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Política

El drama de los migrantes en la Selva del Darién se cuela por error en un tuit del embajador de Cuba en Venezuela

La publicación original ya no se encuentra en la cuenta de Twitter de Dagoberto Rodríguez.

Caracas
Captura de pantalla del tuit del embajador de Cuba en Venezuela, Dagoberto Rodríguez, y la foto del artículo en The New York Times.
Captura de pantalla del tuit del embajador de Cuba en Venezuela, Dagoberto Rodríguez, y la foto del artículo en The New York Times. Tal Cual/The New York Times

El drama de los migrantes que cruzan la Selva del Darién, entre Colombia y Panamá, silenciado en los medios oficiales de Cuba y Venezuela, se coló por error en un tuit del embajador de La Habana en Caracas, Dagoberto Rodríguez. El diplomático usó equivocadamente una foto de un reportaje del diario The New York Times sobre los venezolanos que atraviesan la peligrosa selva, en un mensaje sobre una tragedia ocurrida recientemente en el estado de Aragua, en el país sudamericano.

"La @embacubaven lamenta profundamente la tragedia ocurrida en Tejerías y expresa su solidaridad con nuestras hermanas y hermanos venezolanos", escribió Rodríguez al día siguiente de que un deslave de tierra provocado por intensas lluvias en la localidad de Las Tejerías, del municipio Santos Michelena, dejara al menos 37 personas muertas y 60 desaparecidas, hasta el momento.

"Nuestros colaboradores de la Misión Médica están listos para asistir en lo que se requiera", agregó el diplomático, en consonancia con la estrategia del régimen cubano de, ante cualquier contingencia de esta índole, ofrecer los servicios de sus profesionales de la salud, que se han convertido en una de sus principales fuentes de ingresos.

Sin embargo, Rodríguez cometió una pifia: una de las imágenes con las que acompañó su mensaje, con el objetivo de mostrar las dimensiones del lamentable suceso que tuvo lugar en Las Tejerías, corresponde en realidad al reportaje "Necesito un futuro para mis hijos: miles de venezolanos se arriesgan en una selva mortal para llegar a EEUU", publicado en The New York Times, un día antes de la tragedia ocurrida en el estado de Aragua.

Con texto de Julie Turkewitz y fotos de Federico Ríos, el artículo del medio estadounidense muestra, a través de testimonios, una tragedia que no reflejan las prensas oficiales de Venezuela ni de Cuba: la de quienes cruzan la Selva del Darién, a riesgo de morir, para llegar a Estados Unidos, en busca del porvenir que no encuentran en sus países de origen.

Un mes antes de la publicación en The New York Times, las autoridades migratorias de Panamá reportaban un incremento en el flujo migratorio por el Darién de un 43% con respecto a 2021.

Entre enero y agosto de 2022, según la dirección del Servicio Nacional de Migración de ese país, habían pasado 100.000 personas por la peligrosa selva, aunque organizaciones no gubernamentales dedicadas a la migración consideraban que existía un subregistro en esas cifras oficiales.

Los venezolanos constituyen, de lejos, la principal nacionalidad que atraviesa el Darién. Un total de 44.943 habían pasado en los primeros meses de este año. Detrás se ubicaban los haitianos (4.821), seguidos de los cubanos (3.133)

En julio pasado, el médico cubano Alexander Jesús Figueredo Izaguirre, quien se vio obligado a abandonar la Isla tras ser expulsado de su centro de trabajo y sufrir la invalidación de su título profesional por sus ideas políticas, contó a DIARIO DE CUBA que había visto a mujeres perder la vida ahogadas y a niños perderse, en su paso por el Darién. Él mismo llegó a sentirse al borde de la muerte.

Su relato fue una confirmación de lo contado en junio pasado a DIARIO DE CUBA, por migrantes sobrevivientes que, en su camino, encontraron cadáveres de otros que emprendieron el mismo viaje y quedaron en la selva.

Solo entre enero y febrero pasados un total de 701 cubanos habían realizado esa travesía, según datos de las autoridades panameñas. 

A finales de 2021, un niño cubano que fue identificado como Bryan Rommel Corrales Bravo, de 14 años de edad, falleció en el Darién, aparentemente a causa de un infarto. Un mes antes, había sido rescatado junto a su padre y su hermana menor de un naufragio en el que perdió a su madre.

Estas historias no encuentran espacio en la prensa oficial cubana. Ni el Gobierno de la Isla ni sus representantes diplomáticos dedican mensajes en sus redes sociales a lamentar estas pérdidas. 

El embajador Dagoberto Rodríguez, al percatarse del error de incluir una foto del reportaje de The New York Times en su tuit sobre la tragedia de Las Tejerías, pudo haber dedicado otra publicación a lamentar esa otra tragedia que golpea a "las hermanas y hermanos venezolanos" y también a los cubanos.

Sin embargo, prefirió sencillamente desaparecer el mensaje con la foto de los migrantes. De todas formas, no pudo evitar que el medio Tal Cual publicara una captura de pantalla del tuit eliminado. 

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