El Gobierno de Panamá anunció la reducción del tiempo máximo de estadía en ese país para los turistas (de 90 a 15 días), así como el incremento de 500 a 1.000 dólares en la suma necesaria para mostrar solvencia económica en los puestos de entrada migratoria, medidas que forman parte de una nueva política para atajar la llegada masiva de migrantes a la nación del Istmo.
De acuerdo con Samira Gozaine, directora de Migración local, las normas "van a empezar a ser aplicadas a partir del 2 de octubre en el aeropuerto para este tipo de personas que son víctimas del crimen organizado y son migrantes irregulares, y veremos cómo evoluciona la crisis".
En declaraciones para el medio Telemetro, la funcionaria apuntó que los cambios de política van dirigidos a, por ejemplo, los presuntos turistas que arriban con esa clase de visa, y que cuando llegan "y le preguntas qué lugares de Panamá va a visitar y dice no sé, ya tienes un elemento que va a ayudar a determinar; en qué lugar te vas a quedar y dice no sé; significa que están a expensas a alguien que los va a recoger, los lleva a un hotel y los pasa la frontera".
"Mucha gente no necesita visa para entrar a Panamá. Entran, trabajan, no se regularizan, no pagan impuesto y salen para evitar la multa; a ese tipo de persona se le va a reducir el tiempo de estadía. Te quieres quedar en Panamá, solo puedes hacerlo 15 días", explicó.
Asimismo, las autoridades de frontera podrán solicitar a quienes ingresen al país por vía aérea, marítima o terrestre que demuestren su solvencia económica para su estancia en el territorio nacional.
Advirtió Gozaine que a los viajeros sospechosos "ni siquiera se les dejará entrar al inicio. Si los perfiladores identifican que es un migrante irregular, o que está siendo víctima de tráfico, se le rechaza inmediatamente".
"No es una nacionalidad ni siquiera, es para un tipo de persona que ya nosotros hemos identificado en el aeropuerto, según el comportamiento. Ese tipo de persona que está tratando de utilizar nuestro aeropuerto para seguir hacia el norte", precisó la funcionaria.
Las medidas pretenden contrarrestar el ingreso de migrantes irregulares que transitan por el país camino a Estados Unidos, según el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, quien consideró que esta inmigración "ya no es humana", sino un problema de seguridad nacional para su país.
Gozaine aseguró que su autoridad ha detectado a personas que usan los puestos aduanales para entrar a Panamá, entre ellos migrantes movilizados por el crimen organizado. También habría personas con documentación falsa que dice asistir a congresos y actividades ejecutivas y profesionales, pero que en realidad busca sumarse al flujo migratorio que va rumbo a la frontera sur de EEUU.
El viernes último, Panamá anunció medidas para enfrentar la crisis que vive la nación tras reconocer que está al límite para atender la ola de migrantes irregulares que llegan al país luego de cruzar la selva del Darién.
Entre las principales acciones, Gozaine dijo que se removerán los puntos de control que actualmente están en los pueblos de acogida de migrantes en Bajo Chiquito y Canaán Membrillo, comunidades de la provincia de Darién.
Adujo que con ello el Gobierno panameño busca "mitigar el impacto sanitario y de seguridad que hay dentro de estas comunidades", así como "redoblar la vigilancia y control en los puertos de entrada al país".
Después que en marzo de 2022 Panamá impusiera la obligatoriedad de poseer una visa de tránsito para los cubanos que viajaban a ese país para hacer escala, enormes colas ante el Consulado de esa nación en La Habana pusieron en evidencia el éxodo histórico que vive la Isla y que no se ha detenido.
Posteriormente, numerosos cubanos y sobre todo venezolanos han seguido usando el Tapón del Darién, conocido como la vía migratoria más peligrosa del mundo, para cruzar de Colombia a Panamá e ingresar a Centroamérica con el objetivo de alcanzar la frontera norte de México y conseguir entrar a EEUU.
No son los migrantes los únicos cubanos que viajan a Panamá. Durante años, miles de mulas de la Isla han hecho turismo de compras en ese país, visitando fundamentalmente la Zona Libre de Colón.
