El migrante cubano Sergio Pérez sufre represión del régimen después de haber sido deportado a la Isla por el Gobierno de EEUU en agosto. Por su parte, una enfermera manifestante del 11J llega a la frontera de EEUU, y una actriz y modelo cubana logra salir de Israel en medio del conflicto con Hamás.
Pérez llegó a La Habana junto a otros 28 cubanos en calidad de deportado, vestido de recluso y custodiado por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE en inglés). Ahora, aunque quisiera, no puede empezar de cero en Cuba. "Aquí no hay manera de rehacer mi vida. Aquí no hay vida", dijo el cubano de 30 años a la revista El Estornudo.
Cuando llegó a Cuba, Pérez no recibió ningún documento de ICE y quedó a disposición del Ministerio del Interior (MININT). Luego de cuatro años fuera de la Isla, no tiene ni familia, ni casa, ni pertenencia alguna en Cuba. Al inicio, Pérez vivió en la casa de unos antiguos vecinos y ahora permanece rentado en el barrio habanero de El Vedado, manteniéndose con la ayuda que los suyos envían desde Miami. "Yo aquí no puedo trabajar, no soy alguien bien visto por ellos, soy un deportado de EEUU, y eso para ellos es algo muy grande. No me van a dar trabajo en ningún lado y tampoco tengo la intención de trabajarle a este Gobierno", explicó el joven padre que dejó en EEUU a su hijo de diez años.
"Acá comprar comida es complicado, porque aun teniendo dinero no aparece la comida —continuó el migrante—. Aquí se vive con lo que aparezca. La vida en Cuba está muy triste, la verdad. Apenas salgo, no hay a dónde ir y me paso el día encerrado en la casa hablando con el niño y la familia. El niño llora cada vez que hablamos por cámara, está desesperado. Me separaron de mi familia; aquí no tengo nada, me mandaron para un lugar donde no tengo ni casa."
Antes de irse del país, Pérez estuvo vinculado al grupo opositor Damas de Blanco. Después de su regreso ha sido detenido en dos ocasiones por la Seguridad del Estado por visitar a Berta Soler. "Me advirtieron que no podía mantener esos contactos, que ellos sabían quién yo era", dijo a El Estornudo el cubano sobre su primera detención.
En otra ocasión en que Pérez se dirigía a la casa de Soler para buscar medicamentos, fue detenido y trasladado a una estación policial en Alamar, donde fue interrogado por dos oficiales y recibió una multa de 100 pesos. Hasta en las cercanías de la casa que habita, Pérez ha sido vigilado por el MININT. Un oficial le pidió el carnet de identidad y quería saber a dónde se dirigía. "Esto ha sido así desde que llegué. Yo tengo miedo de mi vida, miedo de no ver más a mi hijo, a mi familia, a mi hermana. Es duro, es bien duro esto que hicieron conmigo", concluyó el migrante.
Una enfermera cubana reprimida por el régimen llega a la frontera de EEUU
Por su parte, la enfermera holguinera manifestante del 11J, Welsy Cruz, se encuentra en la frontera sur de EEUU para solicitar asilo en ese país, reportó el canal de televisión estadounidense AméricaTéVe.
Cruz salió de Cuba hace más de un año y ha tenido que dormir en las calles de países centroamericanos durante su travesía. "Siempre luché por la libertad, por el cambio de sistema, porque nuestro pueblo tuviese una mejor calidad de vida", recordó la migrante que fue expulsada de su trabajo tras manifestarse el 11 de julio de 2021.
"Este año ha sido muy duro para mí. Me enfermé, me pasé seis meses y medio con una úlcera varicosa abierta. Y bueno, ya estoy acá en México. No quiero causar lástima, no. Todo esto me ha hecho más fuerte", explicó la holguinera antes de pedir ayuda a la comunidad cubana en EEUU para poder costear los pasajes de avión que necesita.
Una actriz y modelo cubana logra salir de Israel
Entretanto, la actriz y modelo cubana Daniela Tapia pudo salir de Israel después de quedar atrapada en ese país durante los recientes ataques de Hamás.
"Cuando mi mamá me vio, empezó a gritar", dijo Tapia junto a un video que publicó en su cuenta de Instagram. Las imágenes muestran el momento en el que la joven se reúne con su familia a la salida de un aeropuerto.
Según un reporte del diario La Vanguardia, Tapia dijo antes de tomar el vuelo que la sacó de Israel: "Cuando esté en casa, les cuento todo lo que pasé, desde la salida del búnquer hasta el aeropuerto. Ni en las peores pesadillas me imaginé vivir algo así, pero gracias a Dios, ya estoy en el aeropuerto".
En Israel, Tapia sintió de cerca el ataque de Hamás: "Me desperté a las 8:00AM con bombas. ¿Ustedes no saben lo que es despertarse y sentir el pum? No les puedo explicar qué es. Solo le pido a Dios poder tomar mi vuelo".
Y deja que México empiece a enviar los miles de cubanos que tiene infiltrados pensando en lograr el sueño americano.