"Esto normalmente se hace una vez al año, pero no con esta intensidad", dijo a EFE un trabajador de Tránsito el jueves en el Malecón de La Habana, mientras pintaba el pavimento, retocando las líneas divisorias entre carriles como parte de los preparativos que las autoridades emprenden para recibir a decenas de políticos del mundo en la Cumbre del Grupo de los 77+China que inicia el viernes.
Según el reporte desde la capital de Cuba, "esta imagen es replicada en otros puntos de la capital, que en los últimos días ha visto cómo se ha echado mano de un fuerte despliegue humano para tratar de mostrar su mejor cara" para el inicio de la reunión.
Sin embargo, esta costumbre del régimen cubano de "dar colorete" a avenidas y zonas céntricas, para disfrazar el abandono de las infraestructuras ante la visita de presidentes y la celebración de cumbres políticas, se deja ver en el propio Malecón, precisa EFE.
"En vísperas de la Cumbre, el trazado de esta avenida costera de ocho kilómetros aparecía salpicado de tramos rectangulares de oscuro asfalto nuevo, como un mosaico. La pintura en muchos casos seguía fresca", refiere el reporte.
"Estamos así desde hace dos meses... Antes no había pintura. Esta que estamos usando es de México", dijo otro trabajador de la Dirección Nacional de Tránsito, al timón de un vehículo que pinta las líneas sobre la carretera.
El jueves, el canciller Bruno Rodríguez aseguró ante la prensa acreditada para la cita en La Habana que la Cumbre sería "austera y simple", ya que se realizará en medio de las "difíciles condiciones de la economía cubana", pero resaltó el "apoyo del pueblo cubano" a la misma.
No obstante, según EFE, en la capital cubana numerosos servicios estatales se han visto afectados en las últimas semanas por la cita internacional, desde médicos que han bloqueado sus agendas durante días para estar de guardia, a cuadrillas de técnicos que han aparcado otros proyectos para la puesta a punto del Palacio de Convenciones y el centro de prensa, entre otras instalaciones exclusivas para el disfrute de los invitados.
Asimismo, la empresa estatal de alquiler de vehículos, principalmente para turistas, reservó para las delegaciones internacionales toda su flota hasta octubre, según pudo saber EFE.
Además, la Comisión Provincial de Seguridad Vial de La Habana va a cerrar decenas de calles y avenidas para facilitar los traslados de las delegaciones y en puntos clave de la ciudad se ven más agentes policiales, así como equipos de Servicios Comunales, que se esmeran recogiendo basura y adecentando jardines.
En las últimas semanas las máquinas no han parado de asfaltar las avenidas por donde se presume pasarán los jefes de Estado y de Gobierno, como la de Rancho Boyeros y Quinta Avenida.
"¡Quitaron hasta los baches!", exclamó una habanera, en referencia a la vía que conecta La Habana con el Palacio de Convenciones y buena parte de las embajadas de la capital. Pero la calle de la cubana que habló con EFE, a apenas unos metros, no fue asfaltada y su trazado sigue con antiguos baches.
La selección de ciertas vías ligadas a la Cumbre, dejando de lado otras secundarias en peor estado, ha generado críticas, evidentes en redes sociales. Muchos habaneros recuerdan que ya sucedió así en otras citas de carácter político, como la visita en 2016 del entonces presidente de EEUU, Barack Obama, o el rodaje de la superproducción de Hollywood Rápido y furioso en áreas de la ciudad, en 2017.
Las prioridades del Gobierno se ven claramente en ocasiones como estas. Pese al estado ruinoso con que iniciaron el curso escolar numerosas escuelas, esta semana Miguel Díaz-Canel y Manuel Marrero, junto a una comitiva de funcionarios, visitaron el Palacio de Convenciones de La Habana, el Hotel Palco, Pabexpo, el restaurante El Palenque y el Salón Cubanacán (El Laguito), lugares selectos a los que no tienen acceso los cubanos simples y que fueron sometidos a reparaciones y preparativos para recibir a los invitados.
Sin embargo, está por verse si los apagones récord de la última semana, con dos días con más de 1.000MW de déficit en el horario del pico eléctrico, no afectan a la ciudad capital. Ello hace esperar que los cortes de energía sean más prolongados en las provincias del interior del país, que no son sede de la Cumbre ni tendrán vías reparadas o paredes recién pintadas.
Mientras el aquelarre propagandístico del régimen aprovecha la Cumbre para vender una supuesta normalidad, los cubanos viven la peor crisis en décadas, con una inflación desbocada, escasez de productos de primera necesidad, como alimentos y medicinas, a precios asequibles para la mayoría, y un éxodo migratorio récord, que en la últimas semanas se ha incrementado.
Ya pueden pintar todo lo que quieran pero La Habana no aguanta más.
"Miguelitos "ven la via y veremos....
Desde 1959, Acuerdos, asambleas, reuniones, congresos, cumbres, blablablá, blablablá, que si patatín, que si patatán y todo va de mal en peor. Bueno, con algo hay que entretenerse