La implementación del nuevo Código de las Familias en Cuba requiere de la aprobación de una serie de normas que garanticen derechos, como el de acceder a las técnicas de reproducción asistida, extendido ahora a personas solas y parejas del mismo sexo.
Con ese objetivo, la Gaceta Oficial de la República publicó en días recientes la Resolución 1151/2022 "Reglamento sobre reproducción asistida en seres humanos", según la cual, tienen acceso a estas técnicas las personas que además de expresar su voluntad de intervenir a través de un consentimiento informado otorgado ante notario público, requieran de las mismas para lograr la concepción.
El proceso será controlado por el Ministerio de Salud Pública y el orden de acceso a estas técnicas será por fecha de recepción de las solicitudes en los centros que las desarrollan, como ocurría hasta ahora.
Sin embargo, ni el nuevo Código de las Familias ni la recién aprobada resolución resultarán suficientes para que las personas que requieran de estas técnicas, que incluyen la gestación solidaria, puedan acceder a ellas, en un país que atraviesa una severa crisis económica.
Aunque la prensa oficial presenta a Cuba como el único país del mundo donde el acceso a estas técnicas es completamente gratuito, la realidad es que muchas personas se han quejado, incluso en la prensa estatal, de una espera interminable para recibir las intervenciones con las técnicas.
Algunas, las que han contado con recursos, principalmente gracias a familiares que viven fuera de la Isla, han viajado a otros países para concebir mediante la reproducción asistida, como contaron varias a DIARIO DE CUBA en 2021.
En 2021, en Cuba se obtuvieron 6.033 embarazos en parejas infértiles atendidas integralmente en la red de servicios durante el año, de acuerdo a una publicación del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), que resalta que dicho logro se produjo pese a la pandemia de Covid-19 y, como es habitual, al embargo estadounidense.
La cifra fue menor en 994 nacimientos a la de 2020, reconoció el MINSAP en la publicación, que destaca que, teniendo en cuenta que en el recién finalizado año se redujeron los nacimientos en 5.945 respecto al 2020, los más de 4.000 obtenidos como resultado de las técnicas de reproducción asistida evitaron que la reducción en los nacimientos fuese de 10.262.
Sin embargo, la publicación del MINSAP admitió que el Programa de Atención a la Pareja Infértil aún no es capaz "de satisfacer las necesidades de alrededor de 100.000 parejas que ansían ver materializada su descendencia".
Tras la entrada en vigor del nuevo Código de las Familias y de la aprobación de la Resolución 1151/2022, el número de parejas cubanas, tanto heterosexuales como homosexuales, además de personas solas, que recurrirán al programa para tener hijos, podría aumentar considerablemente.
Los requisitos que establece la resolución para el acceso a las técnicas son:
a) Haber cumplido 20 años de edad para mujeres y hombres, y hasta 45 años para las primeras y 55 años para los segundos; b) emitir consentimiento libre, informado y expreso de los intervinientes; y c) valorar de forma razonada y científica por el equipo multidisciplinario las posibilidades de éxito de la aplicación de la Técnica, y del riesgo para la salud de las personas que intervienen y de la posible descendencia.
Respecto a la gestación solidaria la norma aclara que serán beneficiarias mujeres que una causa médica le impida la gestación, integrantes de parejas homoafectivas masculinas y hombres solos, previa autorización judicial.
¿Será capaz de responder a sus necesidades el programa que, como reconoció la nota del MINSAP, en estos momentos no puede satisfacer las de más de 100.000 parejas?
Por otra parte, la resolución establece infracciones que se clasifican en leves, graves o muy graves. Entre estas últimas se incluye “retribuir o recibir compensación económica en cualquiera de los procesos de la reproducción asistida”.
En Cuba, pese a que la Constitución dispone que el acceso a la salud es gratuito, uno de los logros que insiste en enarbolar el Gobierno, ya no es secreto que con frecuencia los cubanos no tienen más remedio que pagar para hacerse pruebas médicas, conseguir un ingreso y otros servicios, debido a las carencias cada vez más evidentes del sistema de salud.
Con el incremento de parejas y personas solas deseosas de tener hijos que tendrán derecho a las técnicas de reproducción asistida y la ya reconocida imposibilidad del MINSAP de satisfacerlas a todas, la posibilidad de pagar también podría marcar la diferencia a la hora de ejercer los derechos reconocidos en el nuevo Código de las Familias.
De hecho, ya antes de la aprobación del Código, el acceso de las parejas cubanas a esas técnicas era desigual, según el testimonio que ofreció a DIARIO DE CUBA en 2021 Moraima, quien pudo tener a su hijo, "gracias a un programa de fertilización que existía en el Hospital González Coro, para las esposas e hijas de los poderosos".
"Entré junto a unas cuatro muchachas más. (El tratamiento) era exclusivo, con lo mejor", contó la mujer, cuyo hijo tiene ya 14 años.
Sería interesante conocer el porcentaje de lesbianas que accederán a la reproducción asistida.
hay que estar loco para traer una criatura a vivir en cuba.
Debe estar loca la pareja que decida asumir semejantes riesgos en un país donde igual se suturan las heridas con hilo de henequén. que se dan diagnósticos erróneos o aplican terapias equivocadas, una catástrofe provocada por el envío tarifado de los mejores médicos y especialistas al exterior y la ausencia de presupuesto para la compra de insumos y medicamentos. A pesar de esas circunstancias adversas no deja de impresionar que en medio de semejante miseria los cubanos y cubanas puedan vislumbrar técnicas biológicas punta para traer al mundo nuevas y hermosas criaturas que alegren la vida a sus padres.
Cuando se aprobó esta ley alguien me preguntó acerca de la "gestación solidaria", pero para extranjeros en los programas de "turismo de salud" que el régimen mantiene. Dada esa "afición" del régimen cubano a tumbar dólares por dondequiera que pueden, ese procedimiento sería visto por el régimen como ideal a través de instituciones estatales que ofrezcan esos servicios, de lo cual cubanas que no tienen ni dónde caerse muertas pudieran estar dispuestas a pasar esas vicisitudes. Si en países donde impera el Estado de derecho con sus correspondientes organismos para presentar querellas o quejas no dejan de existir serias controversias sobre los llamados vientres de alquiler, en Cuba donde ordena y manda una élite siempre deseosa de ganancias, sin respaldo para demandantes, estamos abocados a conocer las mil y una historias no siempre felices sobre estos asuntos. Vivir para ver.
Completamente de acuerdo con usted estimada Ana J. Faya, en Cuba no existe una base legal que regule este complejo escenario, como tampoco un ambiente moral ni ético que ofrezca garantías siquiera razonables. No pasa un día que no conozcamos nuevos casos que van de la incompetencia a la franca crueldad en el universo médico cubano, como inyectarle agua a pacientes, mientras venden el medicamento para ser aplicado a otro paciente. Saludos.
Sin duda con estos métodos se logrará un notable aumento de la población.....de EU.
No se trata de que las mujeres no pueden parir, sino de que no quieren parir futuros esclavos.