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Relaciones Cuba-EEUU

¿Cómo puede afectar el retorno del régimen a la lista negra del terrorismo a la excarcelación de presos políticos?

El abogado de DIARIO DE CUBA Edel González Jiménez ofrece su opinión al respecto.

Madrid
Ilustración de Prisoners Defenders sobre represión y presos políticos cubanos.
Ilustración de Prisoners Defenders sobre represión y presos políticos cubanos. Prisoners Defenders

La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de restituirle al régimen de Cuba la designación de Estado patrocinador del terrorismo, en el primer día de su mandato, no constituyó una sorpresa para las autoridades de la Isla ni para los cubanos. Sin embargo, sí despierta inquietud sobre las excarcelaciones de presos que La Habana anunció el 14 de enero, poco después de que el entonces todavía mandatario estadounidense, Joe Biden, diera a conocer la exclusión del régimen de la lista negra, que cada año elabora el Departamento de Estado.

Ni La Habana ni la Administración Biden reconocieron públicamente una relación entre los dos hechos. Las autoridades de la Isla afirmaron haber negociado la salida de los presos —sin admitir la motivación política de ninguna condena— con el Vaticano y la Iglesia Católica.

¿Suspenderá las excarcelaciones el régimen cubano? ¿A partir de ahora saldrán de las prisiones solo personas encarceladas por delitos comunes, hasta completar la cifra prometida de 553 reos sacados de prisión?

Consultado al respecto, el abogado de DIARIO DE CUBA Edel González Jiménez considera que las autoridades cubanas seguirán adelante con el proceso, en el que señala "una trampa".

"El hecho de que Donald Trump haya regresado al régimen de Cuba a la lista de los estados patrocinadores del terrorismo puede implicar muchas cosas. Por ejemplo, un alto en las excarcelaciones de personas privadas de libertad por razones políticas. Pero ellos, el compromiso lo hicieron (presumiblemente) con la Administración Biden y como tal, les va a costar mucho trabajo echarse para atrás", opina el exjuez, que acumuló 20 años de experiencia dentro del sistema judicial cubano.

"Si hay alguna lista, me imagino que ellos [el régimen] sigan adelante con el proceso", dice el abogado, teniendo en cuenta también que, de hacer lo contrario, las autoridades cubanas estarían admitiendo que las excarcelaciones estaban atadas a la salida del régimen de la lista de patrocinadores del terrorismo.

Además, el carácter efímero de la exclusión anunciada por Biden ya habría sido previsto por el régimen, a pesar de que, en declaraciones a la prensa internacional, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, se mostró aparentemente confiado en que tomaría "tiempo y trabajo" echar atrás su salida de la lista negra.

A todo ello, González Jiménez añade que al régimen le conviene estratégicamente demostrar que ha excarcelado un número de presos políticos, tanto frente a Biden como frente a Trump, a efectos de que la comunidad internacional y sectores políticos en Estados Unidos los apoyen, porque ellos están carentes de legitimidad".

Sin embargo, el abogado recuerda un elemento que le parece importante y es que las autoridades de Cuba anunciaron la excarcelación de 553 presos "de manera progresiva".

"Eso significa que es poco a poco, cuando a ellos les dé la gana, y a las personas que estimen pertinente. Y ahí está la trampa del régimen", señala. "No los sueltan de un tirón, sino de manera progresiva, o sea, de acuerdo a las circunstancias".

"El hecho de que se califique el proceso como progresivo es síntoma perfecto de la frialdad y precisión con que están llevando esta operación", recalca González Jiménez y aclara que "ordinariamente, cada mes se excarcelan en Cuba por vías legales cifras muy superiores a los 553 privados de libertad prometidos".

"Puede que no excarcelen a más ningún preso político, además de los que han sacado hasta ahora (142, según Justicia 11J y 167, según Cubalex) y que los restantes excarcelados sean presos comunes", dice.

Respecto a la libertad condicional o licencia extrapenal, bajo las que habrían salido los presos de las cárceles, el jurista explica que ambas implican "continuidad del cumplimiento de la condena, control policial, político y judicial sobre cada liberado por estos conceptos; cumplimiento de obligaciones de conductas cívicas, laborales y políticas hasta el último día dispuesto por sentencia, y la amenaza permanente de ser regresados a prisión ante manifestaciones de desobediencia, prevaleciendo y determinando en todo caso el criterio policial".

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