El régimen cubano reconoció este martes que le "preocupa" el efecto económico que puede tener un segundo mandato de Donald Trump y negó que se oponga a un acercamiento con Estados Unidos o le "incomode". Así consideró el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, al comparecer ante medios oficiales y extranjeros durante un foro de diálogo sobre las relaciones entre La Habana y Washington a diez años del denominado "deshielo".
"Por supuesto que nos preocupa el efecto que puede tener sobre nuestra economía, y en particular, el efecto que puede tener sobre el nivel de vida de la población una mayor hostilidad de Estados Unidos, que ha demostrado ser muy poderoso y tener una capacidad destructiva muy eficaz para causar daño", dijo Fernández de Cossío, citado por EFE.
Sin embargo, el funcionario vaticinó la sobrevivencia del régimen. "Dentro de cuatro años el Gobierno de Trump habrá terminado y Cuba, la Cuba socialista, estará aquí".
Con respecto al presidente estadounidense saliente, Joe Biden, se quejó de que haya mantenido el grueso de las sanciones que impuso su predecesor y que no haya sacado al régimen de la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
"EEUU sabe que Cuba no patrocina el terrorismo. Pero también conoce perfectamente bien el daño que es capaz de causar manteniéndole en la lista y ése es el propósito que ha perseguido", dijo.
Incomodidad o voluntad
El viceministro negó también que el Gobierno cubano se sintiese incómodo ante el acercamiento propugnado por la Administración del expresidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) y que propició el deshielo, como apuntó en una entrevista con EFE el entonces embajador de EEUU en La Habana, Jeffrey DeLaurentis.
"Cuba cumplió con todos los compromisos que asumió, puesto que era nuestro objetivo el avance. El Gobierno de EEUU los incumplió casi todos. Entonces es muy difícil decir que la incómoda era Cuba cuando eso sucedió", dijo.
DeLaurentis, encargado de negocios de la Embajada de EEUU en La Habana durante el deshielo, dijo a la agencia española que la política de acercamiento en lugar del aislamiento de Cuba fue un éxito y sigue siendo válida diez años después.
"A pesar de que esta política fue revertida después de dos años, fue un éxito y resuena incluso hoy, pese a los esfuerzos de la (primera) administración Trump por echarla abajo", sostuvo DeLaurentis, para quien es "totalmente falso" que fracasase.
En palabras del ex encargado de Negocios, "el deshielo necesitó más tiempo" para ser "sostenible". En su opinión, ese enfoque es "la mejor manera de avanzar los intereses" de Washington: "alentar" las reformas aperturistas en la Isla y "mejorar la vida del pueblo cubano", en contraste con la política de línea dura de los republicanos.
"Durante mi primera misión en Cuba (en los 90), llegué pensando que el enfoque de EEUU era el correcto. Pero, francamente, me marché reconociendo que el aislamiento no era el enfoque correcto y, sinceramente, no había funcionado y no ha funcionado en los últimos 60 años", dijo.
Sobre al auge del sector privado en el país caribeño tras décadas de prohibición y demonización, dijo: "Podías ver cómo la mentalidad de la gente estaba cambiando. Los jóvenes eran entusiastas sobre el futuro y algunos estaban enfocando su energía en el mañana de la Isla, en contraste con cortar con todo y emigrar".
Resistencia al diálogo
El exdiplomático también habló de las resistencias que encontró la Administración del demócrata para lograr dar un giro total a la política hacia Cuba.
"Dada la larga y tortuosa historia entre los dos países, este proceso nunca iba a ser lineal. Siempre hubo altibajos (…) Mi sensación siempre fue que las autoridades cubanas sabían cómo lidiar con la postura dura. Pero que estaban un poco más incómodos con el enfoque que nosotros estábamos defendiendo", dijo.
Tras la visita de Obama a la Isla en 2016, el difunto dictador Fidel Castro afirmó, en un artículo publicado por medios oficiales, que Cuba no necesitaba que "el imperio" le regalase nada y criticó fuertemente el discurso del presidente estadounidense durante su estancia.
DeLaurentis señaló que la Administración Obama asumía que iba a haber resistencia de sectores de línea dura en Cuba, aunque señaló que "también hubo gente, supongo que en su mayoría del sur de Florida, que estaba muy en contra" del acercamiento.
El 17 de diciembre de 2014, más de un año después de negociaciones en las que mediaron El Vaticano y Canadá, Raúl Castro y Obama anunciaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas. El giro en la política se saldó con la liberación de Alan Gross, un contratista estadounidense detenido en Cuba y de tres espías cubanos encarcelados en Estados Unidos.
Este martes el régimen hizo derroche de propaganda en el décimo aniversario del regreso de Los Cinco, como bautizó Fidel Castro a sus espías en una intensa campaña que promovió a nivel internacional por su liberación. Un acto en La Habana ensalzó la labor de espionaje que realizaron en Estados Unidos los cinco agentes, en un teatro lleno donde estuvieron, además de los protagonistas, familiares, amigos, participantes en la campaña, abogados, y parte de la cúpula de poder, publicó el portal oficial Cubadebate. La televisión oficial y medios como Trabajadores y Prensa Latina reportaron también sobre una reunión de Miguel Díaz-Canel y el general Raúl Castro para homenajear a sus "cinco héroes".
A los asesinos Castristas no les interesa ningún acercamiento con USA porque ven su poder amenazado por todo lo que implica ello. A ellos solo les interesa tener acceso a los creditos financieros de los bancos norteamericanos, pero ellos saben que eso no va a suceder.
Yo coincido totalmente con Jeffrey DeLaurentis. Es la opinión que he mantenido todos estos años. El "deshielo" fue la política que iba a ser más efectiva contra la "supervivencia" del régimen. Tan es así que fue la misma dictadura la que inició los pasos para revertirla. Ojo, que eso no llevaba levantar el "bloqueo", sino empoderar la iniciativa privada, sobre todo en los jóvenes, y no a las mipymes de Gaesa o los testaferros del régimen. Los HDLGP se trajeron sus ataques sónicos y ahogaron con impuestos e inspectores al cuentapropismo que se inició. Para luego inventarse las mipymes que ya vemos como las acabaron.