a mujeres que han inspirado alguna canción, pretexto para subir al escenario a cantantes como Lynn Milanés (hija de Yolanda, musa de la famosa canción de Pablo Milanés) y la rapera Telmary, su madre inspiró un famoso tema del maestro Juan Formell. La obra está llena de sorpresas como esa y la de conocer a la inspiradora de "Para Bárbara", del fallecido Santiago Feliú, bellamente interpretada en el escenario por el conjunto vocal Sine Nomine.
A lo largo de hora y media, las acciones se desarrollan alternadamente en una pantalla y en el escenario que representa la casa de Laura. El público apenas pudo dejar de aplaudir desde el comienzo de la obra, principalmente cuando Laura habló de Celia Cruz y lo que significó para ella interpretarla en Delirio habanero, todo lo que ignoraba y conoció sobre esta artista cubana (que sería más conocida para los cubanos más jóvenes de no haber emigrado a principios de la revolución, aunque su nombre también arrancó aplausos a los presentes), y cómo, tras las funciones de Delirio… en Nueva York, interpretó "La vieja luna" para Celia, ante su tumba.
Y por si alguno de los asistentes al Mella se perdió aquella obra, cantó la canción.
Por el escenario desfilaron también figuras como el actor Mario Guerra y la musicalísima Beatriz Márquez, cuya voz acompañó la infancia de Laura en los 70.
Y ya que Laura de la Uz se quejaba de no haber inspirado ninguna canción, llega la voz de Frank Delgado con un tema compuesto especialmente para ella, en que le augura un premio Oscar. Talento le sobra para merecerlo, lo ha demostrado en el cine, la televisión y el teatro. Reality show es una prueba más. Pero aún si no lo logra, ya Laura de la Uz ha hecho historia en la escena y las pantallas cubanas.