Gaviota niega que haya prohibido a los cubanos reservar en sus hoteles, pero numerosos usuarios la contradicen

El estatal Grupo de Turismo Gaviota SA negó que haya prohibido las reservaciones y entradas de cubanos a sus instalaciones hoteleras después de la circulación en redes sociales de una carta con instrucciones al respecto.

La misiva, de la oficina de marketing y ventas del Hotel Angsana de Cayo las Brujas, propiedad del consorcio chino que dirige Ho Kwon Ping desde Singapur, prohibía a partir del 10 de junio la venta de habitaciones a "clientes de nacionalidad cubana", y por ese motivo se solicitaría el pasaporte a cada cliente a la hora del check-in.

"El Grupo de Turismo Gaviota desea desmentir categóricamente los rumores que circulan en redes sociales sobre la limitación de entrada de clientes nacionales a nuestras instalaciones. En el Grupo Gaviota creemos firmemente que todos nuestros clientes, independientemente de su nacionalidad, tienen derecho al disfrute de nuestros servicios e instalaciones", señaló la empresa del conglomerado GAESA, propiedad de los militares del régimen cubano.

"Nos comprometemos a proporcionar una vivencia turística inclusiva y enriquecedora para todos nuestros huéspedes, sin excepción. El esparcimiento sano y de calidad es un derecho para todos nuestros clientes y una premisa para nuestro grupo", añadió la declaración publicada en la página oficial del grupo.

"En Gaviota, trabajamos arduamente para garantizar que nuestros huéspedes tengan una experiencia única y memorable. Nuestras instalaciones ofrecen una amplia variedad de servicios y actividades diseñados para satisfacer las necesidades y preferencias de cada cliente", apuntó.

Por último, invitó a quienes necesiten más información, a ponerse en contacto con Gaviota. "Estamos aquí para ayudarle a planificar sus vacaciones perfectas", concluyó.

DIARIO DE CUBA contactó con el grupo estatal para una solicitud de comentarios, pero no respondió.

Empleados del Hotel Angsana en Cayo las Brujas confirmaron por vía telefónica la existencia de la funcionaria que firmó la supuesta carta, Debbie Gómez Luna, directora de Ventas y Marketing, pero se negaron a abundar sobre las instrucciones que Gaviota desmintió posteriormente.

Sin embargo, numerosos comentarios de usuarios en la propia declaración oficial contradicen al grupo de turismo del Gobierno.

Jorge Quintana dijo: "No puedo reservar en Memories Miramar, por ejemplo. Me dicen que solo desde el exterior".
 
Lizandra Martínez, por su parte, comentó: "Mi familia y yo fuimos a pasarnos el día en los Cayos de Villa Clara y nos dijeron que solo se podía reservar si tenías pasaporte y una tarjeta que se compra en el aeropuerto cuando arribas al país".

"Muy inclusivo no es, puesto que el cubano que viva de un salario (que es la gran mayoría) no puede ni tan siquiera pensar en pasar un día en ninguna de sus instalaciones", opinó Isbel Moro.

Eslinda se preguntó "¿por qué a la agencia b2b-room le mandaron a hacer paro de ventas para cubanos en los cayos? De contra que hay que pagarlo en dólares, no puedes ir, y al cubano le ponen más 'traquimañas' para que no pueda ir, en fin".

Según otro usuario identificado como Robert, él llamó al hotel que hizo la presunta declaración y le confirmaron que "después del día 10 no se aceptan cubanos, además de que las ventas a cubanos están paradas en las agencias".

"Si no es verdad, ¿qué está pasando entonces?", cuestionó.

Maidel escribió: "Entonces, por qué en los hoteles dicen lo contrario. Reúnanse con sus trabajadores y que paren ese 'chuchú' que tienen armado".

"¡Hablen claro!", demandó Luis, y añadió: "en Villa Clara no dejan reservar en las agencias para la cayería norte por orden de Gaviota. Entonces, de qué hablan. Sean serios y respeten al pueblo que los representa. Lo que hay que leer."
 
Rosabel Almaguer Ferrer pidió que "alguien entonces explique cómo se puede reservar en los hoteles de Cayo Santa María".

Para Rogelio, "evidentemente los dirigentes de Gaviota a nivel nacional están desinformados. O, más increíble, piensa que los cubanos somos bobos".

En 2013 el general Raúl Castro permitió la entrada de los cubanos a los hoteles, un derecho conculcado durante más de cinco décadas. La medida se consideró "allanamiento del camino" para las inversiones extranjeras en el sector, incluido capital estadounidense. Sin embargo, la discriminación al interior de estas instalaciones, incluso en materia laboral, se siguen produciendo. Organizaciones de derechos humanos y sindicalistas independientes han exigido a las compañías extranjeras que respeten elementales derechos de sus empleados cubanos contratados con intermediación de empresas estatales.