El programa de la Vivienda en Cuba del año en curso solo ha cumplido el 76% de lo previsto, según el Gobierno. Al cierre del mes de octubre se habían terminado 16.985 casas, indican datos recogidos por el medio oficialista Cubadebate, que no hablan de la calidad de esos inmuebles, con frecuencia cuestionada por sus "beneficiarios".
Los incumplimientos en la construcción de viviendas siguen siendo la norma en el país, a pesar de que el Gobierno ha reducido los planes en los últimos años.
De acuerdo el reporte, los atrasos se acumulan en el plan estatal, en las cédulas básicas habitacionales para personas vulnerables a las que se les ha otorgado subsidios, y también en las que se erigen por esfuerzo propio.
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, dijo que buena parte de los materiales de la construcción se han entregado, pero esto no se corresponde con el desarrollo y terminación de más casas. Por su parte, Ramiro Valdés consideró contradictorio que "en municipios donde abunda la arcilla no se produzcan más ladrillos y otros elementos de pared y techo que permitan hacer viviendas sin el empleo de aceros y otros materiales modernos".
A este escenario se suman las viviendas que el huracán Ian derrumbó. Solo en Pinar del Río, 2.213 inmuebles se perdieron totalmente de acuerdo con cifras oficiales. Sus moradores han pasado a engrosar la larga lista de cubanos que esperan por una solución gubernamental ante la pérdida de viviendas.
En Cuba existe un Programa Nacional de la Vivienda, que supuestamente constituye un proyecto social priorizado. Abarca la rehabilitación, conservación y construcción de nuevas edificaciones, con los servicios comunes que garantizan el hábitat de la población. Su política actual fue aprobada en 2018 y comenzó a implementarse en 2019. Incluye el plan de entregar viviendas a madres con tres o más hijos, en aras de estimular la natalidad en el país.
Aunque el programa prioriza los daños por afectaciones climatológica, la realidad es que muchas familias cubanas que perdieron sus casas en un ciclón u otros eventos meteorológicos, llevan hasta 20 años viviendo en albergues estatales, con frecuencia en condiciones de hacinamiento e insalubridad.
Sin embargo, el 1 de octubre, mientras parte del país continuaba a oscuras por un apagón generalizado y muchos cubanos se habían quedado sin vivienda a causa del huracán, el MINTUR inauguraba el Hotel Grand Aston Cayo Paredón, en el destino Jardines del Rey, de la provincia Ciego de Ávila.
Mientras los cubanos esperan que los planes de construcción de vivienda se cumplan, no paran de surgir nuevos hoteles en todo el país, pese a que solo el 14% han estado ocupados durante buena parte de este año.