Una finca a las afueras de La Habana se transformó en un escenario del Lejano Oeste: con vaqueros, un indio con tocado de plumas y música de Ennio Morricone. "Hombres de botas y sombreros con insignias de sheriff o un indio de tocado de plumas, mujeres luciendo sus largos y apretados vestidos escotados con dinero entre sus senos paseando de un lado al otro y por supuesto, caballos levantando el polvo", según reporta la agencia AP.
El evento, organizado por SuZume Studio, reunió a jóvenes entusiastas del 'cosplay'. "Todos se iban a ir por el típico vaquero, pero yo quiero ser un indio", dijo Jorge Luis Ávila, coreógrafo de 36 años, quien diseñó su disfraz y una tienda de campaña artesanal en tres días. “Estoy aquí para mostrar mi trabajo a modo de diversión, de esparcimiento”, añadió.
El cosplay (abreviación de "costume play") es una forma de expresión artística y subcultura en la que los participantes crean y visten disfraces detallados para representar personajes de anime, cómics, videojuegos, cine y otras obras de ficción.
"A todos nos gustaría vivir la experiencia que ves en una pantalla", comentó Jean Luis Figueroa, organizador del evento, quien también es artesano en madera y 'cosplayer', y destacó el papel de las redes sociales en la difusión de estas fiestas. "Estoy uniendo todo lo que me gusta, la confección de armas —de madera—, el cosplay y ahora con los eventos temáticos", explicó.
"Es lindo, es bueno sentirse parte del personaje, del juego", expresó Daniela Díaz, una de las asistentes, quien trabaja en un taller de impresiones. A pesar de las dificultades de transporte para llegar a la finca, los participantes disfrutaron de una inmersión en el viejo Oeste.
Las fiestas temáticas están ganando popularidad en Cuba, con eventos que incluyen festivales medievales, reuniones de ogros y encuentros de princesas, ofreciendo una vía de escape y entretenimiento en tiempos de crisis e incertidumbre.