Cinco migrantes cubanos fueron expulsados de la región de Nizhni Nóvgorod, en el oeste de Rusia, después que las autoridades los acusaran por presuntamente violar la legislación migratoria de ese país, que experimenta una creciente oleada de xenofobia.
De acuerdo con el Servicio Federal de Protección Social de Rusia, los cinco cubanos violaron el artículo 18.8 del Código de Infracciones Administrativas de la Federación Rusa sobre las reglas de entrada o el régimen de estancia en ese país, reportó el medio Bezformata.
Según la información de la entidad oficial, a cada uno de los acusados se le impuso una multa de 2.000 rublos y se les expulsó del país, como ha ocurrido en el último mes con una docena de migrantes de la Isla.
Los sancionados estuvieron, hasta tanto no se hizo efectiva su expulsión, encarcelados en el Centro de Detención Temporal de Extranjeros de Nizhni Nóvgorod, una entidad del Ministerio del Interior de Rusia. Posteriormente, los alguaciles los escoltaron hasta el puesto de control fronterizo y verificaron su deportación a Cuba.
En estos casos, a los sancionados se les prohíbe volver a ingresar a Rusia durante un plazo mínimo de cinco años.
La Policía de Nizhni Nóvgorod informó previamente que había encontrado a 40 inmigrantes ilegales en una obra de construcción en Gorodéts, ubicada en la propia región. Los casos de ocho de estos extranjeros serán examinados en los tribunales, indicó la prensa local, que no aclaró si en este grupo hay otros naturales de la Isla.
Las noticias de redadas policiales, detenciones y deportaciones se han vuelto más frecuentes en los medios rusos desde el ataque terrorista contra el centro comercial de Crocus, cerca de Moscú, que dejó al menos 150 muertos y fue presuntamente cometido por ciudadanos de repúblicas exsoviéticas vecinas, reclutados por el Estado Islámico.
La Dirección Principal Regional del Servicio Federal de Alguaciles en Nizhni Nóvgorod informó que en lo que va de 2024 ha expulsado a 333 extranjeros, originarios de Uzbekistán, Tayikistán, Armenia, Kirguistán, Bielorrusia, Azerbaiyán y Argelia.
Todos fueron procesados por violación de la ley rusa y multados con sumas ascendentes a entre 2.000 y 5.000 rublos.
Anteriormente se informó que en la ciudad de Arzamas, también en Nizhni Nóvgorod, un migrante que trabajaba como taxista violó a una residente local. El presunto autor del delito ya habría sido detenido.
A inicios de mes, otro medio de la región reportó que en cuatro redadas policiales siete extranjeros, cuya nacionalidad no fue mencionada en el reporte, fueron detenidos. Dos de ellos expresaron su deseo de concertar contratos con el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia, lo cual se ha convertido en una salida para muchos migrantes irregulares, dada la promesa de recibir su residencia legal tras un año alistados en el Ejército.
Esos hombres, señaló la información, fueron ya enviados al frente de guerra en la invasión de Ucrania.
La primera semana de abril, al menos 11 cubanos fueron expulsados de Rusia tras ser detenidos en situación irregular, según medios rusos.
Entre los deportados se cuentan hasta la fecha cuatro cubanas que vivían en Tula, región ubicada al sur de Moscú; otros dos cubanos de la ciudad de Aleksin, también en Tula; más una madre cubana con tres hijos, dos de ellos menores de edad.
Otro turista cubano que se alojó en la ciudad de Ivánovo, en el centro de Rusia, fue multado y expulsado "por violar el régimen de estadía" y "evadir la salida del país al final del periodo de estadía".
Los cubanos viajan a Rusia desde hace años sin visa, con permisos de estancia por 90 días. En una primera etapa, muchos hacían allí turismo de compras, pero en los últimos tiempos una cifra desconocida usó ese territorio como puente para cruzar a Europa y, últimamente, miles se emplean como trabajadores.
El antropólogo y etnólogo ruso Alexander Silantyev aseguró que en la actualidad hay entre 4.000 y 5.000 trabajadores migrantes cubanos solo en Moscú. Estos ven un contrato de trabajo en Rusia como una solución válida para la situación dantesca que viven en la Isla y como una salida migratoria.
Asimismo, cientos de cubanos viajaron a Rusia a partir de 2023 para sumarse como mercenarios a la invasión de Ucrania. Estos últimos, bajo la promesa de obtener la residencia para ellos y sus familiares tras al menos un año reclutados por las Fuerzas Armadas de ese país.
Las expulsiones de extranjeros de Rusia amenazan con complicar la situación económica nacional, tensada por la economía de guerra impuesta por el Kremlin a su industria, bajo sanciones de Occidente, que no tiene suficiente mano de obra y siempre ha dependido de la importación de trabajadores baratos de países exsoviéticos y, últimamente, de naciones como Cuba, India y Nepal.
Las autoridades de cualquier país están en el legítimo derecho de expulsar a los extranjeros en situación migratoria irregular.
Esta claro que el regimen vitalicio de la familia Castro, no va a elevar una protesta por el maltrato de los bolos contra estos mulatos. Las embajadas caracoquistas, que por cierto estan hasta en la conchinchina solo sirven para espiar e inocular propaganda falsa .
Carneros: los bolosgrajosos solo quieren carne de cañon (los demas salen sobrando....
No los queremos, no los necesitamos ...