La victoria de Lai Ching-te en Taiwán es un mensaje nítido de la ciudadanía sobre el futuro que desea para la isla. Un espaldarazo al sistema democrático de gobierno, a la libertad política y económica, y a los avances sociales de las últimas décadas.
Casi todos han entendido el triunfo de la política de libertad y statu quo, salvo Pekín, La Habana y adláteres similares.
"Los resultados de las dos elecciones celebradas en Taiwán muestran que el Partido Democrático Progresista no representa a la opinión pública mayoritaria de la isla", dijo Chen Binhua, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado de China.
Xi Jinping lanzó directamente a la basura el resultado democrático inequívoco, mientras dirige con puño de hierro la mayor dictadura del mundo. A su alrededor, los países autoritarios reaccionaron de la manera esperada.
El régimen de Venezuela reiteró su apoyo a la "asociación estratégica a toda prueba y a todo tiempo" con China; el de Nicaragua expresó su "respaldo al Partido Comunista de China" y rechazó los "actos separatistas" de Taiwán; mientras el de Irán declaró su "firme apoyo al derecho de la República Popular China a defender su soberanía nacional e integridad territorial".
Vietnam, de forma más matizada, debido a sus conflictos históricos con Pekín, defendió la política de "una sola China", pero admitió que "mantiene y desarrolla relaciones populares y no gubernamentales con Taiwán en los campos de la economía, el comercio, la inversión, la ciencia y la tecnología, la cultura y la educación".
La nota inesperada la dio Javier Milei, en Argentina. Durante su campaña amenazó con cortar toda relación con Pekín, en su estilo motosierra; sin embargo, defendió ahora "el principio de una sola China".
En La Habana no hubo espacio para matices. El canciller Bruno Rodríguez ratificó la "invariable adhesión al principio de 'una sola China'". Y para intentar zanjar el debate democrático, aseguró que "la cuestión de Taiwán es un asunto interno de China".
Cuba y Taiwán: dos islas, dos caminos
"En 1949, Taiwán era aproximadamente diez veces más pobre que Cuba. Como Cuba, salía de un largo período de dominio colonial y su economía estaba basada en el monocultivo del azúcar. Taiwán pasó un largo autoritarismo bajo el gobierno nacionalista. Sin embargo, desarrolló un modelo económico propio, basado en la libertad de empresa, que avanzó exitosamente para beneficio de los taiwaneses", explica Orlando Gutiérrez Boronat.
El presidente del Directorio Democrático Cubano destaca que, mientras esto se producía en Taiwán, "Mao desbarataba la sociedad china y hundía su economía" y "Cuba involucionaba hacia el totalitarismo comunista".
Gutiérrez Boronat y otros exiliados se reunieron en 2019 con la presidenta saliente, Tsai Ing-wen. Por ello, el triunfo de Lai Ching-te es también una esperanza para los demócratas cubanos.
"Históricamente, Taiwán ha tenido una comprensión especial para la causa de la libertad y la democracia en Cuba. En diferentes congresos y conferencias, la República de China siempre ha comprendido el esfuerzo del pueblo cubano por ser libre. Y hemos encontrado apertura, solidaridad y amistad con sus autoridades", añade el líder del exilio, en diálogo con DIARIO DE CUBA.
Una lección para los cubanos
En las presidenciales, el Partido Democrático Progresista (PDP) obtuvo el 40,1% de los votos. Rompió así la "maldición" de que ningún partido gobernante podía retener el poder más de ocho años, desde las primeras elecciones democráticas en 1996, reconoce la radio pública local.
El PDP no es un partido cualquiera, sino "una fuerza política pro-democrática, progresista en temas sociales, que defiende la lucha contra el autoritarismo", asegura el politólogo e historiador cubano Armando Chaguaceda.
El académico, que colabora con la sociedad civil taiwanesa, sobre todo en temas contra la desinformación y por la democratización de Cuba, resalta los "avances en materia de derechos de la mujer y los jóvenes, los derechos sociales, el medio ambiente o la transición tecnológica".
En 2019, Taiwán se convirtió en el primer país de Asia en legalizar el matrimonio igualitario. Actualmente, sus índices de extrema pobreza están por debajo del 1%, según cifras oficiales.
"Además, es importante que el PDP haya sido dirigido por una mujer, que termina dos periodos de gobierno con alta popularidad", apunta Chaguaceda a DIARIO DE CUBA.
En su opinión, una "enseñanza importante" de la victoria del PDP "es haber resistido el chantaje y la presión, tanto de la desinformación, como de la intimidación directa de China".
"A los cubanos nos muestra el valor del pragmatismo, de la capacidad de tejer alianzas, más allá de la ideología propia. O sea, el Gobierno de Taiwán agradeció el apoyo, tanto de Trump como de Biden. Obviamente, el PDP está más cerca de los demócratas que de los republicanos, pero esto revela la importancia de los consensos en defensa de la democracia, más allá de las ideologías", afirma Chaguaceda.
El periodista debería mejorar su redacción y escribir explicaciones para el que no esté familiarizado con China, Taiwan y sus diferencias, o que lea la noticia del resultado de las elecciones por primera vez.
Explicar mejor, por ejemplo, que el PDP repite por tercera vez consecutiva en el poder pero esta vez el presidente electo es el vicepresidente saliente.
También, en lo dicho por Boronat, hubiera sido de ayuda para el lector "iniciado", poner al lado de República de China la palabra Taiwan entre comillas para el que no conozca no la confunda con la RPDC de la mainland.
Herr Amadeus y Sr. Casino Deportivo... a propósito de sus comentarios les comparto una historia bastante cercana. Algo que ilustra muy bien el funcionamiento de la "economía" socialista cubana. Estoy hablando de los lejanos años 80's. Se encontraba en el "Conejito" de Cienfuegos, un buen amigo mío esperando abordar una guagua de regreso a Villa Clara, mi provincia natal y también lugar de origen del protagonista de la historia. Allí, en medio de aquel lugar, se cruzan dos camiones Hino de aquellos japoneses que por aquel entonces existían en Cuba; ambos llenos de piña. Se bajan los dos conductores y sorprendidos de verse llevando la misma carga, se preguntan: "¿Tú para dónde vas? Yo para La Habana y vengo de Sancti Spíritus, ¿y tú? Yo vengo de Sancti Spíritus y voy para La Habana. ¡Todo un excelente ejemplo de la eficiencia de la planificación socialista! Sin palabras...
Completamente de acuerdo Amadeus, no será perfecto, pero no ha habido hasta ahora ningún sistema que lo supere; sólo basta mirar para las dos Corea.
Hasta hoy, la economía de mercado y la libre empresa es el único modelo económico, con todos sus defectos y virtudes, que puede garantizar el desarrollo y la prosperidad de una nación, y eso lo ha demostrado Taiwan. Mientras Cuba lleva 65 años empsntanada en el colectivismo koljosiano.
Asere, tu me perdonas pero no has dicho nada nuevo 😀
En serio, estoy de acuerdo contigo. Algo así dijo Sir Winston Churchill: "la democracia es según dicen la peor forma de gobierno si se exceptúan las demás que se han ensayado". El se refería a la política pero como todos sabemos (excepto las ciberclarias) la economía se relaciona.