Una de las organizadoras de la actividad en la Finca de los Monos que terminó en violencia desmiente la versión oficial

Luego de la violencia desatada este sábado en los alrededores de la Finca de los Monos, en El Cerro, La Habana, una de las organizadoras del evento, Araiz Torres, sobre quien las autoridades gubernamentales pretenden depositar todas las culpas de lo ocurrido, escribió en su perfil de Facebook que "es una pena que se haya malogrado una propuesta para adolescentes y con adolescentes, tan necesaria y asequible para el verano".

"Como emprendedora (porque no soy funcionaria, ni trabajadora estatal, soy independiente), como madre de adolescente que conoce sus necesidades, como abuela, como profesora y realizadora que ha basado su carrera en la creatividad, la formación de nuevas generaciones, la defensa de la cultura y el idioma, pienso que se subestimó el poder de convocatoria de las redes y el alcance de la necesidad que tienen los adolescentes de propuestas como estas", escribió.

La justificación esgrimida por el Gobierno ante la ausencia policial en el lugar fue que la actividad no había sido autorizada. Ante esto, Torres comentó: "Nunca se informó que no se había autorizado, ni que estaba suspendida así que, además, falló la comunicación institucional a todos los niveles, porque todos los implicados estábamos ahí para su realización con total desconocimiento, después de una promoción nacional consentida".

"A mí me queda la tranquilidad de que se informó por escrito, que se protegieron a los adolescentes participantes que estaban dentro de la instalación que eran más de 400, de que se detuvo inmediatamente el acceso a la institución, cuando responsablemente vimos que el público ascendía de forma exponencial", agregó.

"Los protocolos no tengo por qué saberlos ni comprobarlos, estaba dando un servicio y la petición de apoyos externos estaba hecha por escrito", subrayó. 

Torres, además, cuestionó que "nuestros adolescentes siguen sin opciones y hemos olvidado atemperarnos a las necesidades actuales y a las dinámicas actuales, es más fácil ampararse en la burocracia".

Este domingo las autoridades de La Habana desmintieron las presuntas muertes de jóvenes cubanos en una bronca tumultuaria en la mencionada Finca de los Monos. Los reportes sobre el suceso comenzaron a circular desde la tarde noche de este sábado, cuando se produjeron los acontecimientos, según reconoció el Gobierno de la capital en una publicación en Facebook. Pero transcurrieron casi 24 horas antes de que llegara una versión oficial de los hechos.

Según esa versión, no falleció ningún joven y solo hubo dos lesionados, que "recibieron atención médica de manera inmediata sin peligro para la vida".

Los reportes que circularon en las redes sociales sobre los hechos afirmaban que tuvieron lugar durante una actividad promovida por la oficialista Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) por el Inicio del Verano. El relato del Gobierno de la capital no menciona a la organización oficialista y sostiene que el suceso estuvo "relacionado con una actividad no aprobada, donde se produjo una alteración del orden durante el desplazamiento a las áreas exteriores de la instalación".

La demora de las autoridades habaneras en decir qué ocurrió contrasta con el hecho de que, según el post que publicaron recientemente, el Gobierno y la Policía "intervinieron de manera consecuente para reestablecer el orden". Esta afirmación también entra en contradicción con las imágenes que circularon en Facebook, en las que se ve a jóvenes correr portando palos o machetes y varios enfrentamientos, antes de que apareciera una patrulla.

Sobre este tema y el tratamiento de la prensa al mismo, el arquitecto cubano Abel Tablada, escribió en su perfil de Facebook: "¿Qué es más preocupante en un país? ¿Que medios alternativos den una noticia con un dato falso o que los medios oficiales -que pagamos todos los cubanos-, no den las noticias a tiempo, no las den completas cuando deciden darlas, no muestren las imágenes de los hechos, no entrevisten a nadie, culpen públicamente al que no tienen que culpar -siempre al más débil y nunca al Estado- y no comenten o reflexionen sobre las causas directas y acumuladas de este tipo de fenómenos violentos cada vez más comunes en la sociedad y juventud cubanas?".