Dos migrantes cubanos solicitaron ayuda desde la frontera de Lituania con Bielorrusia, después de que las autoridades de este último país los detuvieran y golpearan en varias ocasiones.
Mario Alberto Céspedes Pérez publicó un largo post en Facebook para denunciar que está en juego su vida y la de su amigo, el doctor en Medicina Veterinaria Michael Méndez Vega.
"Vinimos a Bielorrusia el día 11 de enero de 2023 en el vuelo B2938 de la Aerolínea Belavia, que salió del aeropuerto de Kazan en Rusia a las 4:16PM", detalla Céspedes Pérez. Al llegar a Minsk, afirma, ningún oficial de Migración certificó su entrada en el aeropuerto. Los dos cubanos tenían la intención de cruzar hacia Polonia y luego seguir hasta España.
"Las cosas no han salido bien —reconoce Céspedes Pérez—. Aunque logramos cruzar la primera cerca fronteriza de Bielorrusa, los guardias nos detectaron, nos cazaron con un perro y comenzó una película de terror. Nos han golpeado, nos han tirado las pocas cosas que teníamos".
"Nos prometieron cruzarnos a Polonia y luego nos montaron junto con inmigrantes de Siria en un furgón como animales —cuenta el migrante cubano—. Nos llevaron no a la frontera de Polonia, sino a la de Lituania, a una selva donde hay lobos y un río que se congela. Teníamos que cruzar ese río e ingresar a Lituania. Mi amigo y yo decidimos no hacerlo. En un chance logramos escapar porque teníamos un pasaje de regreso a Rusia para el día 20. Pero luego de caminar kilómetros de bosques con pantano y salir a un pequeño pueblo, nos capturó la guardia fronteriza nuevamente en la noche.
Céspedes Pérez explicó que fueron golpeados otra vez. "Encendieron explosivos en mis pies para asustarnos y, por más que les rogamos que nos llevaran a Minsk para tomar el vuelo de regreso a Moscú y regresar a Cuba con la familia, nos dijeron que no", detalla el cubano.
Las autoridades bielorrusas los llevaron a una ubicación más lejana que la primera, igual frente a la frontera de Lituania y "nos dijeron que si no cruzábamos nos iban a matar", detalla Céspedes Pérez.
Este hombre alertó que el post lo escribía "casi sin aliento, sin comida y sin agua ya prácticamente, tomando agua lluvia y de río". Su esposa contactó a la Embajada de Cuba en Bielorrusia, "pero aún no hay nada claro". Céspedes subrayó que "si no hay una movilización rápida de alguna ONG o la Embajada de Cuba en Bielorrusia" es probable que "nos encuentren muertos a la orilla del río".
Dadas las circunstancias, los migrantes pretenden llegar a un punto en Lituania llamado Musteika. Ambos responsabilizan por lo que les pase al Gobierno bielorruso y específicamente a la guardia fronteriza de Halynka.
"Por favor, compartan esto con todas las personas posibles, y si alguien conoce un teléfono o alguna organización de rescate lo agradezco. Quisiera volver a ver a mis familiares. Estoy en medio de la nada", concluía el cubano antes de despedirse de su familia.
De acuerdo a su perfil de Facebook, en enero de 2022 Céspedes Pérez trabajaba en Servicios Técnicos de Climatización de Puerto Padre, Las Tunas. DIARIO DE CUBA intentó comunicarse con él, pero ni siquiera recibía los mensajes.
El muro de Michael Méndez Vega indica que se desempeñaba como zoonólogo en Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Las Tunas. DIARIO DE CUBA llamó varias veces a este sitio, pero nadie contestó el teléfono.
Esta no es la primera vez que migrantes cubanos son golpeados por las autoridades fronterizas de Bielorrusia. En junio pasado dos jóvenes de la Isla se encontraban varados en la frontera de Ucrania y Polonia luego de haber sido golpeados y robados por guardias bielorrusos cuando intentaban llegar a Polonia.
En septiembre trascendió que los cubanos estaban entre los migrantes que más intentan llegar a Polonia a través de Bielorrusia, según un informe de la Guardia de Fronteras polaca.
Dicen que responsabilizan al Bielorrusia si les pasa algo,ignorancia al 100%,tienes suerte de estar vivo,en esos bosques te matan y más nunca te encuentran,los lobos se encargan de borrar todas las huellas.
Par de ignorantes oscurantistas que se meten en territorio de una dictadura desdeñosa de los derechos humanos en pleno invierno y luego no se hacen responsables de sus malas decisiones, esperando que la Providencia y el resto del mundo intervengan para rescatarlos. ¿Acaso no analizaron el paso que iban a dar previamente? Todo el que utilice a Rusia o Bielorrusia para tratar de llegar a la Uníón Europea se está jugando la vida.
El timing de estos dos ha sido malo. Tratar de cruzar fronteras en una zona en guerra y tensiones militares, es una malísima idea. Suerte.