Más de 1.000 invitados de diferentes países participan en las actividades que se desarrollan en Cuba por el Día Internacional de los Trabajadores, reportó la agencia oficial Prensa Latina (PL).
La lucha contra el embargo de EEUU y el reclamo de eliminar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, son las motivaciones que aúnan a los representantes de los sindicatos foráneos.
Los días 26 y 27 de abril algunos de ellos participaron en el XIII Taller Científico Internacional Primero de Mayo. Este evento tuvo entre sus temas el debate contemporáneo sobre historiografía, teoría y método para el estudio del trabajo y los trabajadores; y los movimientos sociales en América, experiencias y desafíos. También se abordó la migración, la fuerza de trabajo y la políticas laborales; la historia del movimiento obrero; y el patrimonio histórico, cultural obrero y campesino, entre otros.
El sábado los delegados compartieron con 14 colectivos laborales y residentes de la capital. Allí conocieron del trabajo de esos obreros y de las labores de transformación en las comunidades habaneras, dijo PL sin mencionar las enormes penurias que vive el cubano.
Este 1 de Mayo los invitados participarán en las marchas que se desarrollarán en los municipios, aunque no se reunirán miles de trabajadores en las principales plazas de la Isla, debido a las circunstancias económicas del país y en particular la escasez de combustible
El Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba y el antiimperialismo a 200 años de la Doctrina Monroe, se efectuará el 2 de mayo en el Palacio de Convenciones de La Habana.
En una de las actividades donde participaron los extranjeros, Johana Tablada, la subdirectora general de la Dirección de EEUU del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), dijo ante 150 jóvenes estadounidenses que los hoteles cubanos son del pueblo.
Estos jóvenes hijos de papá, que no trabajan, se entretienen en cosas deleznables: esnifan perico, gustan de tener nuevas experiencias aunque sean nocivas, se creen que se comen el mundo, y por llevar una vida desordenada mueren jóvenes. Estos que vienen a aplaudir a la robolución tienen algo en común con los asiáticos de raza amarilla: no abren los ojos. Les envenenan facilmente la mente y, como dijo Ana J. Faya, son caldo de cultivo. Regresan a EEUU a inocular a sus paisanos con ese virus peor que el COVID que es el comunismo, sin tener ni puta idea de lo que es porque no lo han vivido ni sufrido como los cubanos. La pregunta del millón: ¿como esos mafiosos de Cuba se contactaron y llevaron a esos jóvenes a Cuba?
Ningún "robolucionario" mueve un dedo para mejorar la vida del pueblo, pero sí para reunir una claque de mil para que aplaudan las sandeces que van a decir los oradores.
Ningunos de esos extranjeros quieren quedarse en el paraíso de los trabajadores.
Nada extraño, la Alemania nazi tenia miles de admiradores!