Ha vuelto a pasar. Como Barack Obama en 2015, ahora el presidente Joe Biden sacó al régimen cubano de la lista de estados patrocinadores del terrorismo (algo que se espera la Administración Trump corrija). Este déjà vu político es otra de las coincidencias que han hecho a analistas identificar a la Administración Biden como una suerte de tercer período de Obama.
Las señales de que el presidente demócrata iba en ese rumbo, eran claras. Siete meses atrás, ya había sacado a Cuba de la lista de naciones que no cooperan en la lucha contra el terrorismo internacional.
El Estado cubano fue designado patrocinador del terrorismo en 1982. ¿Por qué? Por su larga historia brindando asesoramiento, refugio, comunicaciones, entrenamiento y apoyo financiero a grupos guerrilleros y terroristas individuales.
Estados Unidos ha reclamado que La Habana extradite a Colombia a militares del grupo narcoterrorista Ejército de Liberación Nacional (ELN), con orden internacional de captura. Cuando vivía en la Isla era común verlos en los barrios de Cubanacán (antiguo Biltmore) o El Vedado, lo mismo disfrutando de un paseo en bicicleta que en autos que manejaban como bólidos. Siempre iban protegidos por algún dispositivo de seguridad.
En agosto de 2022 el presidente izquierdista colombiano Gustavo Petro eliminó las órdenes de captura contra los líderes del ELN, de modo que el Gobierno de Cuba tuvo una excusa perfecta para reclamar su salida de la lista de patrocinadores del terrorismo.
¿El ELN ha dejado de ser un peligro para los colombianos? No. Nada ha cambiado. Lo que sí se revela es cómo los socialistas en el poder se ayudan unos a otros para limpiar sus caras ante la comunidad internacional.
De otro lado, el régimen de Cuba ha seguido dando apoyo diplomático y propagandístico al regímen de Irán y a sus grupos terroristas satélites, como Hamás y Hezbolá.
En septiembre de 2024, el Gobierno cubano tuvo una reunión de alto nivel con funcionarios libaneses, en la cual rechazó lo que llamó "ataques contra el Líbano ante la peligrosa escalada israelí". Los diplomáticos cubanos se referían a un golpe aéreo israelí contra instalaciones lanzacohetes de Hezbolá, al sur del Líbano, y la sofisticada operación que hizo estallar miles de beepers en poder de terroristas de ese grupo islamista.
Además, a lo largo de 2024 y ante el avance del ejército israelí contra posiciones de Hamás en Gaza, el régimen cubano ha apoyado a los islamistas, invirtiendo recursos en el sistema mediático estatal (único legal en el país) y organizando concentraciones multitudinarias en varias ciudades. A estas últimas, muchos participantes son forzados a ir, so pena de perder estímulos salariales o la asistencia escolar o laboral ese día.
También ha existido apoyo diplomático. El castrismo adhirió el nombre de Cuba a la demanda que Sudáfrica lanzó contra el derecho de Israel a defenderse del terrorismo, repitiendo propaganda de Hamás.
Esto último ocurrió casi a la misma vez que Joe Biden sacaba al régimen de la lista de patrocinadores del terrorismo. Solo con unas horas de diferencia. Es quizá la manera más clara de reacción del Estado socialista: dame todo, yo te escupo en la cara.
El único negro que se hizo blanco fue Michael Jackson ...
No hay un comunista muerto fuera del Infierno ...