Cientos de emigrantes se enfrentan cada día a la violencia de Centroamérica, en particular de México, en su empeño por alcanzar la frontera sur de EEUU y empezar una nueva vida en ese país. Entre ellos hay numerosos cubanos, quienes hacen la travesía expuestos a robos, extorsiones, estafas, secuestros y delitos más graves. Así, una joven cubana llamada Dayanis, estuvo 15 días secuestrada en México junto a decenas de migrantes de varias nacionalidades, antes de que su familia pagara un rescate de 10.000 dólares para que la liberaran, contó a Diario del Sur.
La joven, quien describió la experiencia como un "calvario o penitencia sin tener delito alguno que pagar más que el buscar salir adelante", contó los peligros a los que se enfrentan los migrantes a lo largo de toda la ruta y, con mayor énfasis en Tapachula, ciudad en la que fue secuestrada.
Dayanis dijo a Diario del Sur que ya en territorio guatemalteco los nervios comenzaron a subir de tono, pues fueron guardados como animales en una casa de seguridad y quienes los vigilaban mostraban en la cintura que portaban armas de fuego.
Contó, asimismo, que luego de cruzar en la madrugada el río Suchiate, cayeron o fueron entregados al crimen organizado, quienes les ordenaron descubrir el brazo derecho para ponerles un tatuaje o sello temporal de color negro en forma de un águila.
Diario del Sur subrayó, a partir del testimonio de la joven cubana que "el silencio invadió a todo el grupo, que eran de aproximadamente 60 personas, la mayoría familias completas, les quitaron los celulares para después subirlos a vehículos particulares con vidrios polarizados hasta llegar al ejido Lagartero, en donde los subieron a unos taxis locales obligándolos a decir qué dirección era su destino final".
Sin embargo, poco después de este incidente, la cubana fue liberada en Tapachula. "Yo la verdad me confié, pensé que estaría en un lugar seguro. Lo primero que hice fue buscar empleo, soy chef profesional, trabajé muchos años, sufrí discriminación por el hecho de ser migrante. Tenía que buscar el sustento para poder pagar la renta y los alimentos. En una cocina económica me pagaban 100 pesos diarios y dos comidas, era un lugar muy tranquilo, así estuve por lo menos un mes y todo era normal", relató.
No obstante, al poco de estar en la ciudad, Dayanis supo de una camioneta blanca con vidrios polarizados en donde viajaba un grupo de gente armada que tenía en jaque a Tapachula. "La voz de alerta y pánico rápidamente se esparció entre los extranjeros", dijo y, poco después, el secuestro.
"Lo recuerdo perfectamente, era alrededor de las 01:00AM. Solo escuché que tumbaron la puerta, entraron hombres encapuchados con armas largas, se fueron directo a mi cuarto y me llevaron a la fuerza. En ese momento solo llevaba puesta mi ropa de dormir, me dijeron que me callara y me subieron al vehículo. Me vendaron los ojos y me ordenaron callarme, hasta que llegamos, junto a otros secuestrados, a un rancho y nos dejaron en un lugar que denominaron como 'La Gallera'".
Lo joven contó a Diario del Sur que estuvieron atados de pies y manos, tirados unos al lado de otros y obligados a permanecer en silencio. Al día siguiente de su captura, le dieron un celular para que llamara a alguien que pudiera pagar el rescate. Ella recordó el número de contacto de una prima: "Le llamé rogándole que por favor consiguiera los 10.000 dólares que pedían o ya no iba a tener noticias mías. Ellos amenazaban con el hecho de que si tardaban me cortarían una mano, después la pierna y por último me quitarían la vida mutilándome", dijo.
Luego de que sus familiares consiguieran reunir el dinero y pagar el rescate, lo captores exigieron más y, al comprobar que la familia no tenía más de lo que ya había pagado, liberaron a Dayanis. "Por más de 15 días estuve secuestrada, sin saber en qué lugar estaba o qué día era. Nos gritaban que moriríamos si los familiares no pagaban el rescate, la comida que nos daban estaba ya echada a perder, sentí la presencia de por lo menos 60 personas en un sitio muy pequeño que estaba rodeado de alambres de púas", afirmó.
Sobre el momento de la liberación dijo: "Me arrojaron como si fuera un perro, caminé varios kilómetros hasta que una señora me encontró. Me refugió en su casa y me prestó su celular para realizar una llamada a mis seres queridos, quienes buscaron la manera de protegerse en Tapachula. Quedé traumatizada, no quise denunciarlos, para qué si las mismas autoridades están coludidas. Afortunadamente estoy con vida y muchos de mis connacionales fallecen por no tener los recursos económicos para pagar esos rescates. Damos todo simplemente por tener una mejor vida en EEUU".
Si México sufre un ataque nuclear se pierde la bomba atómica,es un país lleno de corruptos,infames y basura por regla general.Estoy seguro sus dirigentes están pensando en invadir Cuba si la población continua decreciente...
Por mucho desespero que tuve para irme de Cuba, nunca se me ocurrió subir a una balsa, incluso rechacé una invitación de mi pareja y familia de irnos en una cigarreta (Cigarette Boat) , le prometí a mis padres irme en avión cómo la gente civilizada, es impensable caer en Tapachula, Méjico es un Estado fallido sin garantías constitucionales ni siquiera para sus ciudadanos.