Los turistas que visiten Cuba cuentan a partir del 1 de noviembre con visados para entrar en la Isla con una duración de 90 días, lo cual triplica el periodo hasta esa fecha autorizado, y la posibilidad de una única prórroga por el mismo periodo de tiempo.
El anuncio lo hizo el pasado sábado el ministro de Turismo cubano, Juan Carlos García Granda, en su perfil de Twitter, aunque sin ofrecer mayores detalles sobre la implementación.
La medida aún no fue publicada en la Gaceta Oficial de Cuba, pero ya ha sido difundida por las agencias estatales de turismo y por algunas de las Embajadas de La Habana en el mundo, indicó EFE.
Esta ampliación en el período de estancia de los visitantes internacionales entra en vigor una semana después de que las autoridades reconocieran que Cuba no alcanzará la meta de recibir 2,5 millones de turistas este año y rebajaran su previsión para el 2022 en un 32%, y justo cuando arranca la llamada temporada alta.
El turismo es la tercera mayor entrada de divisa fresca a Cuba, por detrás de las remesas y de la exportación de profesionales, sobre todo médicos.
El más reciente informe de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), divulgado a mediados de octubre, mostró que Cuba recibió 1.396.921 viajeros en los primeros ocho meses de 2022.
El dato representa más del doble de los 573.944 que visitaron la Isla en todo el año anterior, según los datos oficiales, pero lejos de los 3,5 millones de 2019, previo a la pandemia de Covid-19.
Las cifras de ocupación hotelera son también funestas. Durante el primer semestre el actual año, según cifras oficiales, esta fue de apenas un 14,4%. Ello, mientras el Gobierno no detiene la construcción de nuevos hoteles y dedica las mayores partidas del presupuesto anual al sector inmobiliario y turístico.
Ante esa realidad, semanas atrás la división corporativa emisora en España del grupo TUI, turoperador especializado en viajes, anunció una rebaja de precios para sus reservas a Cuba durante el invierno. Pero ni ello salvará la situación que vive la industria del ocio en la Isla.
Hay que ser comem.... en extremo para ir a alimentar mosquitos,adquirir "viruela del mono",sarna.No hablemos de manejar un auto de turismo por las bacheadas calles capitalinas o autopistas nacionales.Vas a comprar agua embotellada y no la hay en muchos establecimientos.El hotel sin agua calienté y tienes que bañarte con agua fría después de haber sudado como un perro en el trópico. En piscina del hotel,ni te atreves a entrar pues esa masamorra verdusca te da asco.Pero ahí no para todo, lograste sobornar al custodio y metiste una jinetera en tu habitación,después de terminado el asunto vas y la regresas a su casa,le pides al carpeta que cambien la ropa de cama.Regresas y encuentras la cama tendida con un manchon de semen que se derramó al quitarte el condon.Las toallas lo mismo húmedas todavía después de la ducha fría de ambos.Vas a desayunar y ves moscas revoloteando por las frutas,el jugo es una m.... y decides entonces no volver más a esa mierda de isla.
¿Que van a llevar de regreso?
COVID, dengue, viruela del mono, recuerdo traumático de un asalto en noche sin luz.
Hay en el Caribe muchos destinos paradisiacos donde turistear en paz.