El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Pátrushev, se reunió este lunes con sus homólogos de Cuba, Bolivia, Brasil y Sudán para debatir temas de seguridad, en lo que es la confirmación de que el Kremlin insistirá en la aproximación a sus aliados en vista del renovado apoyo de Occidente a Ucrania, tras la aprobación de una multimillonaria ayuda militar a Kiev por el Congreso de EEUU.
"Durante la reunión con el ministro de Interior de Cuba, Lázaro Alberto Álvarez Casas, se debatió la interacción ruso-cubana en materia de instituciones del orden público y la justicia", señaló el Consejo de Seguridad ruso en un comunicado, citado por TASS.
La declaración oficial, que en estos casos es siempre opaca y escueta, agregó que en la reunión con el asesor de Seguridad de la Presidencia boliviana, José Hugo Moldiz, se conversó sobre "la situación en la región de América Latina".
Pátrushev también mantuvo conversaciones con el jefe de la Asesoría Especial de la Presidencia de Brasil, Celso Amorim, para abordar "la cooperación ruso brasileña en materia de seguridad y la interacción de Rusia y Brasil en los formatos multilaterales".
Finalmente, según el Consejo de Seguridad ruso, Pátrushev se reunió con el jefe del Servicio de Inteligencia General sudanés, Ahmed Mufaddal, con el que abordó temas "de seguridad internacional y regional, así como el estado de las relaciones ruso-sudanesas".
Rusia busca mantener y profundizar sus relaciones con América Latina y especialmente con sus aliados en la región, como Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela. En ello, el Kremlin hace énfasis en el espionaje, los vínculos militares y represivos.
De hecho, en febrero pasado Pátrushev visitó Cuba y Managua. En Nicaragua sostuvo una suerte de cumbre de Seguridad, una reunión de aliados en la que quedó conformado el eje de gobiernos de la región que apoyan a Moscú en su "nuevo orden mundial", como ha bautizado el Kremlin su proyecto de dominación que busca plantar cara a Occidente.
En su visita a Moscú, el ministro Álvarez Casas se reunió, además de con Pátrushev, con el ministro del Interior ruso, Vladímir Kolokóltsev, "para discutir las demandas de cooperación local en el sector de la aplicación de la ley", reportó el medio HornNews.
Según ese reporte, ambos funcionarios acordaron el plan de cooperación entre sus ministerios para el periodo 2024 - 2026.
"El ministro ruso destacó la disposición del departamento a cooperar en tendencias prometedoras. Entre ellos se encuentran la lucha contra el crimen organizado, el fortalecimiento de la cooperación en el campo de la lucha contra el uso ilegal de las tecnologías de la información, el desarrollo del servicio forense de Cuba", agregó el medio.
Kolokóltsev subrayó que el régimen de Cuba sigue siendo un socio fiel de Rusia, e invitó a Álvarez Casas a la Conferencia Internacional sobre el Problema de la Propagación de la Ideología del Extremismo, que tendrá por sede a Moscú en septiembre próximo.
En estos cada vez más frecuentes encuentros, salta a la vista que no se mencione cómo es abordado el reclutamiento de cientos de cubanos como mercenarios por el Ejército de Rusia, escándalo que destapó en el verano de 2023 y sobre lo cual ni La Habana ni Moscú han vuelto a hacer referencia.
A fines del propio 2023, el ministro del Interior de Rusia, Vladímir Kolokóltsev, llegó a La Habana en una visita que no había sido anticipada públicamente, con una agenda que incluyó, según medios de Moscú, "cuestiones de cooperación policial entre ambas naciones".
Y antes, en mayo de 2023, la Guardia Nacional de Rusia y el MININT cubano firmaron un acuerdo de cooperación para, según dijeron, "aumentar la eficacia del trabajo conjunto en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia".
En ese mismo mes, Álvarez Casas visitó Moscú para asistir a lo que el Kremlin denominó la XI Reunión Internacional de altos representantes a cargo de cuestiones de Seguridad. Aparte de él y de representantes del régimen venezolano, a ese encuentro convocado por Pátrushev asistieron el director general de la Dirección Central de Inteligencia de la República del Congo, Philippe Obara; el director general del Servicio Central de Inteligencia de Namibia, Bennedict Licando, y el director general de la Policía Republicana de Benín, Soumail Allabi Yaya.
Lo anterior sucedió justo después que se supiera que la Embajada de Rusia en Cuba alberga un centro de espionaje en el que decenas de oficiales y agentes llevan a cabo acciones contra EEUU usando cobertura diplomática. Ese centro está bajo el mando del teniente general y Héroe de Rusia, Andrei Gushchin, quien ejerce el cargo de jefe de gabinete del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia en Cuba.
En julio de 2023, The Wall Street Journal advirtió que Moscú estaría buscando la "desestabilización de la democracia occidental" a través de una operación de espionaje que implicaría además "alimentar silenciosamente la ideología antidemocrática en otras partes de las Américas, con poca resistencia por parte de Estados Unidos".
Parece que el plan ruso se trata de sostener la línea de flotación del barco militar que se hunde en el Caribe, pero al menor costo posible. Sin embargo, asumiendo que son los rusos los responsables del ataque -Síndrome de la Habana- cabe pensar que ante una fractura en el poder en La Habana, los servicios de inteligencia rusos van a actuar contra el desplome del régimen cubano desde algún ángulo secreto.
Tal para cual.